1.000 millones de euros será la cantidad que el Gobierno de Catalunya recorte en sanidad pública. Un 10% de su presupuesto anual. Según La Nueva España, la caída de ingresos por la crisis obligará a todas las autonomías a abordar recortes y ajustes en su sistema de salud, aunque, según los expertos a los que han consultado, no seguirá el método de la Generalitat catalana. Sostienen que la adopción de medidas debe partir del Gobierno central mediante una reforma del Sistema Nacional de Salud, y no de forma unilateral desde una comunidad autónoma.

Los hospitales catalanes tendrán que recortar su presupuesto entre un 8 y un 16%, con lo que perderán dos mil camas, algunos centros cerrarán plantas enteras a lo largo del próximo verano y se quedarán sin empleo cerca de 10.000 de los 70.000 trabajadores de su sistema de salud, que se dividen en tres grandes bloques: 34.000 trabajan para el Instituto Catalán de Salud, 20.000 para el sector concertado, al que la Generalitat contrata aproximadamente el 25% de sus servicios, y 16.000 en consorcios públicos y en centros sanitarios vinculados bien a las diputaciones provinciales o a entidades de ámbito municipal. Las mutuas privadas, además, tienen un peso importante en el sistema sanitario catalán.
Expertos aseguran que la crisis obligará a todas las autonomías a abordar ajustes sanitarios