Neuroarquitectura aplicada a centros de salud mental
Diseño de espacios para el tratamiento psiquiátrico
Una de las razones principales que me impulsó a llevar a cabo una investigación sobre la Arquitectura de los Centros de Salud mental fue mi deseo de descubrir la razón detrás de una arquitectura que genera sensaciones negativas en lugar de positivas. ¿Por qué ha sido siempre tan hostil este tipo de arquitectura?
La historia de la arquitectura de los centros de salud mental en España ha experimentado cambios significativos a lo largo del tiempo. En el pasado, los centros de salud mental solían ser grandes instituciones aisladas, conocidas como asilos o manicomios, que se construían lejos de los núcleos urbanos. Estas instituciones se caracterizaban por su arquitectura imponente y masiva, con edificios grandes y robustos rodeados de altos muros.
Con el final del siglo XX y principios del siglo XXI, la dignidad de las personas con enfermedades mentales logró hacerse un hueco. Se cerraron los “manicomios” y se cambiaron por hospitales psiquiátricos o centros de día. El sector de los psicofármacos comenzó a crecer exponencialmente y la “locura” dejó de tratarse en términos despectivos para entender que los trastornos mentales son una enfermedad que debe abordarse desde la perspectiva clínica.
Imagen durante la siesta del Hospital Psiquiátrico provincial de Madrid
Con el cambio de enfoque hacia una atención más comunitaria y centrada en el paciente, la arquitectura de los centros de salud mental también tiende a evolucionar. Se ha buscado proporcionar entornos más acogedores, humanizados y adaptados a las necesidades de los pacientes. Esto ha implicado la creación de espacios abiertos, luminosos y con una mayor conexión con la naturaleza, que contribuyen a generar sensaciones de bienestar y promover la recuperación.
Es aquí donde entra el término “Neuroarquitectura”: Neurociencias aplicadas a la arquitectura. La neuroarquitectura es un campo de estudio que busca crear entornos físicos que mejoren la salud y el bienestar mental de las personas a través de la aplicación de conocimientos de neurociencia en el diseño arquitectónico.
Aplicar la neurociencia al diseño de edificios para salud mental implica considerar cómo el entorno físico puede influir en la salud mental de los pacientes y en su proceso de recuperación.
Algunos principios de diseño de la neuroarquitectura que se aplican a los centros de salud mental incluyen:
Diseño del espacio exterior
- Crear un contraste entre el interior y el exterior del hospital para que los pacientes se sientan alejados del estrés que se siente en un centro hospitalario. Además, es importante diseñar los espacios al aire libre de manera que se aíslen del mundo exterior pudiendo así maximizar los beneficios terapéuticos.
- Proporcionar espacios seguros y pacíficos para personas emocionalmente afectadas o con discapacidad intelectual, con áreas de asientos definidas, rutas claras y designaciones precisas.
- Ubicar un jardín o terraza cerca de la cafetería u otras áreas con alta afluencia de usuarios, para aprovechar al máximo el tiempo al aire libre.
Relación entre el espacio exterior y el interior
Existe amplia evidencia que muestra los beneficios de las ventanas y otros elementos arquitectónicos que conectan a las personas con el mundo exterior. Esta conexión es aún más importante para los pacientes psiquiátricos, ya que, por motivos de seguridad o control del paciente, tienen pocas oportunidades de salir del edificio. En casos en los que un paciente se siente atrapado o encerrado, es fundamental proporcionar alguna forma de conexión con el exterior para brindarles una sensación de "escape".
Esto se puede lograr simplemente a través de una ventana que ofrezca vistas a áreas naturales, patios o paisajes urbanos. Aunque no puede reemplazar la experiencia real de estar fuera, los espacios interiores como atrios, porches acristalados o invernaderos pueden servir como áreas intermedias entre el interior del edificio y el exterior del hospital, brindando una experiencia similar a estar al aire libre.
Vegetación: inhibición de la depresión y estimulación sensorial
Incorporar áreas verdes, jardines o espacios al aire libre en el diseño del centro psiquiátrico, ya que estos, promueven la conexión con la naturaleza, lo cual puede tener un impacto positivo en el bienestar de los pacientes.
En el diseño del espacio al aire libre, es importante seleccionar plantas que estimulen los sentidos de los pacientes. Estas plantas deben ser visualmente atractivas, con colores, texturas y formas interesantes. También deben ser suaves al tacto y tener fragancias agradables que estimulen el sentido del olfato. Además, se puede considerar el uso de plantas que produzcan sonidos suaves al ser acariciadas por la brisa. Estos estímulos sensoriales animan a los pacientes a explorar y experimentar el entorno físico que los rodea. Además, en muchas culturas, las plantas se utilizan como remedios naturales para tratar la depresión y otras enfermedades mentales.
Hipérico, flor que destaca por su efecto antidepresivo
Materialidad, colores y señalización
- Percepción. Evitar perturbaciones visuales
Diversos trastornos mentales pueden alterar la forma en que las personas perciben objetos comunes, lo que puede generar desorientación o incluso miedo. Por esta razón, es importante utilizar materiales, patrones y formas simples y claras, que sean menos propensas a distorsionarse a través del ojo del observador.
- Seguridad
Las personas con trastornos mentales suelen tener una interacción física más frecuente con su entorno, ya sea tocando, tirando o frotando materiales y objetos. Este comportamiento a menudo es una forma inconsciente de reducir el estrés, y generalmente no causa daños significativos. Sin embargo, en algunas ocasiones, el paciente puede actuar de manera más agresiva hacia el entorno, lo que podría resultar en daños más graves. Por lo tanto, es importante utilizar materiales duraderos en estos casos. Además, se deben evitar objetos y materiales que puedan ser potencialmente utilizados como armas.
