La Inteligencia Artificial en el sector salud: oportunidades e inconvenientes
El sector sanitario está experimentando un proceso de grandes cambios y mejoras debido a la expansión e introducción de tecnologías. Impulsada especialmente por la pandemia de covid-19, todo el sector ha adoptado una dinámica de digitalización para llevar a cabo la implementación a gran escala de nuevas herramientas como la telemedicina, el Internet of Medical Things (IoMT), el machine learning y, especialmente, la inteligencia artificial (IA).
La forma en que se practica la medicina está cambiando gracias a la aportación de una infinidad de mejoras y oportunidades tecnológicas que benefician tanto a usuarios como a trabajadores del sector. Sin embargo, de la mano de todas estas posibilidades, aparecen una serie de inconvenientes y riesgos que debemos considerar para una correcta implementación de todas estas novedades.
Oportunidades:
- La integración de tecnologías de automatización e inteligencia artificial será fundamental para absorber el crecimiento de pacientes y patologías que se espera en los próximos humanos. Los recursos humanos disponibles serán difíciles de cubrir y se deberán realizar ciertas tareas con acciones de automatización, robots, máquinas e inteligencia artificial.
- Supone una mejora en eficiencia y productividad a lo largo de todo el proceso de atención al paciente. Se ahorran horas en procesos que, de otra forma, serían llevados a cabo por el personal sanitario. El personal asistencial puede liberar tiempo para centrarse en hacer aquello que solo ellos pueden hacer.
- Gracias a la Inteligencia Artificial se reducen los costes del cuidado médico y la seguridad del paciente, evitando errores de medicación y consiguiendo mayor velocidad y precisión en los diagnósticos.
- Se pueden reducir los recursos reduciendo los tiempos de espera (menos complicaciones y mortalidad) y el estrés de los sanitarios.
- Monitorización de pacientes y servicios de telemedicina. La tecnología permite predecir complicaciones y crear alertas y priorizaciones para los equipos médicos.
- Asistencia remota y con herramientas virtuales. Las enfermeras virtuales son aplicaciones de inteligencia artificial que asisten al paciente en cualquier momento que este lo desee mediante una aplicación que puede descargarse en un dispositivo móvil. En el auge de la pandemia COVID-19, algunos de estos autobots eran capaces de realizar un triaje del paciente y determinar si era un posible caso de contagio. La aparición de robot-assisted surgery (robots asistentes de cirugía) permite que paciente y médico puedan estar en ubicaciones geográficas distintas durante la operación.
- Terapias digitales y realidad virtual: La digitalización de procesos terapéuticos ya se ha implementado en los últimos años para determinadas patologías. Y en los próximos años asistiremos a un cambio de paradigma impensable hasta hace poco: los médicos, aparte de prescribir medicamentos o determinadas terapias de rehabilitación, ya han empezado a prescribir APPs.
- Soporte en el diagnóstico por la imagen. Algunos algoritmos desarrollados permiten la identificación de patologías en imágenes médicas con un alto nivel de precisión.
- Refuerza la medicina preventiva. Los algoritmos de IA son capaces de detectar la aparición de enfermedades de forma prematura, mejorando las posibilidades del paciente y permitiendo empezar el tratamiento cuanto antes. Es especialmente efectivo en el campo de la oncología, donde los programas son capaces de detectar posibles brotes cancerígenos. El superordenador Watson, de la empresa estadounidense IBM, es capaz de diagnosticar con un 83% de precisión el cáncer mediante su librería de imágenes, además de ofrecer posibles tratamientos al médico que corresponda.
- Posibilita una medicina personalizada, con tratamientos más precisos para cada paciente según sus necesidades.
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