Gestión higiénica y ergonómica del ciclo de lavado en el sector sanitario

Landry Guillochon, Electrolux Professional | MARZO 2025
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No es nada fácil realizar una gestión del ciclo de lavado a prueba de fallos en el ámbito de la atención sanitaria. Una medida de defensa importante es elegir la solución de lavandería adecuada, porque la ropa sucia y otras prendas, como uniformes, mopas y paños de limpieza, son posibles vehículos de propagación de infecciones.

Aunque la máxima prioridad del sector sanitario es proporcionar la mejor atención al paciente, dado el gran volumen de colada que se maneja cada día, también hay que tener en cuenta el impacto operacional sobre el personal de lavandería. Entonces ¿cómo pueden los responsables de las lavanderías en sanidad lograr el equilibrio óptimo entre prevención de infecciones y funcionamiento ergonómico?

 

Confía en la barrera sanitaria

La efectividad de cualquier tratamiento de las coladas sanitarias debe tener como epicentro una barrera física entre el lugar donde se acumula la ropa sucia y el recinto donde se guarda la ropa limpia.

La ropa usada se debe recoger y preclasificar cuanto antes, si es posible en origen (la cama del paciente). A continuación, hay que trasladarla de forma segura y protegida a la zona sucia de la lavandería y distribuirla en tandas antes de cada ciclo de lavado.

Las soluciones de lavado más efectivas para el sector sanitario son, sin duda, las lavadoras de barrera sanitaria. Estas ayudan a mantener una barrera física entre las zonas sucia y limpia de la lavandería, evitando el riesgo de contaminación accidental de la ropa limpia y, por tanto, garantizando la aplicación de un sistema de análisis de riesgos y control de la biocontaminación (RABC).

Además de las ya conocidas características de prevención de infecciones que debe tener una lavadora de barrera sanitaria, también conviene considerar su impacto en los operarios de la lavandería. Los grandes centros sanitarios pueden procesar cada día cientos de kilogramos de ropa sucia, cuyo peso habrá aumentado al final del ciclo de lavado por el elevado contenido de humedad antes del secado.

Con la gran capacidad de muchas lavadoras de barrera sanitaria actuales, la manipulación diaria de voluminosas cargas de ropa mojada supone un verdadero riesgo laboral que al cabo del tiempo puede provocar numerosas lesiones musculoesqueléticas.

Antes de invertir en una lavadora de barrera sanitaria nueva, vale la pena contrastar modelos con diseño ergonómico. Por ejemplo, la serie Línea 6000 Pullman de lavadoras de barrera sanitaria está diseñada para minimizar el esfuerzo y la tensión del operario, con la ventaja añadida de que ofrece numerosos programas higiénicos fiables.

Con 70, 90 o 110 kg de capacidad de peso en seco, todos los modelos llevan un tambor con doble compartimento que al final de cada ciclo queda automáticamente en la posición segura para descargar grandes volúmenes de ropa mojada. La función Auto Inner Door Opening ofrece máxima seguridad al operario gracias a la preapertura de las puertas interiores del tambor al final de cada ciclo de lavado. El tambor también está dividido en dos partes para facilitar la descarga con ayuda de la gravedad, más segura para el operario. A ello se añade la gran apertura de la puerta, que permite a dos operarios descargar la lavadora eficientemente sin que nada caiga al suelo y haya que volver a lavarlo.

Gracias a estas innovadoras características de diseño, la serie Pullman ha obtenido la prestigiosa calificación de 4 estrellas por la interacción física y cognitiva entre el usuario y el equipo que otorga ErgoCert, el primer organismo acreditado internacionalmente para la certificación ergonómica.

 

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