El Hospital del Mar está ultimando los últimos detalles de la puesta en marcha de su nuevo edificio, un gran paso hacia la total transformación del hospital, que se prevé completar en 2030. Después de poco más de un año y medio de trabajos, desde el inicio de los derribos en julio de 2022, los primeros servicios y unidades entran en funcionamiento en un proceso gradual que se extenderá hasta finales de año. Así, la ampliación del Servicio de Urgencias y la unidad de hospitalización materno-infantil ya están recibiendo pacientes.

El nuevo edificio suma 22.500 m² de superficie construida, con los cuales el centro gana 75 nuevas camas de hospitalización. El siguiente paso es el proyecto de la tercera fase de la ampliación. Por el momento, se está finalizando el plan funcional de estos espacios. La última actuación, la tercera fase, se prevé que estará finalizada en el año 2030 y consistirá en un edificio gemelo, con el cual se ganarán 100.000 m² de superficie y 144 camas, hasta cerca de 550 en total. A todo ello se suma que en las próximas semanas se inaugurará el nuevo Hospital Evangélico, con casi 200 camas, que ampliará la capacidad de hospitalización intermedia para pacientes procedentes del Hospital del Mar.

Un hospital que se adaptará a los retos del sistema de salud, como explica la Dra. Olga Pané, gerente del Hospital del Mar. "Una población cada vez más envejecida, con una sociedad que alcanzará los 100 años, las nuevas herramientas tecnológicas y la emergencia climática nos conducen a un cambio en el modelo asistencial, con un mayor peso de la atención ambulatoria y a domicilio", explica.

La evolución de las obras

Los trabajos de construcción han estado a cargo de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Acciona, Agefred Group, Serom y Villa-Reyes. Han contado con un presupuesto de casi 73 millones de euros, en parte financiados por el programa REACT-EU de los fondos europeos FEDER, como respuesta a la pandemia de la COVID-19. En este sentido, en el año 2022, el gobierno de la Generalitat autorizó al Servei Català de Salut a realizar gastos con cargo a presupuestos futuros por valor de 85,6 millones de euros para financiar esta obra y parte del equipamiento. De igual manera, el 13 de enero de 2022, la Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó la dotación de una partida de 7,7 millones de euros para cofinanciar esta actuación, que alcanzan los 13 millones si se añaden las inversiones realizadas en el proyecto de la obra y los trabajos previos.

El proceso de construcción se puso en marcha en julio de 2022, con la demolición de los antiguos pabellones, situados en el área donde se levanta el nuevo edificio y construidos entre los años 1914 y 1929. En total, desaparecieron 5.500 m² de edificaciones y se excavaron más de 40.000 m³ de tierra. Uno de los principales problemas durante esta fase de excavación fue el descubrimiento de grandes rocas no detectadas en el subsuelo, lo que retrasó los trabajos. Para hacer frente a esto, se ha trabajado en turnos de 24 horas, los siete días de la semana. Todo esto, con el resto del hospital en marcha, sin que se haya producido ningún incidente que afectara su funcionamiento habitual ni la salud de usuarios y profesionales.

Durante la fase de cimentación, fue necesario bombear más de un millón de metros cúbicos de agua a través de dieciséis puntos de bombeo con el fin de rebajar el nivel freático y poder asentar el edificio. Para acelerar la construcción, se ha utilizado una metodología innovadora, con una amplia utilización de elementos modulares, que convierten a este edificio en uno de los más grandes de Europa construido de esta manera. De hecho, es la estructura prefabricada multinivel más alta del país. En total, se ha utilizado más de 11.000 m³ de hormigón. También se ha empleado el método LEAN y BIM (Building Information Modeling, BIM), un sistema tridimensional y dinámico de modelado de espacios e instalaciones para potenciar los trabajos técnicos de diseño, evitando errores y eliminando ineficiencias. Todo ello se ha llevado a cabo con la contratación de más de 400 personas, con el trabajo simultáneo de más de 300 obreros y obreras.

Calendario de apertura

El pasado 13 de marzo se pusieron en marcha las nuevas instalaciones de la ampliación del Servicio de Urgencias, que duplica su superficie, pasando de menos de 2.600 m² con la fase anterior de ampliación a casi 5.200 m². Se ubica en él la atención de urgencias de Pediatría, Psiquiatría, especialidades quirúrgicas y Cirugía Ortopédica y Traumatología. En total, se incorporan 72 puntos de atención y consultas, con disponibilidad para ampliar la capacidad, respecto a los 43 actuales. También se empezó a hospitalizar pacientes en la nueva área materno-infantil, que cuenta con habitaciones familiares y una unidad de neonatos. Las siguientes en recibir pacientes serán las plantas de hospitalización de las especialidades médicas y quirúrgicas. Para llevar a cabo los traslados, ha sido necesario reforzar los equipos humanos para garantizar que se mantenga en todo momento la atención a las personas ingresadas.

