Para mantener el funcionamiento del único hospital pediátrico de Ginebra, este proyecto se llevará a cabo en varias etapas sobre la base del Plan de la Zona Sur de Cluse-Roseraie, validado por las autoridades cantonales y redactado tras el concurso de arquitectura y urbanismo de la Casa del Niño y del Adolescente, en 2017.

Los nuevos edificios se ubicarán junto a la Casa del Niño y del Adolescente que reunirá, a partir de 2023, la medicina del adolescente y la atención psiquiátrica infantil y de los adolescentes. También estarán junto al Centro de Desarrollo Infantil y adyacentes a las urgencias pediátricas y quirófanos.

La misión del Hospital Infantil

El Hospital Infantil, HdE por sus siglas en francés, tiene como misión atender los problemas de salud de los recién nacidos, niños y adolescentes desde el nacimiento hasta los 16 años.

Durante los últimos 50 años, el hospital ha desarrollado tratamientos de última generación y se ha especializado en diversas áreas, particularmente en lo que respecta a cardiología, oncohematología, psiquiatría infantil y juvenil o incluso neonatología.

Los HUG, Hospitales Universitarios de Ginebra, son también en Suiza en tener los únicos centros un programa de trasplante de hígado infantil. También realiza cada vez con más frecuencia trasplantes de pulmón, riñón y médula ósea alogénica. Único hospital pediátrico del cantón, el HdE completa la atención que ofrecen los pediatras de la ciudad y las consultas externas de pediatría general.

En 2021, 8.782 niños y adolescentes fueron hospitalizados en el Hospital Infantil, 130.878 fueron atendidos de forma ambulatoria y 2.953 fueron intervenidos quirúrgicamente, incluidos 1.350 de forma ambulatoria.

Seguir la evolución médica y demográfica

Construido en 1957, el actual edificio hospitalario del HdE ya no tiene la capacidad suficiente para responder a los cambios demográficos. Con un aumento del 10 % en el número de niños tratados de forma ambulatoria durante los últimos cuatro años, el HdE está encontrando dificultades en su funcionamiento cotidiano. Además, su diseño arquitectónico ya no es compatible con las tecnologías médicas del mañana. El nuevo HdE ofrecerá soluciones adaptadas a la evolución de la atención médica en todas las especialidades pediátricas. También responderá al aumento de la población del Cantón, que prevé entre 10.000 y 25.000 niños adicionales en Ginebra para 2040.

Un hospital integrado en el campus

El nuevo Hospital infantil es parte integrante del Plan Director de la zona Sur de Cluse-Roseraie, elaborado por un grupo de trabajo compuesto en particular por representantes de la Oficina de Urbanismo, el Departamento de Transporte del Cantón de Ginebra, la Ciudad de Ginebra, HUG, así como la Comisión de Naturaleza y Paisajes, y Monumentos y Sitios. Este Plan Director define los proyectos a realizar en este sector para el 2040.

El Hospital Infantil se integra en la geometría del sitio aprovechando al máximo la luz natural y las vistas a la naturaleza. Crea una nueva visión del HUG en el entorno, a través de volúmenes simples y legibles. Los visitantes y pacientes son orientados desde el estacionamiento a la nueva entrada sur, frente al parque, en el corazón de la nueva plaza. Se ha privilegiado la importancia de los valores humanos en el seno del proyecto hospitalario.

Una arquitectura sobria y sostenible, respetuosa con el medioambiente

Las fachadas del hospital dialogan con el entorno a través de un juego de terrazas y pliegues. Liberan espacios de respiración y enmarcan amplias vistas sobre el paisaje. Este juego de volúmenes ayuda al control de aportes térmicos, que se realiza con protecciones solares fijas y móviles.

La cálida presencia de la naturaleza está en todos los niveles del edificio. Se manifiesta a través de la elección de materiales como la madera, que está en sintonía con el espíritu buscado como marco de cuidado y curación para los niños.

El proyecto forma parte de una estrategia ambiental y energética que se adhiere a una perspectiva de sostenibilidad en relación con los inevitables desafíos de la sobriedad.

