Siete formas en las que los sistemas inteligentes pueden contribuir a aumentar la resiliencia hospitalaria
Este artículo fue publicado originalmente en el Blog Global de Schneider Electric.
Tal como ha dejado sorprendentemente claro la actual pandemia, la resiliencia de los hospitales, su flexibilidad y adaptabilidad frente a circunstancias difíciles importa más que nunca.
Recientemente, hemos organizado un debate sobre resiliencia hospitalaria que contó con la participación de 20 profesionales de la salud.
Entre las ideas que surgieron, destacaron algunas como la siguiente: “resiliencia significa tener la capacidad de anticiparse y estudiar el alcance completo de los incidentes que pueden afectar a un sistema de salud, además de contar con la infraestructura necesaria para resistir, absorber o recuperarse de cada crisis”.
Estoy de acuerdo con esta afirmación. Desde mi punto de vista, los sistemas de salud mejor posicionados para las extremas demandas del futuro serán aquellos cuyas operaciones clínicas y no clínicas estén diseñadas para responder de forma rápida y efectiva a cualquier amenaza natural o provocada por el hombre que se les presente.
En nuestra área, el ámbito no clínico, esto implica planificar y trabajar para optimizar un entorno construido y una infraestructura de gestión de operaciones de las instalaciones que pueda sostener, reactivar y reemplazar todos los sistemas que impulsan las operaciones clínicas y las funciones financieras de la organización.
La resiliencia hospitalaria empieza en el entorno
Afortunadamente, los actuales sistemas de gestión de las instalaciones, cada vez más inteligentes, permiten alcanzar un alto nivel de resiliencia hospitalaria. A continuación, listo los 7 aspectos relacionados con el entorno construido más importantes para la resiliencia de la atención médica. Abordaremos en detalle cada uno de ellos en futuros artículos.
- Más operaciones remotas
De la misma manera que los hospitales están transitando de la presencialidad a la telemedicina para frenar la propagación de las enfermedades infecciosas, las organizaciones resilientes ampliaran su capacidad de gestionar y resolver los problemas operativos de los edificios de forma remota, reduciendo la necesidad de que un equipo de gestión de las instalaciones esté físicamente presente en ellos.
- Fiabilidad y disponibilidad de la energía
Todo sistema de salud debe ser resiliente ante la inestabilidad de la red. Si esta pierde energía, ¿con qué redundancias cuenta el sistema para mantener a los pacientes protegidos y a los sistemas clínicos en marcha? Las organizaciones utilizarán microgrids y otras tecnologías renovables para garantizar su resiliencia energética en cualquier momento.
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