A mediados de noviembre el hospital abrirá este espacio con 25 camas para los enfermos que no precisen ser ingresados varios días El Rosell está preparando una nueva sala de preingreso o de corta estancia para aliviar la presión que soporta la puerta de Urgencias. Este espacio se ubicará próximo a ésta última en el hueco que antes ocupaban parte del servicio de Rehabilitación, que ha sido trasladado al hospital Naval, la capilla del hospital y el servicio de Neurofisiología y algunos órganos colegiados como el comité clínico y el jefe de estudios, entre otros. Antes del verano ya se hizo el traslado de la capilla a la planta baja del hospital y ya se ha celebrado la misa allí. Además en julio comenzó a reformarse parte del servicio de Rehabilitación para poder desplazarlo al hospital de Tentegorra próximamente. Los órganos colegiados se trasladarán al aula de Informática ubicada cerca de la entrada principal del centro sanitario. "El gimnasio del Naval está muy bien dotado y hemos contratado un médico rehabilitador nuevo porque el que tenían allí se ha marchado", indicó el gerente del Rosell, José Miguel Artero Galán. La sala de preingresos es una iniciativa que se puso en marcha en la Arrixaca el pasado año con éxito. La sala, actualmente en obras, tendrá capacidad para acoger entre veinte y veinticinco camas. El objetivo de este nuevo espacio es doble: por una parte servirá para acoger a aquellos pacientes que deben ser ingresados y están pendientes de que queden camas libres, con lo que se ubicarán en la sala de preingresos en lugar de estar en los pasillos; y por otro lado servirá para dar asistencia a aquellas personas pendientes de ingreso, pero cuya estancia se presupone será corta, entre 24 y 48 horas, argumentó Artero. En este último apartado, el gerente del hospital puso como ejemplo a aquellas personas que sufren un cólico nefrítico, patología que requiere 24 horas de observación en el hospital o el de un enfermo con bronquitis crónica que esté des

compensado. El objetivo de la dirección del hospital es inaugurar la sala de preingresos a mediados de noviembre, justo antes de que empiecen a detectarse las incidencias por el virus de la gripe y los cambios de temperaturas que afectan sobre todos a los mayores con enfermedades crónicas. Artero confía en que los enfermos no tengan que estar encamados en los pasillos. "Hay que evitar el colapso que hemos tenido el invierno pasado. Pienso que esta sala puede ser efectiva, aunque nunca se sabe cómo funcionará hasta no ponerla en marcha", advirtió. Para la apertura, la dirección ya hizo una previsión de facultativos que han trabajado en verano y seguirán en el centro. Altas médicas e informaciónA la nueva sala se unen otras iniciativas ya en funcionamiento como el plan de agilización de altas que incluye una sala con diez o doce camas para acoger a enfermos que ya tienen el alta médica, pero que tardan un tiempo en abandonar el hospital en espera de que los recojan sus familiares. Además se puso en marcha este año un sistema de información en Urgencias con tres personas que informar a pacientes y familiares sobre todas sus dudas y sobre el funcionamiento del servicio. (La opinión de Murcia)