La pandemia de COVID-19 ha unido a los sistemas sanitarios de todo el mundo con un propósito común: garantizar la capacidad de ayudar a los afectados por el coronavirus y minimizar su impacto en la salud y el bienestar de las personas y sus comunidades.

Nunca antes los hospitales y las organizaciones sanitarias se han visto obligados a cambiar tan radicalmente en un periodo de tiempo tan corto. La crisis sanitaria causada por la  COVID-19 ha actuado como un perturbador radical de la forma "normal" de hacer las cosas, acelerando las transformaciones en la asistencia sanitaria a un ritmo sin precedentes. Hemos visto cómo los servicios de cuidados críticos se transformaban mediante el uso de tecnologías digitales; cómo las organizaciones han mejorado rápidamente la formación de su personal y han movilizado a los cuidadores voluntarios a gran escala; soluciones arquitectónicas creativas para gestionar los flujos de entrada y salida de los hospitales en el marco del control de las infecciones; entre otros.

En muchos casos, estos cambios han supuesto un rediseño fundamental de los servicios, con profundas implicaciones tanto para el personal como para los pacientes. Aunque el principal catalizador del cambio ha sido la necesidad urgente de controlar la enfermedad y su propagación, cabe destacar que algunos de estos cambios venían siendo, durante mucho tiempo, prioridades para los sistemas sanitarios, en las que ya se había avanzado poco antes de la pandemia.

La pandemia ha proporcionado un nuevo contexto que ha permitido que los supuestos y las normas que se habían mantenido durante mucho tiempo sobre cómo debe prestarse la atención sanitaria se reexaminen urgentemente y, si es necesario, se modificaran. Para ayudar a aprovechar los beneficios de estos cambios, la Federación Internacional de Hospitales (IHF) creó el Grupo de Trabajo "Más allá de COVID-19".

Este grupo de trabajo integrado por miembros de la IHF y socios estratégicos de toda la comunidad sanitaria internacional, se encargó de apoyar a los hospitales para que adoptaran las prácticas realizadas durante la pandemia de COVID-19, que han transformado de forma beneficiosa los servicios sanitarios y que, por tanto, deberían mantenerse en el futuro. El presente informe, basado en las experiencias de los miembros del Grupo de Trabajo y sus redes, ofrece una serie de reflexiones - acompañadas de una selección de casos de estudio - que documentan cómo los hospitales pueden adoptar nuevas formas de prestar asistencia sanitaria, al tiempo que responden a la evolución de la pandemia de coronavirus.

¿Quién debería leer este informe?

Este informe está dirigido principalmente a los responsables de los hospitales y a los médicos que se ocupan de las dimensiones ejecutiva y operativa de la asistencia sanitaria. Este informe se ha redactado con el telón de fondo de la mayor crisis de salud pública mundial en una generación. La capacidad de los sistemas sanitarios para responder y recuperarse de esta crisis sin precedentes variará significativamente, y no se pretende que este informe sea definitivo en su alcance, sino que ofrezca una instantánea de las actividades y recomendaciones generales.

Contenido:

1. Integración de la telemedicina
2. Revolucionando la infraestructura sanitaria
3. La adopción del intercambio rápido de información
4. Gestión ágil de compras y suministros
5. Más allá de la Covid-19: construyendo la nueva normalidad