Diseño y construcción de quirófanos
BREVE ABORDAJE HISTÓRICO DEL BLOQUE QUIRÚRGICO
Nuevos recursos tecnológicos
Los primeros quirófanos tal y como los entendemos hoy en día surgen en el inicio del siglo XIX, aproximadamente en 1820. Este siglo se caracterizó por un impulso del conocimiento que ayudó al desarrollo de la cirugía.
Estas salas estaban normalmente agregadas a las enfermerías para facilitar el desplazamiento del enfermo después de la operación, permitiendo un cierto grado de aislamiento durante los procedimientos quirúrgicos. A pesar de ser ya una preocupación latente, estas salas no permitían aún tener una protección sobre el ambiente hospitalario.
Es importante citar el control de la hemorragia, principalmente con nuevos recursos técnicos, el conocimiento del control de la infección, la asepsia y anti-sepsia y el control de la anestesia que ofreció posibilidades inmensas al alcance de las intervenciones quirúrgicas.
Con el descubrimiento sobre la infección, de Pasteur y posteriormente las teorías desarrolladas y puestas en práctica por Florence Nightingale sobre su propagación, se tomó consciencia de la imprescindible necesidad de aislar el paciente para el control de la propagación de la misma.
Con el objetivo de incorporar en la configuración del hospital las evoluciones tecnológicas en el área de la medicina, los arquitectos de este período tuvieran que crear barreras físicas, utilizando los materiales adecuados para frenar la diseminación de infecciones y obtener privacidad para el paciente.
En el inicio del siglo XX existía el cirujano de forma generalizada que realizaba los denominados procedimientos operatorios. El desarrollo científico y la necesidad de empleo de técnicas especiales proporcionaron la formación de especialistas en distintas áreas.
Es en la Primera Guerra Mundial que los quirófanos pasan a integrar una unidad específica dentro del espacio hospitalario al que se empieza a denominar Bloque Quirúrgico (BQ), que se caracteriza por accesos y circuitos propios debidamente diferenciados y clasificados e interconexiones con otros servicios, lo que se ha traducido en el actual concepto de bloque centralizado.
Pero fue a partir de la Segunda Guerra Mundial que ocurrió una enorme expansión del número de espacio y dimensiones (debido a la necesidad de compartimentación de las funciones operatorias en salas distintas y separadas: anestesia, desinfección, etc.) y fundamentalmente debido al desarrollo tecnológico y variedad de circuitos tanto horizontales como verticales.
A lo largo de los años, los procedimientos quirúrgicos asociados a las prácticas de higienización hospitalaria y a la evolución tecnológica fueron el motor para el desarrollo del BQ. Algunos pasos fundamentales son:
- En 1886, se inicia el proceso de esterilización a vapor.
- En 1900, el cirujano toma consciencia del lavado de las manos para proceder a la preparación del paciente y de los instrumentos de cirugía.
- En 1905 surgen los primeros guantes quirúrgicos.
- En 1907 se empiezan a usar las gorras.
- En 1924 se inicia la utilización de mascarillas durante las cirugías.
El BQ y sus servicios envuelven un equipo multidisciplinario de distintos departamentos del hospital. El trabajo en él se divide en cirugías programadas, no programadas y urgentes, algunas con o sin necesidad de hospitalización.
A pesar de la evolución y cambios verificados a lo largo del tiempo, el BQ a nivel de instalaciones consiste en estructuras físicas relativamente estáticas que no permiten con frecuencia constantes modificaciones en su estructura base.
Sin embargo, es muy importante prever desde la fase de concepción cierta flexibilidad que pueda permitir y facilitar cualquier tipo de remodelación y ampliación teniendo en cuenta la evolución de la práctica actual y las necesidades futuras, para no limitar su constante desarrollo.
BLOQUE QUIRÚRGICO: ARQUITECTURA Y ELEMENTOS CONTRUCTIVOS
Generalidades
El proyecto del BQ y del hospital en general debe tener especial atención al bienestar del paciente, como al derecho que le asiste y como contribución para una recuperación rápida.
