Nueva Unidad de Aislamiento del Hospital Clínic de Barcelona
Las unidades de aislamiento son espacios hospitalarios altamente especializados, concebidos para el tratamiento de pacientes con enfermedades infecciosas o con sistemas inmunológicos comprometidos. Su infraestructura y operativa responden a un objetivo prioritario: minimizar el riesgo de transmisión y garantizar la seguridad de pacientes, personal sanitario y visitantes (Lukowski et al., 2023).
Por su propia naturaleza, estos espacios albergan a personas en situaciones de gran vulnerabilidad, que no pueden abandonar su habitación y cuyo contacto con el exterior —ya sea con familiares, vínculos afectivos o incluso con el personal asistencial— se ve limitado o restringido, además de un ambiente de trabajo crítico. En este contexto, resulta clave preguntarse: ¿qué sucede emocionalmente dentro de estos espacios?, ¿qué efectos tiene el aislamiento prolongado?, ¿cómo debería pensarse su diseño? Para comenzar a responder estas preguntas, la revisión de literatura científica resultó fundamental.
En cuanto a los pacientes, la evidencia ha identificado una correlación entre el aislamiento hospitalario y emociones como el miedo, la ansiedad, el rechazo, el estrés y la depresión. Además, se han relevado necesidades emocionales recurrentes en los pacientes, centradas en poder mantener la esperanza, afrontar la incertidumbre, preservar vínculos significativos, recibir una atención humanizada y contar con acceso a la información (Rodríguez-Prat et al., 2023).
En cuanto al personal asistencial, se evidencia la necesidad de sentirse seguro, contenido por una estructura física bien organizada y respaldado por apoyos eficaces. Esto permite a los equipos trabajar dentro de márgenes controlados, reduciendo tensiones y evitando decisiones forzadas fuera de su zona de confort (Grailey et al., 2020).
Por consiguiente, todas las estrategias de diseño se han elaborado con el objetivo de crear un entorno capaz de responder de manera equilibrada a las necesidades reales de pacientes y del equipo de salud, generando espacios flexibles que promuevan la recuperación, refuercen la seguridad y cuiden el bienestar tanto físico como emocional de todas las personas usuarias.
Características de diseño
Con una superficie de 629,44 m², la unidad dispone de ocho habitaciones individuales, dos habitaciones dobles y dos habitaciones de alto aislamiento preparadas para dar respuesta a situaciones de emergencia sanitaria, como brotes de infecciones víricas de alta transmisibilidad.

Proyectada desde los principios de las Neurociencias aplicadas a la Arquitectura y el Evidence-Based Design (EBD), el nuevo diseño busca optimizar los flujos de trabajo, reducir el estrés, mejorar la comunicación y promover el bienestar durante la estancia hospitalaria, incluso en condiciones complejas como el aislamiento prolongado.
El entorno ha sido cuidadosamente proyectado: revestimientos que imitan la calidez de la madera y aportan un aspecto más doméstico, colores suaves, iluminación regulable personalizada e imágenes con motivos naturales en zonas estratégicas —como los pasillos— buscan romper la monotonía y, al mismo tiempo, colaborar en la orientación temporo-espacial.
Desde el punto de vista constructivo, se han incorporado materiales de altas prestaciones técnicas, adecuados para un uso intensivo y compatibles con los requerimientos de control infeccioso, sin renunciar a la estética, el confort ni la sostenibilidad.
Por otra parte, la innovación más representativa del proyecto es la creación de una pared funcional en el exterior de cada habitación: un dispositivo arquitectónico que resuelve, integra y genera conexión.
Esta estructura integra una estación de trabajo con ordenador táctil, controles domóticos, un compartimento estanco para el intercambio de materiales, dispensadores de EPIs y un vidrio electropolarizado, capaz de volverse opaco o transparente según la necesidad clínica o la preferencia del paciente. A ello se suma una cortina de tela opaca, que ofrece un control adicional sobre la intimidad y permite regular factores como la entrada de luz durante la noche.
Asimismo, gracias a este elemento, es posible mantener el contacto visual y auditivo sin necesidad de ingresar a la habitación, lo que contribuye a reducir la sensación de encierro sin comprometer la seguridad. Un sistema de comunicación bidireccional facilita, además, la interacción continua con el equipo sanitario e, incluso, con los familiares, reforzando el vínculo humano en situaciones de aislamiento.
Como señala el Dr. Álex Soriano, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas:
"Este diseño incrementa el número de interacciones visuales reales con el paciente, lo que disminuye su angustia y le transmite calma."
Especificaciones técnicas
El proyecto ha sido diseñado como unidad de infecciosos, por tanto, con las habitaciones en presión negativa respecto al pasillo, pero también permite ubicar pacientes inmunodeprimidos, con funcionamiento reversible, en presión positiva, así como pacientes estándar, con presión neutra.
Las habitaciones de infecciosos disponen de unidades independientes de extracción con un filtro absoluto terminal H14 ubicado cerca del cabecero de paciente y otro en lavabo, con extracción directa al exterior, y unidades de impulsión comunes para cada dos habitaciones con batería de frío y calor, equipos específicos de Aire Limpio, con filtro absoluto terminal H13 en el techo de las habitaciones.
Las condiciones de diseño y puesta en marcha de las habitaciones de infecciosos son 12 movimientos/hora y una depresión de -6 Pa, clase ISO 7.
