La batería es la única fuente de energía eléctrica disponible para garantizar la continuidad del suministro eléctrico a las cargas críticas en caso de interrupción de la alimentación principal. Las baterías representan una parte significativa de la inversión que se realiza al adquirir un Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI), superando en ocasiones el 50 % del coste total, por tanto, al usuario le interesa, tanto desde el punto de vista funcional como económico, garantizar que la batería está siempre en óptimas condiciones.

La realización de tareas de mantenimiento y servicio de forma habitual contribuye a optimizar el funcionamiento de las baterías. Es importante entender los factores que afectan a la vida de las baterías, las funciones que se pueden incorporar al diseño del SAI, y qué pasos se pueden seguir para garantizar que la batería está totalmente disponible cuando es necesaria.