Su diseño debe salvaguardar la privacidad, dignidad y confort de los pacientes en particular en situaciones de fragilidad, como son los casos del pre y postoperatorio. La privacidad y dignidad de los pacientes deben merecer cuidados especiales en estos momentos delicados ya que gran parte de las intervenciones se hacen con anestesia local o loco-regional, por lo tanto con el paciente consciente de su entorno.
Teniendo en cuenta que la calidad del ambiente hospitalario es también responsable del buen desempeño del personal que ahí trabaja, no debe ser subestimada la calidad del proyecto de arquitectura y principalmente de sus acabados, materiales y revestimientos. Los componentes de acústica y de iluminación natural/artificial asumen también gran importancia.
Los colores, la iluminación y otros acabados de la zona de permanencia de enfermos no deben perjudicar la observación clínica.
Se deben evitar materiales orgánicos o favorables a la acumulación de bacterias.
Las zonas de mayor contención, entre transfers de entrada y de salida, no deben ser atravesadas por juntas de dilatación o estructurales.
El control de los procesos de mantenimiento es fundamental para garantizar las características de los materiales, que pueden perder eficacia por la utilización de productos erróneos.
La elección de materiales
El riesgo sanitario establece el tipo de material que debe ser utilizado en las superficies, se deben preconizar los materiales de acabados teniendo en cuenta esta clasificación, según riesgo de contaminación. Estos deberán ser resistentes a los procesos de asepsia, los cuales pueden variar bastante conforme el tipo de material, actividades ejercidas en cada espacio que determina el riesgo sanitario para pacientes y profesionales. La evaluación del riesgo sanitario es pues una etapa básica para la determinación del revestimiento más adecuado a cada superficie.
En el caso del BQ es considerado una zona de riesgo sanitario alto (área crítica) en lo que respecta a la transmisión de infecciones. Por este motivo deben ser siempre priorizados materiales de acabados continuos con ausencia de juntas, que sean fácilmente lavables y resistentes a los métodos más rigorosos de limpieza.
Aparte del criterio de evaluación del riesgo sanitario se deben considerar por lo menos cuatro factores más, cada uno con su debida importancia y complejidad.
- Factor técnico, según el cual la elección de materiales debe seguir la conformidad de las normas técnicas reglamentarias.
- Factor económico, según el cual se debe elegir el mejor coste-beneficio, considerando tanto el coste inicial de ejecución como también las exigencias de mantenimiento y reposición de materiales.
- Factores ambientales, estos consideran el impacto de los materiales elegidos, desde su producción en fábrica, transporte, instalación, uso y reciclaje y disposición final cuando termine su vida útil.
- Bienestar de los distintos usuarios, se debe buscar la mejor opción para atender a las necesidades de los diversos tipos de usuarios, proporcionando un ambiente seguro, estéticamente agradable y con mejor nivel de confort ambiental, que proporcione un entorno terapéutico eficaz ya que este tiene un efecto sobre la atención percibida, incluso cuando los pacientes están bajo algún tipo de sedación, como es el caso de los del BQ.
Color en el BQ
Diversas teorías han profundizado en los efectos psicofisiológicos del color, entre ellos el color para calmar o despertar, el color y amplitud, el color y la comodidad térmica, y también muy interesante los fenómenos rojos / verdes de los quirófanos.
Esta última teoría revela que cuando un elemento del equipo desvía la mirada de la herida roja hacía una pared verde o azul, puede causar menos tensión en el ojo. Por estas razones se recomiendan que las paredes de los quirófanos sean de color azul o verde.
Iluminación natural/artificial
El diseño cuidado de la iluminación de estos espacios es imprescindible, ya que la iluminación natural y la iluminación artificial se deberán cuidar teniendo en cuenta que el personal permanece por largos periodos sin acceso al exterior.
La iluminación puede tener impacto en:
- Realización de tareas visuales
- Iluminación y riesgo de error
- Iluminación y ritmos circadianos humanos
- Iluminación, estado de ánimo y percepción
Señalización y Lettering
Los varios quirófanos y espacios anexos deben ser claramente identificados por lettering de lectura inmediata y por imágenes/colores distintos que permitan la rápida identificación en situación de emergencia.
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