Nuestro papel como Especialistas en Arquitectura enfocada en la Salud es crear y promover entornos más favorables y agradables para mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentran en dificultades médicas, psiquiátricas y en el proceso de envejecimiento. Para ello nos basamos en estudios que demuestran evidencia científica sobre el impacto de los entornos construidos, tanto interiores como exteriores, y los implementamos en nuestros proyectos.

Existen numerosos estudios y un creciente cuerpo de literatura que apoya y respalda el mecanismo terapéutico de la naturaleza sobre la atención, la reducción del estrés y la curación de las personas.[1] A continuación detallamos algunos de estos estudios, definimos los objetivos de los Jardines Terapéuticos y las estrategias que utilizamos en nuestros proyectos, y finalizamos con un ejemplo de implementación.

Ulrich [2] realizó uno de los estudios clásicos sobre el efecto positivo de la interacción pasiva con el entorno del jardín para reducir el dolor. Las personas que estaban en el hospital ingresadas que tenían una ventana con vista a la naturaleza requirieron menos analgésicos de alta potencia y tuvieron estadías hospitalarias más cortas que las personas que tenían ventanas con vista a una pared de ladrillos. Laumann [3] probó la hipótesis de que la exposición a los estímulos de la naturaleza mejora la restauración de la atención. La teoría de la sobrecarga y la excitación de Ulrich y Parsons [4] indicaron, que la sociedad moderna bombardea el sistema nervioso central humano (SNC) con ruido excesivo, movimiento y estímulos visuales complejos. Estos factores estresantes eventualmente sobrecargan la disfunción neuronal y endocrina a largo plazo que conduce al deterioro funcional y cognitivo. Se cree que un entorno con la proporción adecuada entre la abundancia de plantas y el paisaje puede reducir la excitación del SNC y reducir el estrés a corto y largo plazo. Los jardines adecuadamente diseñados pueden ser ideales para experimentar la modulación del estrés y, por lo tanto, tienen un papel terapéutico importante.

Existen varias publicaciones científicas sobre jardines terapéuticos que validan los valores positivos de llevarlos a cabo, en residencias geríatricas para personas mayores, para personas con demencia y para personas con problemas de salud mental. Se definen como “terapéuticos” porque están diseñados de tal manera que enfatizan su potencial curativo.[5]

Effectiveness of Therapeutic Gardens for People with Dementia: A Systematic Review [5], indican, "La eficacia de los jardines terapéuticos y la jardinería para mejorar diversas áreas cognitivas, afectivas y conductuales parece surgir de todos los estudios revisados aquí. En conjunto, nuestros hallazgos respaldan directamente la eficacia de la jardinería terapéutica para mejorar diferentes áreas de bienestar en personas con discapacidad. También apoyan indirectamente las teorías sobre la restauración ambiental y los efectos beneficiosos del contacto con la naturaleza para el bienestar humano."

“Human Flourishing with Dignity”: A Meta-Ethnography of the Meaning of Gardens for Elderly in Nursing Homes and Residential Care Settings [6], indican entre sus conclusiones, "La singularidad de este estudio es que el jardín, como parte integral de la enfermería, es fundamental para la salud, según la perspectiva de las personas residentes. La salud de los residentes no se puede medir en su totalidad, pero desde la perspectiva de las personas mayores se puede experimentar cuando la naturaleza se vuelve parte de su vida y del proceso de cuidado. Obtener conocimiento desde las perspectivas de los residentes es crucial para desarrollar servicios de atención médica y políticas de salud para el futuro, y este mecanismo puede resultar ideal para garantizar que las personas mayores prosperen en entornos de atención de enfermería y atención residencial."

Objetivos

Proporcionar, a través del jardín y de los espacios exteriores, medidas terapéuticas que ayuden al mantenimiento y refuerzo de las capacidades cognitivas de las personas, a promocionar la autonomía personal y evitar el aislamiento social y la soledad.

Generar sinergias con los equipos multidisciplinares de cada centro, profesionales, médicos, geriatras, gerentólogos, residentes, pacientes, familias y personas usuarias, para desarrollar un proceso de diseño colaborativo.

A partir del estudio de las necesidades reales de las personas usuarias que van a utilizar estos espacios, se implementan medidas y estrategias espaciales que lleguen a través de todos los sentidos, como el sentido sensorial, el sistema auditivo, el sistema olfatorio, el sistema del tacto, el sistema visual, el sentido del gusto, el sentido de la orientación, el sentido del equilibrio y el sentido de trascendencia.

Proporcionar a través de la Arquitectura de exteriores y el Paisajismo, Confort, Tranquilidad, Resguardo, Compañía y Salud.

Estrategias

Las propuestas tienen sus bases y se apoya en la Evidencia Científica existente, que sigue en constante evolución, siendo necesarios más estudios cuantitativos y ensayos clínicos controlados que demuestren y verifiquen los efectos positivos o no de la rehabilitación pasiva o activa de las personas en entornos de jardines.