- Orientación espacial
Diseñar el centro psiquiátrico de manera que sea fácil de navegar y tener una buena orientación espacial. Esto puede incluir la señalización clara, la organización lógica de los espacios y la creación de puntos de referencia visuales.
- Colores
Uno de los descubrimientos más interesantes de la neurociencia del color es que los distintos colores pueden influir significativamente en las emociones y el comportamiento. Por ejemplo, los colores cálidos como el rojo, el naranja y el amarillo se asocian a sentimientos de excitación, energía y calidez. Por el contrario, los colores fríos como el azul, el verde y el morado se asocian con la calma, la tranquilidad y la relajación.
Además, se ha demostrado que algunos colores afectan al estado de ánimo y al comportamiento. Por ejemplo, se ha descubierto que el verde tiene un efecto calmante en el cerebro, reduciendo el estrés y la ansiedad. Por otra parte, se ha demostrado que el azul aumenta la productividad y la concentración. El rojo, por su parte, se asocia a menudo con la pasión y la intensidad, y se ha demostrado que aumenta el ritmo cardíaco y la excitación cerebral.
Iluminación
La luz natural tiene un impacto significativo en el cerebro. En primer lugar, la luz natural es el principal estímulo que sincroniza nuestro ciclo circadiano. La exposición a la luz natural durante el día, especialmente en las primeras horas de la mañana, ayuda a regular nuestro reloj interno y promueve un ritmo circadiano saludable.
La luz natural también influye en la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño y la vigilia. La exposición a la luz natural durante el día suprime la producción de melatonina, lo que nos mantiene despiertos y alerta. Por otro lado, la falta de exposición a la luz natural, especialmente en la tarde y noche, permite que la melatonina se produzca, lo que nos ayuda a relajarnos y prepararnos para el sueño.
Además de la producción de melatonina, la luz natural estimula la liberación de serotonina, una hormona relacionada con la felicidad y el bienestar. La falta de luz natural, como en los meses de invierno o en entornos con poca iluminación, puede contribuir a la aparición del trastorno afectivo estacional (TAE) y afectar negativamente nuestro estado de ánimo. La luz natural también es la principal fuente de vitamina D, que desempeña un papel crucial en la salud ósea y el sistema inmunológico. La exposición regular a la luz solar ayuda a nuestro cuerpo a producir vitamina D de manera natural, lo que es esencial para mantener la salud general y el bienestar.
Reducción del ruido
El ruido es el principal factor que genera estrés en un entorno hospitalario, lo que a menudo resulta en la privación del sueño y un proceso de recuperación más lento. Este impacto es aún más significativo en pacientes con trastornos mentales, ya que cualquier perturbación psicológica se intensifica.
Ventajas del uso de materiales aislantes acústicos
Privacidad del paciente: dormitorios individuales
Existen numerosas evidencias que respaldan la idea de que los dormitorios individuales son mejores que los compartidos. Al brindar dormitorios individuales, los pacientes tienen mayor privacidad y se reducen significativamente los incidentes y conflictos entre ellos, en comparación con los dormitorios compartidos.
Además, los dormitorios privados fomentan un ambiente más tranquilo, lo que mejora la calidad del sueño para la mayoría de los pacientes y reduce los niveles de agitación en algunos casos.
Distribución interior del programa funcional
Considerar la distribución y el diseño de los espacios de manera que promuevan la sensación de seguridad, privacidad y comodidad de los pacientes. Pueden incluir áreas más pequeñas y acogedoras, zonas de descanso tranquilas y áreas de recreación para promover un ambiente terapéutico.
Además, se ha ido prestando atención a la distribución de los espacios dentro de los centros de salud mental. Se han diseñado áreas específicas para la atención clínica, terapias individuales y grupales, así como espacios multifuncionales para actividades recreativas y de rehabilitación. También se ha dado importancia a la privacidad y la confidencialidad, creando áreas tranquilas y espacios de consulta que respeten la intimidad de los pacientes.
Conclusiones
Todos estos criterios enumerados son solo una guía y cada centro psiquiátrico puede tener necesidades y requisitos específicos. Es importante trabajar en estrecha colaboración con expertos en diseño y profesionales de la salud mental para garantizar que el centro psiquiátrico cumpla con los estándares adecuados y sea un entorno terapéutico y seguro para los pacientes.
La neuroarquitectura aplicada a los centros de salud mental se centra en diseñar espacios que promuevan la curación, la tranquilidad y la recuperación de los pacientes. Estos criterios de diseño buscan crear ambientes terapéuticos, adaptativos y seguros, que contribuyan al bienestar mental de las personas que reciben tratamiento.
Además de todo ello también resaltar la labor del arquitecto de proyectar de manera consciente los espacios para la salud mental, en los cuales el impacto de la arquitectura se hace aún más relevante y sensible debido a la vulnerabilidad de quien la habita.
En resumen, la arquitectura de los centros de salud mental en España ha pasado de ser imponente y aislada a ser más acogedora, integrada en la comunidad y centrada en el bienestar de los pacientes. Estos cambios reflejan la evolución en la concepción y el tratamiento de los trastornos mentales, buscando proporcionar entornos terapéuticos que promuevan la recuperación y la inclusión social.
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