En los últimos artículos hemos explorado las facetas de la resiliencia de los hospitales en relación con los sistemas de gestión de las instalaciones y la infraestructura. En nuestra opinión, la resiliencia es de los atributos más importantes que necesitan los hospitales para mantenerse flexibles, adaptables, plenamente funcionales y seguros a la hora de hacer frente a todo tipo de situaciones, desde las fluctuaciones de utilización hasta las catástrofes naturales. Para garantizar la continuidad de los servicios, el mantenimiento de los activos encabeza la lista.

Mantenimiento de activos

Más allá de las áreas de resiliencia de los hospitales tratadas hasta ahora —la fiabilidad de la energía, la ciberseguridad integral y el creciente uso de servicios remotos—, animamos a los hospitales a pensar en mejorar sus esfuerzos para mantener la disponibilidad y la longevidad de los componentes de su sistema de gestión de edificios (BMS) como parte de un enfoque más amplio de la resiliencia.

Un ejecutivo del sector sanitario que participó en una reciente mesa redonda de Schneider Electric sobre hospitales resilientes observó que "el mantenimiento de los activos libera fondos para invertir en la prestación de asistencia sanitaria y mejorarla y, en última instancia, aumenta el rendimiento y la eficacia del sistema".

Dado que el funcionamiento de los hospitales depende en gran medida de los sistemas de gestión de edificios y sus tecnologías asociadas, la protección y el mantenimiento de estos sistemas son fundamentales.

El enfoque más eficaz para el mantenimiento y la protección de los activos en el futuro será la capacidad de aprovechar el poder del mantenimiento predictivo mediante el uso de análisis y algoritmos basados en big data para anticiparse a los problemas mucho antes de que puedan provocar costosos tiempos de inactividad o interrumpir la continuidad de los servicios.

Aunque las capacidades de mantenimiento predictivo para la infraestructura hospitalaria están en las primeras fases de desarrollo, los hospitales pueden ponerse en el camino correcto adoptando la digitalización y las aplicaciones basadas en la nube y las herramientas de análisis que están disponibles actualmente.

La digitalización al rescate

El buen funcionamiento de los edificios es la piedra angular de la seguridad y la fiabilidad de la atención al paciente. Un fallo en la red eléctrica, en el sistema de climatización o en el sistema de gestión de edificios puede interrumpir la capacidad de un hospital para prestar esa atención. Afortunadamente, la digitalización de los sistemas de infraestructura de las instalaciones está dando lugar a una estrategia más inteligente para la protección de los activos.

La digitalización pone los componentes de la infraestructura, como los disyuntores eléctricos, las bombas de agua, la iluminación y otros sistemas críticos en una red que utiliza tecnologías de redes de IoT y TI. Esto permite al hospital recopilar grandes cantidades de datos relacionados con el estado de los dispositivos, su salud y las cambiantes condiciones ambientales, de modo que los sistemas de gestión de software puedan responder, mantener y proteger la infraestructura de forma proactiva y cada vez más predictiva. Sin la digitalización, la gestión y el mantenimiento siguen siendo lentos, manuales y reactivos.

Las innovaciones están impulsando una rápida evolución de los sistemas de gestión de edificios, que pasan de un mantenimiento basado en el calendario, que utiliza el tiempo del personal de forma ineficiente, a un mantenimiento basado en el estado, que utiliza la analítica de datos para identificar los problemas en sus fases más tempranas.

Estos servicios pueden ser gestionados de forma remota por un socio externo, con visitas de mantenimiento de activos in situ por parte de los técnicos sólo cuando son necesarias.

Mantenimiento de activos más inteligente

Cada vez son más los hospitales que persiguen la resiliencia y que se decantan por la supervisión proactiva de los componentes de su sistema de gestión y por el mantenimiento preventivo de los activos basado en su estado para abordar de forma preventiva los problemas que, de otro modo, podrían poner en peligro sus operaciones, interrumpir la continuidad o reducir la vida útil de los activos y aumentar el coste total de propiedad. Este enfoque reduce los costes de los tiempos de inactividad y los costes operativos y puede aplazar los gastos de capital.

El mantenimiento de activos basado en la condición hace que los técnicos acudan al lugar cuando el sistema está en un estado "menos que aceptable" o se aproxima a él, es decir, cuando una variable como la temperatura, el voltaje o la corriente cae fuera de los umbrales establecidos y cuando el mantenimiento es más necesario. Este enfoque reduce el mantenimiento innecesario de los sistemas que actualmente funcionan a niveles aceptables, así como el tiempo que antes se dedicaba a las comprobaciones basadas en el calendario. Estas eficiencias liberan al personal de gestión de las instalaciones para que se centre en otras tareas más críticas y ayudan a reducir el riesgo de error humano.

Los cálculos utilizados en el mantenimiento de activos basado en el estado tienen en cuenta un margen adecuado para garantizar que el sistema siga funcionando hasta que pueda realizarse el mantenimiento. Un ejemplo familiar de mantenimiento basado en la condición es la "luz de chequeo del motor" que aparece en los salpicaderos de los coches modernos, en los que los ordenadores de gestión del motor y de los sistemas del vehículo detectan lecturas que están fuera del rango esperado mucho antes de que el conductor se dé cuenta de que algo va mal.

El enfoque del mantenimiento y la protección de los activos, basado en los datos y en el estado de estos, tiene claras implicaciones en materia de seguridad, así como beneficios económicos en términos de longevidad de los activos, coste total de propiedad y uso más productivo y eficiente del tiempo del personal.

EcoStruxure for Healthcare ayuda a identificar los problemas antes de que se conviertan en un problema para el hospital, utilizando los mejores datos para ayudar a realizar un seguimiento del gasto energético y a asignar los recursos de forma inteligente.