Certificación energética de hospitales: la herramienta VERDE

| 21/07/2015
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Con el objetivo de facilitar la concepción de edificios eficientes y bajo el lema lo que se puede medir se puede mejorar, encontramos la certificación energética VERDE, una herramienta de evaluación de ámbito español que se aplica a nivel nacional y que ha sido desarrollada por el GBCe (Green Building Council España) con voluntad de imparcialidad, competencia técnica, responsabilidad y transparencia.

¿POR QUÉ UN SELLO LOCAL EN UN MUNDO GLOBAL?


Pese a vivir en un mundo interconectado, en el momento de desarrollar un proyecto de arquitectura cada lugar adquiere unas características muy concretas. Por este motivo, poder contar con la garantía de un sello de certificación energética local asegura que se valorarán los factores más específicos relativos a nuestro edificio.


Es el caso de la certificación VERDE, que ofrece un servicio a nivel nacional desde hace ya más de 10 años para evaluar la eficiencia en hospitales y otras tipologías de edificios. Para llevar a cabo este proceso, el sello VERDE cuenta con un despliegue de herramientas que apoyan la totalidad del procedimiento de certificación, des del registro previo del edificio hasta la emisión de certificados, pasando por las etapas intermedias de evaluación, solicitud de certificación, supervisión técnica y propuesta de certificación.


LA FÓRMULA VERDE, ¿EN QUÉ CONSISTE?


Al contrario que en la certificación LEED en este caso presenta una metodología que opta por criterios de segunda generación.


¿Qué cambios implica este nuevo funcionamiento?


El hilo conductor del sello VERDE es el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) del edificio y consiste en la evaluación de una lista de criterios que recogen el cálculo de los impactos del edificio de estudio, comparándolos con el estándar habitual.


El total de criterios se reparten en las siguientes categorías: Parcela y emplazamiento, Energía y atmósfera, Recursos naturales, Calidad de ambiente interior, Calidad del servicio, Aspectos sociales y económicos, Calidad del diseño e Innovación.


Cada criterio tiene asociados una serie de impactos generados en la vida útil del edificio de referencia y del hospital de estudio, generando un impacto relativo que oscila del 0 al 5. A través de este sistema de trabajo se obtiene un resultado medio final que otorga la calificación adimensional final de 0, 1, 2, 3, 4 o 5 hojas, en función del porcentaje de impacto medio final obtenido. De esta manera es sencillo comparar diferentes edificios siempre que sean de la misma categoría y utilicen la herramienta de evaluación VERDE.


LA CERTIFICACIÓN VERDE EN EL DISEÑO HOSPITALARIO


Parcela y emplazamiento de la infraestructura hospitalaria


El primer criterio que evalúa la certificación VERDE hace referencia a la ubicación del hospital. Factores como la proximidad al transporte público o que el solar tenga un correcto sistema de gestión de escorrentías afectarán de una manera u otra a la eficiencia energética del edificio.


Un aspecto muy importante es el denominado efecto isla de calor, que tiene en cuenta el porcentaje de superficie verde tanto a nivel del suelo libre que rodea el hospital como de cubierta. Para obtener unos valores apropiados se debe considerar el porcentaje de terreno dedicado a zonas verdes y también será recomendable el uso de materiales de alta reflectancia o la construcción de una cubierta vegetal en al menos el 75% de la superficie total.


Energía y atmósfera en el interior del hospital


El aprovechamiento que se realiza de la energía en el hospital será un factor determinante y para ello se tendrá en cuenta tanto el proceso de construcción como toda la vida útil del hospital.


Elegir materiales locales reducirá considerablemente las emisiones de CO2 y la utilización de energías no renovables durante su transporte hasta el lugar de construcción del hospital. La certificación VERDE establece que los materiales cercanos deben igualar o superar el 60% del total.


Otro de los puntos a tener en cuenta de cara a reducir las emisiones de CO2 y el uso de energías no renovables durante la vida útil del hospital será la demanda de energía de los sistemas de ventilación, calefacción, aire acondicionado e iluminación.


También la energía eléctrica será un recurso a reducir y que será necesaria principalmente para el funcionamiento de elementos como ascensores, escaleras mecánicas o equipos de ofimática. Según la certificación VERDE, se debe aplicar estrategias de ahorro en cada uno de ellos de al menos un 25%.


 


Aprovechamiento de recursos naturales durante la vida útil del hospital


Además del agua, los materiales que seleccionemos para nuestro hospital serán también una pieza clave para el ahorro energético.


En este caso tendremos en cuenta la energía necesaria para extraer y transformar la materia prima en material de construcción, su transporte, puesta en obra durante la construcción del hospital y por último su posible reciclado o reutilización al final de la vida útil.


Calidad del ambiente interior del hospital


La calidad del ambiente interior del hospital es algo que en el equipo de CASA SOLO se considera como prioritario en el diseño de infraestructuras de salud ya que unas condiciones apropiadas en el interior del hospital repercutirán directamente en una mejora de la estancia de los pacientes, visitantes y profesionales. Por este motivo tenemos en cuenta un abanico de parámetros que la certificación VERDE destaca para garantizar unos espacios interiores saludables.


En primer lugar debemos evitar las fuentes contaminantes interiores. Una muy frecuente son los materiales de acabado interior, se debe prestar especial atención a los adhesivos y pinturas, que pueden presentar una alta toxicidad.


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