Los responsables del equipo directivo del Hospital General de Elche han decidido acometer en los próximos días la reforma de una de las salas de la cuarta planta del centro ilicitano, un piso ocupado por el servicio de Traumatología. Según los datos facilitados por el hospital, el objetivo que se persigue con estas obras es la de remozar una sala que se encuentra bastante deteriorada, con el fin de introducir mejoras en el sistema de electricidad, en las conducciones de agua y en el acondicionamiento de las paredes y puertas.

Esta es la primera vez que el hospital ilicitano se permite el "lujo" de cerrar una hemiplanta fuera del periodo estival, ya que tradicionalmente las obras para reformar las distintas plantas del centro se ha realizado durante los meses de julio, agosto y septiembre cuando la actividad sanitaria se reducía considerablemente. Sin embargo, la apertura del nuevo Hospital del Vinalopó ha supuesto un importante descenso en el trabajo asistencial y una mayor disponibilidad de camas en el Hospital General de Elche, una cuestión que en estos momentos, cuando la actividad médica se ha recuperado al ciento por ciento, permite "prescindir" durante varios meses de un ala de hospitalización.
La reducción de la presión asistencial registrada permite por primera vez cerrar una hemiplanta fuera del periodo estival
De hecho, durante el pasado verano dos hemiplantas del centro permanecieron cerradas a pesar de que no se realizaron obras algunas debido a que sin estas camas el hospital podía atender sin ningún problema la demanda de los pacientes.
Lo que la dirección ha descartado, por el momento, es que la remodelación que se va a acometer en el área de Traumatología vaya a llevar aparejada la creación de habitaciones individuales, aunque desde el propio hospital se asegura que siempre que es posible y que hay espacio disponible se ubica a un solo enfermo por habitación con el objetivo de ganar en confortabilidad.

El plan de mantenimiento de las distintas plantas de hospitalización del centro ilicitano se inició hace ya varios años para frenar el progresivo deterioro de un centro hospitalario que se puso en marcha en el año 78 y que llegó, incluso, a dar cobertura sanitaria a buena parte de la población de la Vega Baja. Sin embargo, el plan director elaborado por los responsables de la dirección del centro para marcar el camino por el que debe discurrir el futuro del centro prevé reformas más ambiciosas, ya que algunos servicios médicos que en estos momentos están ubicados en las plantas más altas del edificio principal se reubicarán en los primeros niveles, con lo que el proceso de remodelación deberá ser mucho más amplio en el futuro. Por el momento, el proyecto de lo que deber ser el actual Hospital General de Elche para encarar los próximos años se encuentra trazado sobre el papel, ya que el mismo depende en gran medida de la puesta en funcionamiento de la Unidad Integral Ambulatoria, un inmueble que todavía se encuentra en fase de equipamiento.