Fotografiando el interior del cuerpo humano

29/04/2011
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Hace años, no muchos, cuando existía una sospecha clínica de una enfermedad con frecuencia la única manera de confirmarla era usar el bisturí. Cortar por lo sano para poder ver la realidad de la enfermedad. Las nuevas tecnologías han avanzado a un ritmo tan vertiginoso que en la actualidad es suficiente una fotografía para poder diagnosticar a un paciente. La medicina es cada vez menos invasiva, y las pruebas por imagen son grandes “culpables”. Sin embargo, son tantas que, con frecuencia, cuesta saber de qué se habla. TAC, RM, ecografía, RX, PET… Pueden parecer siglas sacadas de una película de ciencia ficción, pero cada vez más integradas en el lenguaje cotidiano ya que gracias a ellas se consigue salvar muchas vidas.

Forman parte del día a día de cualquier hospital. Algunas pruebas por imagen se usan para hacer cribado poblacional, como puede ser la mamografía, otras como el PET-TAC les serán familiares sobre todo a los pacientes oncológicos, mientras que pruebas como la radiografía seguramente han estado presentes en algún momento de la vida de cualquier persona. Ésta última, conocida por los profesionales como RX, es la reina de urgencias. Forma parte de las técnicas que utilizan radiaciones ionizantes, pero es la que menos irradia, seguida por la mamografía. Se usa sobre todo para ver huesos, articulaciones y en patología pulmonar. La más utilizada es la placa de tórax. “Es una técnica muy barata, sencilla, con poca radiación y muy útil. En este hospital, por ejemplo, hacemos 12.000 TACS, 8.000 resonancias magnéticas y 70.000 radiografías”, explica Lidón Millá, jefa de servicio de Diagnóstico por la Imagen del CRC-Hospital Universitari Sagrat Cor. La mamografía tiene una dosis de radiación similar. Es una prueba muy sensible en la patología mamaria porque al tener la mama más grasa conforme avanza la edad de las pacientes el tumor se puede identificar con facilidad. Es una herramienta clave de prevención, se recomienda hacerse una cada dos años a partir de los 40. En cambio, la RX sólo se realiza cuando es necesario. La Tomografía Axial Computerizada (TAC) es la principal prueba de patología abdominal y torácica. Aunque es la que más irradia de las tres permite adquirir imágenes que una vez procesadas ofrecen una valoración anatómica tridimensional. Un TAC de tórax representa aproximadamente 100 RX de la misma zona o siete TACS de cráneo. “El beneficio en relación al riesgo merece la pena. Los efectos por la radiación son mínimos en comparación a los beneficios que se pueden obtener. Estas pruebas son sustantivas para establecer el diagnóstico y posterior tratamiento”, señala Juan Carlos Pernas, médico adjunto de la unidad de Radiología del Hospital de Sant Pau y Clínica Sagrada Familia.
Las pruebas de diagnóstico por imagen se han convertido en el avance más importante de la medicina
Pero no todas las pruebas de diagnóstico por imagen irradian. Es el caso de la ecografía. Se pueden hacer tantas como convenga ya que utiliza ultrasonidos. Es la prueba más importante de ginecología, pero también es muy útil en pediatría, porque los menores son más vulnerables a la radiación. Tiene diferentes grados de penetración: la sonda superficial y la endocavitaria (vaginal, rectal y esofágica). La primera se utiliza durante embarazos más avanzados, es la que se desliza por encima del vientre. La endocavitaria se hace por penetración. Para mejorar el diagnóstico se puede utilizar el Doppler. Es un software, un complemento, que se añade a la ecografía. Sirve para ver el flujo a través de los vasos sanguíneos, por eso es muy usada sobre todo en cardiología y medicina vascular. La Resonancia Magnética (RM) tampoco tiene radiación, es la prueba más nueva en radiología y también la que más está avanzando. Es clave para el estudio de afecciones musculoesqueléticas (artritis, por ejemplo) y neurológicas, entre otras. Permite ver la zona que se está evaluando desde todas las perspectivas. “En deportistas se utiliza muchísimo para descartar una rotura del músculo porque se puede ver con una calidad extraordinaria”. Es una prueba cara y larga (como mínimo dura media hora), por eso no se utiliza como prueba de cribado. El diagnóstico por la imagen supone uno de los avances médicos más significativos de los últimos 15 años. Es la principal base de algunas de las ramas más importantes de la medicina actual como la oncología y la cardiología. “Para tratar el cáncer la imagen es indispensable no sólo para el diagnóstico, sino también para la evolución de la enfermedad. En cardiología es fundamental para el estudio de las coronarias con el TAC y para evaluar el músculo cardiaco con la RM”, afirma Pernas.

Por último, un tercer grupo de técnicas son las que utilizan radioisótopos. Se conoce como Medicina Nuclear. Hay dos pruebas esenciales: la Gammagrafía y la Tomografía por Emisión de Positrones (PET). El uso de la primera está en declive. Esta especialidad consiste en inyectar sustancias, como la glucosa, marcadas radiactivamente con una dosis muy baja. Se sabe que las células tumorales necesitan consumir más glucosa que el resto, de esta forma se puede observar la presencia de tumores. De hecho en el 90% de los casos se utilizan para diagnosticar cáncer.

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