La unidad también dispone de dos habitaciones de alto aislamiento, con un climatizador independiente para cada una de ellas. Las condiciones de diseño y puesta en marcha en estas dos habitaciones son 20 movimientos/hora y una depresión de -15 Pa, clase ISO 7. Se han previsto también dos exclusas con escalones de presión negativa (esclusa 1: -10 Pa, esclusa 2: -5 Pa) hasta un vestíbulo común barrera con presión positiva (+6 Pa) para conseguir una mejor contención de los contaminantes en la zona. A la entrada de la zona de alto aislamiento hay un PLC con una pantalla para gestionar los accesos con puertas automáticas, enclavamientos y presiones, según el modo de operación en el que se trabaje, para ayudar al personal sanitario en la gestión de este espacio según el tipo de aislamiento que sea necesario aplicar.
Dentro de la propia unidad hay 4 salas técnicas para ubicar los equipos de impulsión y extracción de aire de las habitaciones de infecciosos, así como los cuadros de control de estos. El hecho de poder disponer de estas salas técnicas internas es la solución que ha dado viabilidad al proyecto. Descentralizar las salas técnicas haciendo una instalación atomizada ha permitido en una sala con poco espacio poder dar unas prestaciones en climatización y control de presiones diferenciales, con posibilidad de cerrar algunas zonas de la sala sin afectar a otras. Este punto es relevante si se considera desde el punto de vista del uso preferente para tratamiento de enfermedades infecciosas.
Los climatizadores de las habitaciones de alto aislamiento se ubican fuera de esta unidad, debido a sus elevadas dimensiones.
Para evitar cruce de flujos de aire, todas las aportaciones se hacen por la fachada exterior, y todas las extracciones por la fachada interior.

En cuanto a las estrategias de control, todas las habitaciones tienen una consigna de caudal de impulsión constante. Este caudal es regulado en cada habitación por una compuerta de regulación de caudal de tipo Venturi, para garantizar el caudal de aporte de aire, en cualquier modo de uso y diferencial de presión.
En la pared funcional de cada habitación hay un módulo de control con una pantalla de monitorización de caudales y presiones, para la selección del modo de uso, diferencia de presión, alarma de presión y estado de suciedad del filtro HEPA.
En las habitaciones de alto aislamiento cada estancia del circuito de entrada/salida (esclusas) dispone de una compuerta de regulación de caudal tanto en la impulsión como en la extracción, para obtener los diferenciales de presión requeridos.
Todos los cuadros de control tienen instalados unos reguladores de tensión manuales conectados a los ventiladores tanto de impulsión como de extracción para poder regularlos manualmente en caso de fallo de la unidad de control, para poder garantizar el diferencial de presión requerido.
La gestión de todo el sistema queda recogida en el BMS Schneider del Hospital Clinic.
Asimismo, cada habitación dispone de un control domótico bajo protocolo de comunicación KNX, para la gestión de la iluminación (ambiente, lectura, nocturno, exploración), iluminación RGB para indicación de códigos de alerta sanitaria a la entrada de la habitación, vidrio electro polarizado y motor de estores y cortinas. Todos estos elementos serán gestionados con una pantalla táctil ubicada en la pared funcional, con un cuadro de control individual para cada habitación y un servidor KNX. También hay instalada botonera mecánica en caso de fallo del sistema KNX, para poder activar los elementos principales que afecten al paciente.
Dentro de las habitaciones también se incorpora un altavoz IP con micrófono integrado para emisión de musicoterapia, cámara IP y una pantalla de 40” para mostrar parámetros clínicos.
Conclusión
A lo largo de este escrito, se ha buscado visibilizar cómo un trabajo interdisciplinar entre distintos profesionales del Hospital Clínic y el equipo de arquitectura de AHEAD Barcelona Healthcare Architecture, guiado por la evidencia científica y una sensibilidad profunda hacia la experiencia humana, permitió dar forma a un proyecto innovador en el diseño de unidades de aislamiento hospitalario.
Lejos de ofrecer una solución meramente funcional, esta propuesta planta una respuesta integral que conjuga seguridad, bienestar emocional y eficiencia operativa. La incorporación de recursos como la pared funcional, junto con criterios de diseño biofílico, confort ambiental y flexibilidad técnica, responde a una visión que entiende la arquitectura como un agente activo en el cuidado de la salud.
Con líneas de investigación ya en marcha para evaluar su impacto real, este proyecto se posiciona no solo como un modelo replicable, sino también como una muestra concreta de cómo es posible repensar los espacios críticos desde una perspectiva más humana.
Autoría
- Clara Rius y Enric Palou, Ahead Barcelona Healthcare Architecture.
- Ana Sánchez y Carles Dalmau, Hospital Clinic.
Referencias bibliográficas Ahead
- Lukowski, J., Vasa, A., Arguinchona, C., ElRayes, W., Frank, M. G., Galdys, A. L., ... & Herstein, J. J. (2023). A narrative review of high-level isolation unit operational and infrastructure features. BMJ Global Health, 8(7), e012037.
- Rodriguez-Prat, A., Pergolizzi, D., Crespo, I., & Monforte-Royo, C. (2024). Experiences of isolation among patients hospitalized during an infectious disease outbreak: A systematic review and meta-ethnography. Behavioral Medicine, 50(3), 195-210.
- Grailey, K., Leon-Villapalos, C., Murray, E., & Brett, S. J. (2021). The psychological impact of the workplace environment in critical care a qualitative exploration. Human Factors in Healthcare, 1, 100001.
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