Con un sector sanitario cada vez más cambiante, desde el año 2007 en Clínica Girona tenían el proyecto de construir un nuevo centro más grande que incorporara los últimos adelantos tecnológicos. El viejo edificio de la clínica, situado en la calle Joan Maragall, fue la primera de la ciudad de Girona fundada en 1934, integrada a la Red Hospitalaria de Utilización Pública (XHUP), actualmente SISCAT (Sistema sanitario integral de utilización pública de Cataluña).

La construcción del nuevo edificio empezó hace 3 años y medio en la entrada sur de Girona. El nuevo espacio de la clínica está formado por un edificio de 10 plantas, de las cuales 3 son subterráneas, con una ocupación de 41000 m2, triplicando el espacio de la antigua sede.  La irrupción de la pandemia de la Covid-19 produjo el retraso en la finalización del centro, que abrió sus puertas en abril del 2022.

El edificio incorpora innovaciones arquitectónicas que contribuyen al ahorro energético y la sostenibilidad.

Dentro de estas innovaciones de más eficiencia e innovación tecnológica, la ingeniería encargada del proyecto, conociendo las problemáticas del agua sanitaria, escogió un sistema de producción del ACS de forma instantánea y sin acumulación. 

Por una parte, en la instalación existe una recuperación de calor del sistema de climatización que permite un precalentamiento del agua de 45ºC.  El agua caliente que se produce en las enfriadoras, así como el agua calentada por las calderas se dirigen a la planta sótano donde se pasteuriza con dos equipos Legiopack de la empresa Micronela.   

Estos equipos son idóneos para el tratamiento, control y eliminación de la legionela desde una perspectiva ecológica. Este sistema no utiliza biocidas para el control de la legionelosis y, por tanto, preserva las características físico químicas iniciales del agua sanitaria destinada al consumo humano sin deteriorar las instalaciones, un aspecto muy importante para todo departamento de mantenimiento. Encajando aquí a la perfección en toda la filosofía del proyecto.