A lo largo de los próximos meses entrarán en servicio el nuevo bloque quirúrgico, que contará con cuatro quirófanos de última generación, preparados para intervenciones de alta complejidad y en los cuales se podrán realizar TC (Tomografía Computarizada) y resonancias magnéticas, y que estarán preparados para las necesidades de la cirugía robótica. También se dispondrá de una nueva área de preingreso, que permitirá a los familiares acompañar a los pacientes hasta la puerta del quirófano. Este bloque estará conectado a la nueva Unidad de Cuidados Intensivos, con diecinueve camas. Más adelante, se trasladará el Servicio de Oftalmología, que dispondrá de un espacio de 1,000 m², acercándolo del Hospital de la Esperanza a su población de referencia, los distritos de Ciutat Vella y de Sant Martí. Además, se ampliará el espacio para algunos servicios de soporte, como Anatomía Patológica y Farmacia, que robotizarán sus instalaciones. El nuevo Hospital del Mar tendrá un helipuerto para atender a los pacientes graves susceptibles de atención altamente especializada. El calendario de apertura se ha establecido teniendo en cuenta las obligaciones marcadas por la financiación europea.

Un proyecto creado con los usuarios

El nuevo edificio se diseñó y construyó teniendo en cuenta las necesidades de los usuarios, pacientes, familiares y profesionales, quienes participaron a través de un innovador proceso de cocreación. De esta manera, se han creado espacios donde pueden disfrutar de intimidad y seguridad, salas de espera y de relajación para olvidar que se está en un hospital, con zonas de jardín para disfrutar de la naturaleza y un área de juegos para pacientes pediátricos, además de haber habilitado baños para familiares en todas las plantas. También se contará con acceso a wifi en todo el edificio.

Las habitaciones disponen de luz natural, control lumínico y se ha creado un mobiliario específico funcional y adecuado, así como una tableta electrónica al pie de la cama, que funcionará como elemento de trabajo para los y las profesionales y como punto de ocio para los pacientes. Al mismo tiempo, servirá para ofrecerles consejos de salud. A su vez, las personas ingresadas dispondrán de un armario frente a su cama con acceso a través de teclado numérico.

Las plantas de hospitalización tienen espacios y pasillos amplios, y se ha situado el control de enfermería en puntos céntricos para facilitar la comunicación con los pacientes. Un aspecto a destacar ha sido el esfuerzo de humanización de los espacios, un proceso en el que se ha contado con la participación del artista Perico Pastor, usuario del Hospital del Mar, que ha sido el encargado de decorar con una docena de obras originales los baños de todas las habitaciones. Como él mismo explica, "el arte es para compartir y para acompañar. Así que imagina que vas a un hospital y, cuando vas todo triste al baño, te encuentras con una pintura, ¡una obra de arte!".

Hospital verde y adaptado a las lecciones de la pandemia

El nuevo Hospital del Mar tendrá en cuenta las necesidades detectadas durante la gestión de la COVID-19. Incorpora criterios de flexibilidad y adaptación de los espacios, así como de separación de circuitos (ascensores separados para profesionales y para usuarios, por ejemplo). Para hacer frente a una futura necesidad de ampliar la capacidad de hospitalización y de cuidados intensivos en un tiempo muy corto, se ha diseñado un edificio más flexible, con más capacidad y adaptable para transformarse en un hospital centrado en el tratamiento de pacientes afectados por una patología con alto riesgo de contagio, como la COVID-19.

El equipo de diseño también ha tenido en cuenta la sostenibilidad y ha apostado por la reducción de los residuos generados y por el ahorro energético y de consumos, con un edificio concebido para ser totalmente respetuoso con el medio ambiente. Se instalarán 1.600 m² de placas fotovoltaicas en la cubierta para generar electricidad y cubrir el consumo propio, y se mantiene la apuesta por la red de distribución de agua caliente sanitaria y de climatización Districlima, que ya ha logrado un ahorro del 41% en las emisiones de CO2 por m² del Hospital del Mar. Ahorros que se verán favorecidos por la utilización de iluminación LED de alto rendimiento y otras aplicaciones para el control de la luz y de la climatización, incluso en los ascensores. A esto se suma la construcción de una doble piel en la fachada con lamas de protección solar, adecuadas a la orientación solar para aprovechar la luz natural y minimizar el calor, hecho que reforzará la ventilación interior cruzada con patios interiores y permitirá que entre la luz exterior a todo el edificio.

Las terrazas tendrán cubiertas vegetales, de 2.700 m² de superficie, con lo cual se reducirá la huella de carbono en 2.169 toneladas de CO2 al año, generando frescor y sombras y evitando el efecto isla de calor dispersándolo. También se crearán jardines terapéuticos para los pacientes. Por último, se aprovecharán las aguas de la lluvia y se han utilizado materiales de construcción de proximidad, así como madera certificada. Todo ello ha permitido obtener la certificación LEED Gold (Leadership in Energy & Environmental Design), que certifica su excelencia en sostenibilidad.