En los últimos años, el sector sanitario se ha visto especialmente sacudido por la incertidumbre e inestabilidad; impactando de manera directa en la salud y bienestar física y emocional de los profesionales del sector y de la sociedad. A través de los servicios no asistenciales, cada vez más visibilizados y valorados, es posible contribuir a la mejora del sistema.

La presión sobre el sector sanitario ha puesto sobre la mesa la necesidad de repensar el modelo de gestión hospitalaria. Un modelo, en el que resulta imprescindible el cuidado del bienestar de las personas y en el que, los servicios no asistenciales pueden interpretar un papel más que esencial.

Servicios como la limpieza, el mantenimiento o la gestión de instalaciones, así como el diseño de espacios, tienen el poder de transformar estos ambientes para convertirlos en lugares más confortables que impacten de manera positiva en las personas que los utilizan. Esto se debe a que cuando el personal sanitario y el no asistencial cooperan se logra un mejor servicio y atención.

Desde esta perspectiva, y basándose en 4 ámbitos de actuación, ISS impulsa el Bienestar Sanitario con el objetivo de reducir la presión hospitalaria mediante entornos que facilitan el trabajo de los profesionales y la recuperación de los pacientes, entornos más humanizados.

Especialización de los equipos y formación de los profesionales

Una de las claves para potenciar esta humanización pasa por invertir en una formación continuada y transversal, que tenga en cuenta tanto las competencias y procedimientos técnicos como humanistas.

Asimismo, los profesionales no asistenciales deben tener un conocimiento profundo del sistema de salud para poder aportar un valor añadido e impulsar una comunicación y coordinación fluidas y, así, aprovechar sinergias en favor del paciente.

Uso y beneficios de la aplicación de la innovación y la tecnología.

Los avances tecnológicos del sector permiten una mayor descentralización y optimizar los servicios de atención sanitaria. Sin embargo, es necesario que su implementación se base en un entorno de diálogo y tras la formación pertinente para asegurar su efectividad.

Seguridad: salud física y emocional de profesionales y pacientes

Los profesionales asistenciales y no asistenciales se encuentran sometidos a una enorme presión que puede pasar factura. Por ello, se ha de impulsar un sistema de gestión que incorpore planes de humanización, participación y mecanismos para atender a la seguridad y salud emocional de profesionales y pacientes.

Una nueva concepción, diseño y gestión de los espacios sanitarios

La arquitectura, ergonomía y diseño de los espacios también tienen un papel importante para el bienestar sanitario. Y es que, si las oficinas están evolucionando hacia una mayor diafanidad y modernidad, adaptándose a las necesidades de sus usuarios y con los beneficios que ello conlleva, ¿por qué no hacerlo también en los hospitales? Es el momento de dejar atrás las salas de espera frías, la disposición obsoleta de los elementos y la mala señalización.

Asimismo, y en relación con la salud emocional, con una nueva concepción física de los hospitales, enfocados a la reducción de ruido, la presencia de luz natural, la utilización adecuada de colores, y con entornos que recuerdan espacios naturales, se contribuye a reducir el estrés y mejorar la experiencia de los usuarios.

Hoy existe el convencimiento unánime de que la contribución de estos aspectos es esencial para garantizar los mejores resultados de la actividad estrictamente asistencial en los hospitales y la optimización de la salud y calidad de vida de profesionales y pacientes.

Sin embargo, resulta indispensable la implicación y compromiso de todos los eslabones de la cadena de la atención sanitaria, desde los procesos de licitación hasta las inversiones en planes de mejora, pasando por el día a día de los centros. Solo así será posible aprovechar los beneficios de una integración real de los servicios asistenciales y no asistenciales, en beneficio de la sociedad.