El hospital y su contexto interactúan de manera positiva tanto para crear espacios públicos atractivos que contribuyan a la calidad urbana, como para ofrecer, a través del parque previsto en el corazón del sitio, un entorno tranquilo para los usuarios del centro hospitalario, favorables para la curación. Además, el trazado de los accesos y los recorridos es claro y eficiente.

El hospital ágil: Una estructura simple que permite una gran flexibilidad

Para satisfacer las necesidades evolutivas de las prácticas hospitalarias, el proyecto tiene por objetivo fomentar la flexibilidad. Las galerías técnicas centralizan las instalaciones verticales y limitan así las intervenciones en habitaciones y circulaciones. El mantenimiento de las fachadas se ve facilitado por la realización de terrazas-pasajes.

Se ha prestado una consideración especial al principio constructivo: la estructura en madera, visible en los espacios domésticos. Mikado es un proyecto racional, con una arquitectura funcional y constructiva, así como con un enfoque económico general a corto y largo plazo.

Espacios interiores confortables, luminosos y funcionales

Dado que las técnicas médicas y las necesidades espaciales están en constante evolución, el hospital ofrece una estructura lo suficientemente flexible como para poder renovarse constantemente y hacer frente a los imprevistos (Covid-19, etc.).

Los espacios interiores, las habitaciones y las salas de espera son luminosos, cómodos y relajantes. Una calle interior, ubicada en el corazón del edificio, viene a recrear la “vida de barrio” al combinar zonas estanciales, rincón biblioteca, salón de usos múltiples, cafetería y restaurante, para reforzar la sensación de bienestar dentro de la institución.

Las habitaciones están bañadas de luz natural y dejan la máxima apertura al entorno cercano y lejano. Su sencilla e inteligente organización permite maximizar los espacios de uso y el confort de los niños y los padres, y siempre con vistas al exterior. Las amplias terrazas accesibles permiten disfrutar de los espacios exteriores, y constituyen una auténtica extensión de la habitación en verano.

Un hospital adaptado a las necesidades de los niños y las familias

Para un niño, una estancia en el hospital puede ser una experiencia traumática, causar aislamiento, sinónimo de retraimiento, y provocar dificultades en la escuela. La presencia de los padres junto al niño es fundamental y contribuye a su recuperación. El futuro hospital tiene en cuenta estas circunstancias. Contempla amplios espacios para las familias, respetando su privacidad y contribuyendo a la unidad familiar.

Todas las habitaciones son individuales. Beneficiarán de un balcón y de un cuarto de baño propio. También se prevén estudios y zonas de descanso sin niños para los padres, salas de juegos en cada planta, una guardería para los hermanos de los niños en consulta u hospitalizados, una zona de relax para los adolescentes y un espacio para las asociaciones de padres. La distribución de los espacios facilitará el trabajo del personal médico y de enfermería y mejorará sus condiciones laborales. Con una superficie total de 20.000 metros cuadrados, el futuro hospital contará con ocho plantas, de las cuales seis están destinadas a unidades de atención sanitaria.

El nuevo edificio del hospital se construirá en el solar de la actual clínica de oftalmología. La obra deberá comenzar en 2025 y terminar en 2029. Después, comenzará la construcción del edificio ambulatorio en el sitio del actual Hospital del Niño, y deberá abrir sus puertas en 2035.

Circulaciones claras y eficientes

Las circulaciones están adecuadamente dimensionadas, los recorridos son directos, rápidos e intuitivos, tanto al interior del hospital como hacia los edificios adyacentes.

La calle interior, animada y secuenciada, es la pieza central del proyecto, es la verdadera ‘plaza del pueblo’. La organización y la ubicación de los locales del cada servicio están en adecuación con la eficacia de la funcionalidad. Están pensadas para mejorar la calidad de la atención al paciente y el bienestar de todos los usuarios. La iluminación natural de las circulaciones, a través de los patios o las perspectivas visuales, constituyen puntos de referencia en el hospital, favoreciendo la serenidad y acompañando a pacientes y visitantes.