Fecha: 04/07/2018 Procedencia: La Vanguardia Web: ver aquí a “¡Tenemos salud de calidad, fresquísima, oiga!” Aunque parezca un anuncio extraño de un producto insólito en una lonja, en Sabadell pronto se podrían escuchar ofertas tan sugerentes como esta. El mercado Central de la ciudad inauguró ayer Metges de Capçalera (médicos de cabecera), la primera consulta médica privada de atención primaria que se abre en un puesto de un mercado en España. La propuesta va acompañada de innovación tecnológica, ya que se ofrece una atención a demanda del ciudadano sin hora programada. “Para agilizar las visitas y evitar las esperas innecesarias y las colas, disponemos de un sistema informatizado de “reserve su turno” con un código QR en el móvil del paciente que le informa de su turno a medida que avanzan las visitas. Así, pueden organizarse el tiempo para hacer la compra en el mercado y venir sin agobios a la visita”, detallan sus impulsores, los doctores Joaquim San José y Miquel Campo. También existe el tradicional formato de papel impreso, con la misma información. San José y Campo son veteranos doctores de cabecera que desde hace una docena de años dirigen dos consultas de medicina de familia en los barrios de la Creu Alta y el Centre de Sabadell, con un total de 12.000 pacientes. ¿Por qué han apostado por este formato? “No lo hemos hecho ni para ganar más dinero, ni para crecer por crecer. Era un sueño, una ilusión, que nació porque lo que nos mueve es tratar al paciente en su globalidad, ofreciéndole el máximo de proximidad y comodidades para que se cuide y viva saludablemente”, apunta San José.  

El objetivo es acercar la atención sanitaria a los ciudadanos para que les resulte más fácil acudir a la consulta

Todo surgió de manera casual. “Un día me encontré a unas señoras mayores en la puerta del mercado y me comentaron que tenían que venir a visitarse, pero que nunca encontraban el momento. De broma, les dije que tendría que abrir una consulta aquí. Le trasladé la idea a Joaquim y tras un año de mucho trabajo, aquí estamos”, recuerda Campo. El diseño del local recuerda al del puesto de mercado de toda la vida, con una persiana de lamas blancas, que se integra perfectamente en esta lonja construida en 1930 y que cuenta con una setentena de puestos. Tras meses de reforma, una antigua churrería ha dado paso al consultorio, que junto a una pequeña sala de espera suman 14 m². Los facultativos ofrecen un amplio horario de mañana y tarde para hacer revisiones médicas y consultas por enfermedades agudas y crónicas, así como prevención y promoción de la salud. Los sábados por la mañana ofrecen extracción y análisis de sangre. Los médicos planean ofrecer un precio más rebajado a los comerciantes. “Nos queremos comprometer con los valores de los hábitos saludables que simboliza el mercado, con su oferta de productos frescos y de máxima calidad, y queremos devolverle ese buen trato con mejores prestaciones”. San José es instructor de reanimación cardiopulmonar por el Consell Català de Ressuscitació y como en la lonja hay un desfibrilador quiere “ofrecer cursos al personal para que sepan utilizarlo, ya que ante un ataque al corazón o un ictus, los segundos que pasan son vitales”. Garantizan que ante una urgencia sanitaria en el mercado “actuaríamos sin pensarlo; somos médicos y nuestro compromiso es socorrer”. Los vendedores consultados están ilusionados con el proyecto, por el ahorro de tiempo que les puede suponer. “Trabajamos con cuchillos afilados. Pero ahora nos sentimos más protegidos sabiendo que hay doctores a pocos metros”, dice una pescadera. “Aquí hay puestos que son micronegocios, con una sola persona atendiendo. Si tiene que ir al médico, pierde buena parte de la mañana y, por lo tanto, las ventas se resienten. Con este consultorio todo será más fácil”, reflexionan las dependientas de los embutidos Andreu, frente al consultorio. “Tendremos que crear una promoción especial de un nuevo almuerzo para recuperar fuerzas después de la extracción de sangre”, bromean, ante esta nueva línea de negocio.