Hoy todos los centros públicos y concertados catalanes tienen que tener ya definido su plan de reducción de gastos, actividad y plantilla para ajustarse al recorte presupuestario global del 10 por ciento dictado por el Departamento de Salud de la Generalitat (unos mil millones de euros), por lo que patronales y sindicatos están buscando (a través de observatorios específicos) la información individualizada para poder sumarla y hacerse una idea de la magnitud y el impacto total real en el conjunto del sistema. El motivo: no se fían de la información que les facilita la Administración. La negativa del consejero de Salud, Boi Ruiz, a concretar los recortes y a aceptar que afectarán a la calidad asistencial y a las plantillas (sólo lo ha aceptado en el caso de las listas de espera y los interinos) ha provocado esa movilización, prueba de la desconfianza que impera actualmente entre los colectivos de gestores y trabajadores.

Según ha explicado Antoni Gallego, secretario general de Médicos de Cataluña, "ha llegado el momento de explicar la realidad en detalle. Eran inconcretos y lo han perfeccionado con mayor espacio dialéctico pero igualmente sin concretar nada". Ha recordado que Ruiz se comprometió a negociar con los médicos (en una mesa alternativa al Consejo de la Profesión Médica de Cataluña) los recortes para que no llegasen a afectar a la relación del colectivo con los pacientes ni a la calidad, pero por ahora "sólo dice que no hay medidas sobre la mesa".
Patronales y sindicatos están intentando recoger las medidas de ahorro centro por centro para poder conocer la magnitud y el impacto total real de los recortes, al no fiarse de la información que facilita Salud
Carme Navarro, secretaria de Sanidad de CCOO de Cataluña, ha dicho que "el consejero insiste en que la calidad no resultará afectada, que la gente sólo tendrá que esperar un poco más y lo demás consistirá en reorganizar servicios, mayor eficiencia en los gastos corrientes y cerrar algún quirófano y algunas camas. Niega medidas concretas, pero nuestros delegados en siete centros ya nos han dicho que les han anunciado ERE y estamos recogiendo problemas concretos en varios centros que ponen en riesgo la calidad (...). Que no nos sigan diciendo que no se va a rebajar la calidad".

Catac-CTS ha denunciado que a 24 horas de su aplicación "se siga ignorando el alcance real de los recortes". Satse también se ha quejado de la "inconcreción" de las medidas de reajuste y de que la información se les haga llegar "con cuentagotas". Ha pedido a los directivos de los centros que elaboren las propuestas de reducción "conjuntamente con los profesionales, que son los que pueden salvar al sistema sanitario de esta crisis".

UGT de Cataluña, por su parte, ha denunciado que reducir personal, cerrar quirófanos y plantas de hospitales y no emprender reformas necesarias para dar servicios sanitarios dignos a la ciudadanía "supone romper el pacto parlamentario de 1990 de todos los grupos políticos, que garantizaba la atención sanitaria integral". A su juicio, "las medidas significarán sin ningún tipo de duda un empeoramiento de la calidad asistencial (...). Las primeras consecuencias serán más listas y tiempos de espera, un colapso del sistema y la ruptura de la cohesión social".