A partir de las premisas de la Funcionalidad, Orientación, Privacidad, Visibilidad y Accesibilidad, hemos desarrollado o desmembrado el término de jardín terapeútico en diferentes composiciones de jardines según la actividad y las terapias que proporcionan. Generando espacios estructurados y conectados que ayudan a reducir la desorientación y el estrés de un espacio diáfano y descontrolado.

Según el estudio de Thaneshwai [7] recomienda que los jardines terapéuticos se diseñen específicamente para el cuidado de cierto tipo de pacientes, como los jardines de Alzheimer o los jardines para personas con cáncer.

Deambulación Exterior Accesible y Continua

En nuestros proyectos implementamos un eje vertebrador del espacio exterior que va conectando los distintos jardines de manera continua, para permitir, no sólo el acceso a las distintas áreas, sino caminar sin un objetivo determinado, deambular, entre los jardines y sentir los beneficios del ejercicio físico y mental.

Es un camino amplio y con trazados curvos, en todo su recorrido, que va guiado por una barandilla accesible, potenciando el sentimiento de seguridad para personas con movilidad reducida y con un sistema táctil y sonoro en pavimento, para personas con discapacidad visual. Se añade mobiliario urbano como bancos accesibles, ofreciendo espacios de descanso y zonas de reunión. Los bordillos entre los cambios de pavimento van enrasados para permitir una correcta accesibilidad entre todas las áreas.

MacAndrew en el estudio Activities outside of the care setting for people with dementia: a systematic review [8], realizaron una investigación Programa de Caminar Seguro, con personas con demencia fuera del edificio de las residencias, y encontraron que era factible en la práctica y se percibía que tenía beneficios para las personas con demencia que deambulaban. Después del estudio, el personal informó que algunas personas participantes parecían caminar con más propósito y era más probable que se sintieran atraídos por las áreas donde se realizaban actividades grupales. El programa enriqueció la vida de las personas participantes, e incluso creó un cambio positivo en los hábitos de caminar y deambular de algunas personas participantes.

Un paseo realizado con pavimentos continuos naturales y resistentes que permita de manera respetuosa con el medio ambiente la estabilización de suelos naturales. Semi drenante, ecológico, resistente para el uso peatonal, bicicletas y movimiento puntual de vehículos ligeros.

Dos estudios realizados de Ciclismo en silla de ruedas, realizado por Buettner y Fitzsimmons recogido en Activities outside of the care setting for people with dementia: a systematic review [8], consistían en una silla de ruedas unida a una media bicicleta y recibían un paseo de 15 minutos, dónde se fomentaba la conversación con el ciclista. La medida de resultado primaria en el primer estudio fue el cambio en los síntomas depresivos evaluados mediante el formato breve de la escala de depresión geriátrica. El segundo estudio comparó las cantidades de estímulo y participación, agitación y niveles de ánimo. Los resultados de estos dos estudios demostraron los beneficios de estar al aire libre participando en ciclismo en silla de ruedas de personas con demencia y depresión.

Para permitir la orientación a lo largo del recorrido, la ubicación de hitos de relevancia, refuerzan el sentido de seguridad. Pueden considerarse hitos, una fuente, una plaza, un invernadero, una escultura. Este sistema de Wayfinding, evita la desorientación y el estrés que puede generar el sentirse perdido.

Según el estudio de investigación Diseño de sistemas de orientación espacial Wayfinding, de Dimas García Moreno [9], indican: “Por medio del desplazamiento continuo y de la observación de los diversos escenarios visuales que surgen a lo largo de un recorrido, las personas van actualizando la información ambiental y su posición en el mismo, ajustando la toma de decisiones en cada momento y lugar. Esa toma de decisiones es fundamental para el estudio de los itinerarios o recorridos en entornos urbanos y en edificios. Recurriendo a ella, las personas elaboran sus planes de desplazamiento, detectando y graduando los puntos de decisión en el itinerario. Al mismo tiempo, esos puntos adecuadamente detectados y analizados permiten al diseñador establecer las necesidades y opciones de aplicación de recursos de orientación e información en el entorno.”

Jardín Salud

Espacio de fácil acceso a zonas de rehabilitación, fisioterapia y zonas comunes de centros de días. Proponemos propiciar la Helioterapia [10] en este jardín, así como el asoleamiento durante todo el día, para conseguir los beneficios de la exposición al sol. Por otro lado, no debemos olvidar zonas sombreadas en los meses de mayor radiación solar a través de pérgolas, vegetación y árboles de hoja caduca con los que nos ayudaremos a estructurar el espacio. Un ejemplo arquitectónico referente que potencia esta terapia fue el Sanatorio de Paimio de Alvar Aalto.

Estos espacios están pensados para realizar actividades físicas al aire libre. El pavimento de esta área se propone con materiales a base de goma compacta como puede ser caucho reciclado, que permite un contacto más blando con el suelo y absorbe el impacto durante los ejercicios. Al proporcionar una resistencia elástica evita la fatiga del usuario. Puede equiparse este espacio con aparatos de gimnasia exterior que mejoran la psicomotricidad y equipamiento para propiciar la rehabilitación al caminar, y experimentar diferentes texturas a través de los pies. También en este jardín pueden desarrollarse actividades grupales. Propiciando el sentido de la participación y comunicación.

