Situación actual de la seguridad eléctrica en las instalaciones hospitalarias
Fecha: Febrero 2018
Idioma: Castellano
Procedencia: BENDER Iberia
Web: ver aquí
Autor: Responsable de normalización. Experto en comités IEC, CENELEC y UNE
Introducción
Siempre ha tenido una especial prioridad en las instalaciones hospitalarias el evitar los efectos no deseados de la corriente eléctrica, y sobre todo en las situaciones en que el paciente se encuentra indefenso y especialmente expuesto.
Es evidente que un paciente sedado o anestesiado no puede reaccionar frente a un contacto eléctrico, pero si además el contacto se produce de forma invasiva sus efectos son más graves, al no existir la protección que supone la piel ya que la descarga eléctrica circulará con mayor facilidad hacía el corazón, pudiéndose producir desfibrilación cardiaca con una corriente inferior a 10 mA.
Además, la forma en cómo se protege al paciente, puede tener consecuencias no deseadas. La utilización de protecciones eléctricas y especialmente el uso de protecciones contra corrientes de defecto a tierra, los popularmente denominados relés diferenciales, producen el corte del suministro eléctrico, lo que es extremadamente peligroso cuando el paciente está conectado a equipos de asistencia vital.
Este es el motivo de que las instalaciones eléctricas en los quirófanos y en otras salas como las Unidades de Cuidados Intensivos, hayan requerido históricamente, de un tipo de instalación eléctrica especial.
Esquema IT de uso médico
El esquema IT de uso médico es la solución a esta problemática, que es una instalación en que la red eléctrica está aislada de tierra, por lo que si un paciente entra en contacto con un conductor eléctrico no circulará corriente a través de él, al no cerrarse el circuito por la tierra de la instalación.
Lo que se consigue mediante la instalación de un transformador de aislamiento, que no tiene neutro a la salida, alimentándose estas instalaciones entre fase y fase. Un ejemplo son los transformadores trifásicos con un primario en estrella de 3 fases más neutro con 400 Vac entre fase y un secundario en triangulo con 3 fases sin neutro con 230 Vac entre fases.
Esta situación ideal, puede verse alterada porque se produzca un primer fallo de este aislamiento a tierra, entonces en caso de una segunda fuga a tierra sí puede circular corriente a través del paciente al cerrase el circuito a través del primer fallo a tierra.
Para evitar esta situación es preciso instalar un detector de aislamiento que este supervisando de forma permanente las fugas a tierra y cuando se produzca una fuga alerte de que estamos en una situación de peligro. Esta información de alerta permite que el equipo médico pueda tomar las decisiones y actuar de forma adecuada, antes de la aparición de una segunda fuga, que produciría el disparo de la protección eléctrica correspondiente y el consecuente corte del suministro eléctrico en la instalación o en parte de ella.
Además, el personal de mantenimiento deberá actuar lo antes posible, para eliminar esta primera fuga y volver a la situación inicial de la instalación aislada.
Las soluciones mediante un esquema IT, también se utiliza en instalaciones en que hay que evitar el corte del suministro eléctrico, como en Centros de Procesos de Datos o en aplicaciones en que hay que evitar la parada del proceso productivo.
Pero los esquemas IT de uso médico tienen unos requisitos especiales, derivados de la necesidad de proteger al paciente de una situación vulnerable, anestesiado y con equipos invasivos conectados. Por ello tanto los transformadores como los detectores de aislamiento, para este tipo de instalaciones, deben de tener unas prestaciones específicas. Además, los equipos de electromedicina y los equipos utilizados en estas instalaciones, deben cumplir las normas específicas que garantizan su uso seguro eléctricamente, con respecto al paciente y al personal médico que los van a utilizar.
Históricamente los factores clave que han condicionado la evolución de las instalaciones hospitalarias, han surgido principalmente de los tratamientos médicos y los avances tecnológicos derivados de los mismos.
Dentro de estos avances tecnológicos hay que destacar los equipos de electromedicina, que aunque algunos ya se utilizaban a principios del siglo XX como las incubadoras, su uso más generalizado empezó en los años 70. Lo que obligo a las instalaciones a adaptarse a estas necesidades, dando lugar a la aparición de regulaciones en diferentes países al respecto.
En este sentido España fue uno de los países pioneros a nivel mundial, con en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión del 1973, y sobre todo con inclusión en la IT-25 de requisitos específicos para las instalaciones eléctricas en quirófanos, mediante la Orden ministerial del 19 diciembre de 1977.
El REBT 1973 obligaba al uso de una instalación a través de un transformador de aislamiento y se desarrollo una norma de ámbito nacional, para el transformador y el detector de aislamiento, publicada en febrero de 1978. Norma, que hace 40 años, también fue pionera a nivel mundial. Esta norma, la UNE 20615, fue actualizada en los años 1980 y 1985, incorporando algunos ensayos de producto.
A principios del siglo XX, la utilización de equipos electromédicos era cada más necesaria tanto en los quirófanos como en otras salas, por ejemplo, en las UCI, siendo cada vez mayor la dependencia del paciente al funcionamiento de estos equipos y a la continuidad del servicio eléctrico.
En este contexto se pública el REBT del 2002, que sustituye al del 1973, en donde se incluye de la ITC-BT38 sobre los requisitos particulares para las instalaciones eléctricas en quirófanos y salas de intervención, en donde se continuaba obligando a utilizar para los transformadores y detectores de aislamiento, como norma de producto, la UNE 20615.
Anteriormente, en el año 1998, se publica la UNE 20460-7-710:1998 sobre las Reglas para instalaciones en locales de uso médico, basada en los trabajos previos del comité IEC TC64 para la elaboración de la norma internacional IEC 60364-7-710:2002.
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