En los hospitales, cada detalle cuenta cuando se trata de cuidar la salud. Por ello, la seguridad no es solo un complemento más, sino un compromiso indiscutible que influye en todas las áreas de gestión. La aplicación de estándares nacionales e internacionales exigentes permite crear espacios clínicos seguros, limpios y controlados.

Cada protocolo y procedimiento implementado tiene como objetivo garantizar un entorno que favorezca la recuperación del paciente y minimice los riesgos asociados a la asistencia sanitaria. De esta manera, se protege la salud de quienes reciben tratamiento, del personal que lo proporciona y de quienes transitan por el hospital.

En este escenario, la limpieza y desinfección hospitalaria han dejado de ser tareas meramente operativas para convertirse en procesos clínicos esenciales. Su impacto en la seguridad de las personas es directo, puesto que un entorno libre de patógenos reduce significativamente el riesgo de infecciones nosocomiales, asociadas a la atención sanitaria, además de acortar los tiempos de recuperación.

Es indispensable empezar por la limpieza, fundamental en los protocolos hospitalarios, que asegura que los agentes desinfectantes puedan actuar con mayor eficacia al no verse obstaculizados por materia orgánica o residuos. Así, la combinación de ambos procesos forma una barrera activa y efectiva contra la transmisión de microorganismos.

Su impacto no se limita a superficies o equipos médicos. La desinfección ambiental bien aplicada disminuye de manera significativa la incidencia de infecciones asociadas a la atención sanitaria, algunas de las cuales están provocadas por microorganismos multirresistentes que desafían incluso los tratamientos más avanzados.

Desde ISS España aplicamos nuestras soluciones para proporcionar una limpieza verdaderamente eficaz que no depende únicamente del uso de productos químicos, sino de la implementación de estrategias estructuradas y aplicadas por personal altamente capacitado.

Así, podemos cubrir las demandas y necesidades específicas de las distintas áreas críticas, como quirófanos, unidades de cuidados intensivos o habitaciones de aislamiento, en cuanto a métodos, frecuencia y rigurosidad. Y a través de la incorporación de tecnologías avanzadas como HPV system, la luz ultravioleta o la nebulización de desinfectantes, se potencia la efectividad de los procesos tradicionales. De esta manera, se puede garantizar una desinfección homogénea en lugares de difícil acceso.

Uno de los principales objetivos de la limpieza y la desinfección es la prevención de infecciones nosocomiales, aquellas que los pacientes adquieren durante su estancia en centros sanitarios. Estas patologías infecciosas, muchas veces invisibles en su origen, pueden generar complicaciones en la salud de los pacientes. Por eso, nuestros equipos trabajan de forma coordinada con los profesionales médicos para actuar con rapidez ante cualquier indicio de brote, reforzando de inmediato los protocolos de desinfección para contener la propagación y proteger el bienestar de las personas.

Pero la prevención no puede limitarse a las superficies. El entorno del hospital, incluyendo el aire que se respira, es una fuente de microorganismos que pueden afectar tanto a pacientes como al personal sanitario. Factores como el control del aire, la temperatura, la humedad y la presión en los distintos espacios clínicos desempeñan un papel fundamental para interrumpir las rutas de transmisión de estos agentes.

El control ambiental permite crear condiciones desfavorables para la supervivencia y propagación de agentes patógenos. Mediante sistemas de climatización y ventilación con filtración HEPA (High-Efficiency Particulate Air), regulación de presión y monitorización constante de parámetros ambientales, se complementan los protocolos de limpieza y desinfección y se fortalece la seguridad del entorno asistencial.