Hospital Quirónsalud Zaragoza
El nuevo hospital, ubicado en la periferia de Zaragoza, en el distrito de Casablanca, es un proyecto de vanguardia en el ámbito sanitario, con una superficie de más de 30.700 m2, alberga más de 250 camas, 47 consultas externas y 14 quirófanos, incluyendo áreas especializadas como diagnóstico por imagen y medicina nuclear. Su distribución funcional está organizada en tres volúmenes principales: hospitalización, consultas externas y urgencias. El diseño de este centro busca optimizar los flujos internos y garantizar una operativa eficiente.
Ubicación estratégica para un entorno funcional
Su ubicación estratégica no solo garantiza una conectividad fluida con las principales vías de la ciudad, facilitando el acceso rápido para vehículos de emergencia, sino que también se integra con un parque lineal en desarrollo. Este corredor verde mejora la movilidad peatonal y conecta el hospital con la estructura urbana circundante, promoviendo un entorno accesible y sostenible.
Los distintos requerimientos en altura del proyecto y la formalización de dos de sus volúmenes en forma de molino generan un conjunto dinámico que aprovecha la doble piel de fachada para introducir luz solar. Esta fragmentación geométrica busca una adaptación formal y climática, evitando la exposición de grandes frentes de fachada a los vientos dominantes. La geometría irregular del centro ayuda además a reducir la exposición al impacto sonoro producido por la avenida de Gómez Laguna.
Al concebir el proyecto en tres volúmenes diferenciados se genera además un acceso para cada uno de estos bloques, consultas, hospitalización y urgencias todos ellos conectados en el interior del edificio. Se organiza en seis plantas sobre rasante y dos bajo rasante, ubicando los servicios generales dedicados al funcionamiento del hospital en el sótano 1, en contacto directo con los muelles de carga y las zonas de instalaciones.
La formalización geométrica de cada uno de los volúmenes del hospital responde a sus necesidades funcionales. En el caso de los bloques de hospitalización y consultas externas su distribución responde a las características programáticas y las interrelaciones funcionales necesarias según los usos maximizando estratégicamente el aprovechamiento de la iluminación natural potenciando la relación con los espacios exteriores brindando a la vez privacidad e intimidad en los diferentes espacios de tratamiento y hospitalización. El bloque técnico está diseñado para lograr eficiencia en la optimización de los recorridos, dando lugar a un volumen rectangular con patios intermedios que permite la entrada de luz durante el día para favorecer un buen ritmo circadiano a los usuarios.
Arquitectura al servicio de la sostenibilidad
La arquitectura del hospital destaca por su compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética. La composición volumétrica diferenciada de los tres bloques principales maximiza la iluminación natural y garantiza la privacidad de los pacientes, al tiempo que minimiza el impacto del viento en la zona.
La fachada de doble piel, compuesta por paneles de GRC (Glass Reinforced Concrete), es un elemento clave en este enfoque sostenible. Esta solución mejora la eficiencia térmica del edificio a la vez que matiza la permeabilidad del edificio según sus usos generando una composición de fachada dinámica. Esta segunda piel actúa como un filtro que disminuye el soleamiento directo, optimizando el rendimiento térmico de la envolvente y contribuyendo a un menor consumo energético.
La integración de sistemas sostenibles, como la geotermia de circuito abierto y las placas fotovoltaicas, refuerza el compromiso del hospital con la reducción de la huella de carbono y el uso de energías renovables.
Tecnología y espacios centrados en el paciente
El hospital incorpora tecnología de última generación, destacando la instalación de la primera UCI pediátrica y neonatal en un hospital privado de Aragón. Este servicio especializado refuerza la capacidad de atención médica en la región, ofreciendo cuidados intensivos de alta calidad para los pacientes más pequeños.
Los espacios han sido diseñados para maximizar la entrada de luz natural, tanto a través de la fachada como desde los patios interiores, creando ambientes agradables que fomentan la recuperación y el bienestar de los pacientes y sus acompañantes brindando a su vez espacios saludables de trabajo para el personal sanitario. La humanización de los espacios sigue siendo clave en el diseño de la arquitectura hospitalaria de ENERO Arquitectura.
El diseño del centro incorpora circulaciones separadas para el público y el personal interno, asegurando una organización eficiente y clara evitando interferencias en los flujos de trabajo de las diferentes áreas. En las salas de espera se han utilizado materiales fonoabsorbentes para mejorar el confort acústico.
La doble piel de la fachada no solo mejora la eficiencia energética, sino que también garantiza la privacidad de los pacientes, manteniendo una conexión visual con el entorno exterior.
Las habitaciones están diseñadas para minimizar el ruido y ofrecer un ambiente tranquilo y confortable, contribuyendo a una experiencia hospitalaria más positiva. Cada detalle, desde la selección de materiales hasta la disposición de los espacios, ha sido cuidadosamente planificado para priorizar el bienestar físico, emocional y cognitivo de los pacientes y sus familiares.
El nuevo hospital en Zaragoza es un ejemplo de cómo la arquitectura puede alinearse con la sostenibilidad, la innovación tecnológica y la humanización de los espacios sanitarios. Este proyecto responde a los requerimientos de los avances en atención médica hospitalaria actuales y establece un nuevo estándar para la atención centrada en el paciente y el respeto por el medio ambiente, consolidándose como un referente en la arquitectura hospitalaria del futuro.
Galería de imágenes
Fotografías: Jorge Allende
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