Este artículo es una traducción de la entrada del blog “Designing for Neurodiversity in Pediatric Healthcare Spaces” del estudio de arquitectura americano HOK. Agradecemos a HOK la posibilidad de traducir este artículo.

Nuestros clientes son cada vez más conscientes de la necesidad de contar con entornos sanitarios pediátricos que favorezcan la diversidad y las diferencias de funcionamiento neurocognitivo.

Las personas cuyos cerebros funcionan de forma distinta a los estándares dominantes en la sociedad pueden padecer una serie de trastornos como el TDAH, el autismo, la dispraxia y la dislexia. Muchos reaccionan a los estímulos sensoriales del espacio que les rodea de formas diferentes, que van desde el hipo a la hipersensibilidad.

Los niños neurodiversos son más propensos a tener problemas de salud concurrentes y a pasar más tiempo en centros sanitarios. Los niños autistas, por ejemplo, son más susceptibles de padecer trastornos gastrointestinales, epilepsia y problemas crónicos de sueño.

Los problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, también son más frecuentes en estos niños. La pandemia se cobró un alto precio al alterar sus rutinas y elevar los niveles de estrés.

Diseño inclusivo

Las estrategias de diseño más eficaces para una población neurodiversa requiere diferentes opciones que favorecen la estimulación sensorial de las personas asó como su experiencia sanitaria.

Estas estrategias dan prioridad a:

• Claridad (minimizar el desorden visual y la actividad)
• Repetición
• Previsibilidad
• Líneas de visión y orientación claras
• Acceso al exterior

Control del entorno

Mientras que la iluminación, el ruido y los niveles de temperatura pueden tener sólo un impacto menor en los pacientes neurotípicos, estos pueden causar grandes trastornos a los niños que son hipersensibles a esos estímulos.

Dar a los niños un mayor control sobre su entorno inmediato puede ayudarles a lidiar con el estrés de una visita a la consulta del médico o al hospital. Las estrategias de diseño incluyen:

• Incluir una iluminación regulable y no fluorescente que los pacientes puedan controlar.
• Eliminar los aparatos y equipos ruidosos, sobre todo los que se ponen en marcha automáticamente, como las válvulas de descarga automática de los inodoros, los secadores de manos eléctricos, los dispensadores de toallas de papel, los sistemas de megafonía y las puertas sin contacto.
• Colocar y permitir controles de temperatura individuales en cada habitación.

Espacios tranquilizadores

Las estrategias para diseñar espacios sanitarios pediátricos tranquilizadores incluyen:

• Proporcionar zonas de terapia con mascotas y habitaciones y espacios de juego sensoriales y de baja estimulación.
• Muchos pacientes pediátricos se sienten reconfortados por una sensación de encierro que no se encuentra en las habitaciones tradicionales de los pacientes. Incluir muebles móviles, permitir la posibilidad de colocar la cama del paciente en una esquina de la habitación o añadir un espacio de juego cerrado puede resultar terapéutico.
• El uso de camas en las habitaciones de los niños puede proporcionar un espacio adicional para que un padre se acueste en la cama junto a un niño inquieto.
• Incluir asientos terapéuticos con balancín y columpios en sus habitaciones puede ayudar a los niños a relajarse.
• Los niños hipersensibles a los estímulos pueden beneficiarse del diseño de secuencias de entrada tranquilas y de espacios protegidos de las zonas de juego activas.
• Los temas de color coherentes y la orientación intuitiva pueden crear una sensación de calma y control para los pacientes.