En el ámbito de las residencias y centros sociosanitarios, garantizar el bienestar integral de las personas mayores no puede limitarse únicamente a la atención médica o asistencial. La alimentación, como parte esencial del cuidado diario, desempeña un papel clave no solo en la salud física, sino también en el equilibrio emocional y cognitivo de los residentes. Cada vez más estudios confirman que una dieta equilibrada y adaptada incide directamente en el estado de ánimo, la memoria y la calidad de vida.