En abril de 2022, Gensler organizó un interesante seminario titulado SENIOR LIVING DESIGNING FOR THE 100-YEAR LIFE AND AN ACTIVE AGING FUTURE.

El objetivo principal de Gensler Research Institute es generar nuevo conocimiento y soluciones innovadoras para mejorar las experiencias de las personas, ayudar a la evolución del mercado y ofrecer un mejor servicio a sus clientes. Todos los colaboradores que forman parte de Gensler tienen la oportunidad de participar en las investigaciones que se llevan a cabo, ya que su filosofía de trabajo se basa en la relación directa entre el diseño y la exploración de este campo para conseguir un nuevo proyecto de trabajo.

En noviembre de 2021, Stanford Center of Longevity publicó una investigación sobre el incremento de la esperanza de vida de la población y la falta de recursos para poder garantizar el activo estilo de vida de las personas mayores. Por ello, crearon un mapa de transformaciones de la experiencia humana, basado en los cambios que experimentará la sociedad debido a las generaciones que aumenten su esperanza de vida hasta los 100 años.

El cambio que debe realizar la población se basa en la falta de interacción entre los colectivos de edades diversas y la importancia de construir comunidades que tengan en cuenta a todos sus ciudadanos, sin importar la etapa de vida en la que se encuentren. Para poder generar esta transformación, es necesario profundizar en el estilo de vida de cada colectivo, y promover nuevos hábitos que ayuden a la remodelación de toda la comunidad basándose en el diseño de los nuevos vecindarios.

Uno de los puntos que destaca Gensler es el diseño personalizado de cada espacio para poder transformarlos de manera rápida y darles un uso dependiendo de las necesidades de los residentes: zona de trabajo, espacio de juego, salas de descanso… Para poder proyectar un lugar con esas propiedades, es necesario que la investigación vaya más allá de los hogares y estudie las necesidades de la población en sus lugares de trabajo para poder mejorar su estilo de vida en todos los ámbitos.

Las experiencias de las personas en los contextos urbanos cambian constantemente, esto se debe a la gran cantidad de personas que viven en áreas urbanizadas. Hay que tener en cuenta la relación de la población con las ciudades en las que viven y trabajan, para que los barrios se conviertan en zonas más resilientes y responsables a las necesidades de sus habitantes. Esta transformación se lleva a cabo mediante medidas individuales y comunitarias que les permiten solucionar las necesidades y carencias que tienen las ciudades hoy en día.

Los 8 puntos principales de la investigación

Una buena experiencia está vinculada al bienestar y al confort, reduciendo el estrés y anticipando las necesidades. Hoy más que nunca, los espacios que diseñamos tienen un impacto en la salud de las personas que los habitan. Las claves para conseguirlo son:

• Centrarse en el bienestar
• Las personas son el punto principal
• Generar espacios flexibles y adaptables
• Proyectar una red de estancias de uso mixto
• Basar el proyecto en el aprendizaje y el descubrimiento
• Buscar resiliencia y adaptación
• Tener en cuenta la integración digital
• Diseñar desde la inclusividad y la empatía

Hace más de 15 años que se hacen estudios de los lugares de trabajo, teniendo en cuenta los materiales y las formas que se adaptan a la cultura y las experiencias de las personas. Esta investigación apoya que los espacios laborales tienen que estar diseñados para el bienestar de los trabajadores, sin pasar por alto la cantidad de horas que pasan en sus puestos de trabajo cada día. Es necesario reconvertir los espacios sedentarios en lugares sanos, que no estén 100% cerrados, y vincularlos al nuevo movimiento de las Healthy Buildings.

Para construir edificios saludables hay que proyectar desde el bienestar, incluso cuando se trata de lugares de trabajo. Para ello, es necesario hacer un análisis del lugar y de los elementos más importantes. Reconocer las habilidades creativas que nutren las relaciones entre el personal, tener en cuenta la diversidad y promover la equidad y la inclusión, son formas de generar ambientes laborales más saludables y prósperos.

A causa de repensar los espacios, estos se están convirtiendo en puntos de mayor bienestar. Varias investigaciones sobre tipologías han demostrado que los elementos que conforman las estancias permiten la relación entre las personas: el arte, la música, el coworking y la conexión con la naturaleza son un claro ejemplo de flexibilidad, que ayudan a la población con los buenos hábitos.

Compartir buenas experiencias ayuda a la relación de la comunidad

Antes de la pandemia de la COVID-19, el 22% de las personas mayores pasaban el día solas y aisladas de la sociedad. Es importante buscar métodos que eliminan el aislamiento social y ayuden a las relaciones de la comunidad de diferentes generaciones.

El diseño de las comunidades influye significativamente en las oportunidades sociales de relación entre sus habitantes. Estudios demuestran que la experiencia de las personas se basa en la interacción entre ellas, sus propias expectativas, la interacción con el lugar y el espacio en el que se encuentran.

Experiencias flexibles y personalizadas

Entender lo que las personas quieren y necesitan es lo que nos lleva a diseñar buenas comunidades. La demanda sobre la flexibilidad se hace cada día más evidente, los investigadores buscan las propuestas que funcionan mejor para garantizar buenas experiencias residenciales y seguir mejorándolas.

Un punto que destacar de las investigaciones hechas hasta ahora es la importancia del uso de las viviendas, de este modo podremos saber que necesitaremos de ellas en un futuro. Las estancias de una misma vivienda deben dar la opción de convertirse en lugares útiles para las personas que la habitan, sin tener un uso predeterminado.

Para reproducir el seminario sobre Vida para personas mayores: diseñar estrategias para un mundo post-COVID haga click aquí o en la imagen.