Se ha demostrado que las actividades físicas individuales mejoran el impulso del sueño y el ritmo circadiano en personas con demencia y reducen la somnolencia diurna. También se ha demostrado que la terapia de luz puede mejorar la calidad del sueño [8].

Jardín Compañía

Jardines pensados para personas con un alto estado de demencia o personas con problemas de Alzheimer y mentales. Con fácil acceso y cerca de las unidades residenciales de mayor dependencia o en las unidades específicas de salud mental. Espacio de pequeña dimensión con una única entrada y salida para potenciar un circuito cerrado y separados visualmente, utilizando elementos vegetales o divisorias permeables, como pérgolas que permite una cierta privacidad sin generar un espacio cerrado. Se ofrece seguridad a la persona, ya que evitamos la desorientación y potenciamos el recogimiento que los estudios determinan.

Según el estudio de Cinzia Mulé: Terapeutic Gardens, [11] menciona, “En el caso de personas afectadas de Alzheimer, podríamos mencionar el jardín del Centro Diurno de Chiavenna en donde teniendo en cuenta que el principal problema de esta patología es la disminución y pérdida de la percepción espacio-tiempo, es muy importante realizar recorridos cerrados. Es decir, donde el ingreso y la salida sean una sola, sin caminos ciegos, crear un ambiente cerrado y seguro; pero sin que los pacientes lo perciban, con plantas que les hagan recordar su juventud, etiquetando plantas y herramientas de jardinería y colocados elementos que puedan ayudarles a recuperar la memoria”

Nuestra propuesta del jardín compañía es un tipo de jardín más contemplativo y meditativo, también para las personas con movilidad reducida o sin movilidad. Este tipo de jardín requiere que todos los componentes vegetales sean comestibles, excluyendo plantas tóxicas y los pesticidas, [12]. Se propone colocar en esta zona vegetación que pueda ser accesible desde la silla de ruedas y colocar vegetación y elemento autóctonos del lugar que potencien la memoria y los recuerdos. Ubicar también plantas aromáticas en maceteros que atraigan mariposas ya que según el estudio de Dahlkvist quedan fascinados [13]. Muy importante ubicar una zona protegida de la radiación solar, de la lluvia y una tamización de la luz, para evitar deslumbramientos para personas con discapacidad visual.

Jardín Bosque

En este jardín se propone gran cantidad de árboles y vegetación de gran tamaño, evitando la vegetación alergénica, ocasionando un filtro vegetal, que puede propiciar la privacidad de los espacios abiertos respeto al entorno y fomentar la disminución del efecto de isla de calor.

La variedad de tipos de árboles según tipo de hoja, perenne o caduca ofrecen paisajes diferentes a lo largo del año y da visibilidad del trascurso de las estaciones y en consecuencia del transcurso del tiempo. Se ubican también árboles frutales, cuyo crecimiento del fruto por temporadas y las distintas tonalidades atraen los recuerdos. Se potencia la colocación de vegetación autóctona, para favorecer el sentimiento de pertenencia y transcendencia.

Ofrecer un baño de bosque, gracias al viento, se producen olores que atraen recuerdos. Senderos accesibles atravesando la zona, permiten una inmersión mayor a través del bosque. En los árboles, casas de pájaros, atraen a las aves y con ellas los sonidos, que ofrecen estimulación auditiva y sensorial.

Otro de los elementos importantes en este jardín es el agua en movimiento, a través de fuentes o cauces, ofreciendo sonidos y sensación de bienestar.

Ulrich [14] desarrolló la Teoría de Reducción del Estrés (SRT), según la cual, la exposición al mundo natural después de una experiencia agotadora o amenazante promueve la recuperación psicofisiológica de sus efectos estresantes. Este mecanismo de regeneración empieza con una respuesta afectiva positiva muy rápida a ciertos estímulos ambientales inmediatamente identificados por una persona observadora humana (abundancia de vegetación, presencia de agua, animales, etc.). En un organismo estresado, esta primera reacción afectiva desencadena un mecanismo de reequilibrio fisiológico: se activa el sistema parasimpático, induciendo una caída de los índices fisiológicos de estrés (nivel de cortisol, frecuencia cardiaca y presión arterial). La percepción psicológica del estrés disminuye al mismo tiempo, ya que las emociones negativas relacionadas se desvanecen y las emociones positivas las reemplazan. [5]

Otro enfoque influyente de Kaplan AS, Teoría de la Restauración de la Atención [15] indica, hay cuatro componentes clave que caracterizan un entorno restaurador: fascinación (la propiedad del entorno de captar nuestra atención sin esfuerzo voluntario); extensión (la oportunidad de sentirse inmerso en el entorno); estar lejos (establecer una distancia entre nosotros y nuestra rutina diaria); y compatibilidad (con nuestras propias inclinaciones). La fascinación se considera la más importante para el proceso de restauración [16], el medio natural (entre otros) tiene precisamente estas características y puede promover este proceso.