¿Qué ocurre si te pasas toda la vida intentando abrir puertas para diestros siendo zurdo? ¿Y si siempre tienes que agachar la cabeza para pasar por las puertas? ¿O si tu silla de ruedas nunca se adapta al resto de los asientos? Cuando se recorre un espacio público, la lista de frustraciones puede ser muy larga para cualquiera que difiera ligeramente de la imagen que la sociedad tiene de la persona media. Durante décadas, los espacios públicos se han diseñado para adaptarse a una definición demasiado simplificada de la normalidad. Ahora, más que nunca, es el momento de hacerlo mejor. Es hora de celebrar nuestras diferencias y diseñar un mundo que se sienta inclusivo para todos los ámbitos de la vida. Es hora de reimaginar los espacios públicos en para que todos se sientan igualmente bienvenidos. En el siguiente artículo, exploraremos este concepto, especialmente en lo que respecta al mobiliario de los lugares públicos.

¿Qué es el diseño inclusivo?

Es una forma de proyectar que incluye a todas las personas, independientemente de su salud, capacidad, edad, cultura y etnia, sexo y género, clase y estatus socioeconómico, y uso preferido del espacio.

El diseño inclusivo adquiere cada vez más importancia a medida que el planteamiento de los espacios públicos pasa de centrarse en los edificios y las instalaciones a un tipo de creación de espacios más holístico. Gracias a ellos, las personas podrán vincularse con el lugar y crearán comunidades más sostenibles, en lugar de pasar por ellos de forma meramente transaccional.

Estrategias para elaborar un diseño inclusivo

Estos son algunos ejemplos generales de cómo se ve el diseño inclusivo cuando se implementa en el espacio público.

1.- Accesible para discapacitados

Mediante puertas más anchas, rampas, espacios para sillas de ruedas o asientos elevados con reposabrazos.

2.- Espacios tranquilos

Proporcionar espacios tranquilos y bien pensados para personas que padecen enfermedades, estrés o que simplemente quieren estar solos sin sentirse aislados o inseguros.

3.- Un lugar acogedor

Proyectar lugares que fomenten la estancia prolongada de los ciudadanos en períodos de descanso y recuperación, en vez de utilizar un diseño hostil que les genere rechazo.

4.- Atractivo para las familias

Atraer a las familias proporcionando instalaciones de juego y componentes lúdicos como por ejemplo el mobiliario del espacio público, incluyendo zonas para los cochecitos.

5.- Refrigerios o puntos de conexión

Pensar en el uso de los espacios por parte de las personas a lo largo del día, considerando los refrigerios o los puntos de conexión digital.

6.- Orientación clara

Hacer que los lugares sean fáciles de recorrer con una distribución clara para que las personas mayores, tal vez con problemas de vista o demencia, puedan orientarse fácilmente.

7.- Incluir a los jóvenes

Incluir a los jóvenes en el diseño de los lugares para que tengan un lugar donde estar y socializar sin que se sientan mal recibidos por otros sectores de la sociedad.

8.- Respetar las minorías culturales

Abrir los espacios a todas las culturas teniendo en cuenta la distribución, el mobiliario y la rotulación de los espacios.

9.- Diseño para la seguridad y la protección

Los diseños tienen que garantizar la seguridad y protección de todas las personas, garantizando la igualdad de condiciones para todos los colectivos.

El mobiliario público en el diseño inclusivo

El diseño y la colocación estratégica del mobiliario público puede apoyar el diseño inclusivo de muchas maneras.