Residencia y centro de día en Ripollet

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Introducción

La propuesta de MIBA Architects se acoge al modelo de vivienda con curas, tal y como se describe en las bases del concurso, como punto de partida, y se centra en responder a este planeamiento a todas las escalas, desde su encaje en la ciudad hasta la materialidad y el detalle, pasando por la definición precisa del programa, la estrategia volumétrica, el tratamiento del paisaje y la distribución de los espacios.

Entendemos la vivienda con curas como un modelo de convivencia centrado en la persona, que va mucho más allá de lo que sucede dentro de los límites físicos del edificio y sus jardines. Pensamos que este modelo no solo tiene que nutrir su contexto; también debe mejorarlo, estableciendo relaciones simbióticas con un beneficio mutuo con le vecindario, los comercios y los equipamientos, el paisaje urbano, y aportar mejoras de carácter medioambiental a su entorno cercano.

Encaje urbano

Consideramos fundamental la buena integración del proyecto en la ciudad, tanto a nivel urbanístico, como social y medioambiental. En este sentido, hemos tomado las siguientes decisiones:

Encaje urbanístico

Generar espacio público: aprovechamos que disponemos de una parcela de grandes dimensiones para situar y articular el edificio de manera que se generen, además de los jardines de acceso controlado, dos nuevas plazas:

Una a levante, con un carácter más urbano y relacionada con el acceso a la residencia, los locales destinados a entidades y la peluquería. Pensamos que este espacio será fundamental para establecer vínculos entre las entidades y los habitantes del nuevo equipamiento. La plaza enlaza también el edificio con el acceso al Parque dels Pinetons.
Una segunda a sur, más ajardinada y con espacios para juegos infantiles, relacionada con el centro de día, la cafetería y dos equipamientos escolares vecinos. Un espacio que será el catalizador de las relaciones intergeneracionales entre los usuarios del centro de día, los habitantes y los infantes. Proponemos situar la cafetería en este punto, ejerciendo de puente entre el espacio público del edificio, con múltiples posibilidades de gestión (espacio interior controlado con vistas a la plaza, espacio conector abierto a ambos lados…). Un gran porche-pérgola une la cafetería con el edificio, ejerciendo de fachada potencialmente practicable para abrir los jardines dentro de la plaza.

Encaje social

Generar sinergias con la ciudad: nuestra propuesta tiene como objetivo integrar el modelo de vivienda con curas dentro del tejido social y cultural del barrio y de la ciudad de Ripollet, estableciendo dinámicas de cooperación entre los habitantes del edificio y de la ciudad. Para facilitarlo, hemos elaborado un mapa de los espacios que acogen actividades y entidades que consideramos que podrían establecer relaciones simbióticas con el nuevo equipamiento.

Fomentar las relaciones intergeneracionales: nuestra manera de vivir ha generado una gran distancia entre generaciones. Las personas mayores son las que mas padecen esta realizad, pero este es un problema que afecta al conjunto de la población. Una sociedad que no integra plenamente a las personas que la han construido, tiene que reflexionar. Hemos elaborado un diagrama que pone tipos de espacios existentes con actividades que activarán las dinámicas de relación entre los nuevos habitantes y la gente mayor del barrio, los adultos y los niños. Esta es una herramienta de trabajo muy útil para identificar y construir oportunidades.

Encaje medioambiental

Generar nuevos refugios climáticos: proponemos un tratamiento vegetal de los nuevos espacios públicos y de los jardines de la residencia que mejorarán significativamente el confort y la calidad medioambiental del entorno cercano.

Mejorar la autosuficiencia energética: aprovechando la gran extensión de cubiertas, proponemos implementar un huerto solar de 2.800m2 (324 kWp) que, además de abastecer al nuevo equipamiento, generará excedente que servirá para mejorar la eficiencia energética de los equipamientos mas cercanos: la guardería, el instituto-escuela y el CAP. Esta operación tiene un buen encaje normativo y se podría llevar a cabo mediante ayudas públicas.

La vivienda con curas: un nuevo concepto de domesticidad

Los nuevos habitantes serán personas muy diversas, con capacidades, sensibilidades y motivaciones muy variadas. Todas ellas habrán dejado su entorno de confort y es muy importante que encuentren un nuevo espacio donde puedan interactuar libremente, más allá de los límites de la residencia. Evidentemente, el hecho de que se trate de personas dependientes es un factor relevante que hay que tener en cuenta en el momento de proyectar esta autonomía de manera efectiva. En este sentido, consideramos 5 escalas diferentes de domesticidad que constituyen un gran abanico de posibilidades para cada usuario, en función de sus motivaciones y posibilidades que puedan definir su entorno de confort:

El micro barrio: es el entorno más cercano, donde se pueden sentir seguros, y al conjunto de espacios, personas y actividades con las cuales todos los residentes puedan satisfacer sus intereses y motivaciones. Hemos elaborado un mapa que identifica estos agentes en un entorno de 250 metros accesibles desde el acceso a la residencia. Esta es una distancia que consideramos razonable, teniendo en cuenta la diversidad en el grado de dependencia de los nuevos habitantes.

El conjunto del nuevo equipamiento: comprende el conjunto de espacios (viviendas, centro de día, local para entidades, cafetería, peluquería, jardines) y las personas que habitarán los nuevos espacios (habitantes, usuarios del centro de día, entidades que ocuparán los nuevos locales y trabajadores del centro). Hemos puesto especial cuidado en organizar todos los espacios con la finalidad de facilitar el acceso y la orientación en los recorridos, así como la gestión controlada de los accesos, teniendo muy en cuenta a las personas que, por su grado de dependencia, tendrán que disfrutar de un ámbito de convivencia seguro y controlado.

Las unidades de convivencia: atendiendo a los requerimientos del programa, hemos organizado las viviendas en 4 unidades de 25 habitantes, cada una de ellas con los servicios y espacios necesarios. Hemos puesto especial atención en generar recorridos continuos, con múltiples espacios de convivencia de dimensiones diferentes, todas con condiciones de confort óptimas (luz natural, vistas, ventilación cruzada…). También hemos tenido muy en cuenta la facilidad de gestión por parte del personal.

El vecindario cercano: para incrementar la condición de hogar, hemos subdividido las unidades de convivencia en dos subunidades gestionadas de manera conjunta. Cada una de estas subunidades acoge a un total de 12 o 13 residentes y se organiza alrededor de un patio central, reforzando la idea de unidad de convivencia.

El espacio privado: cada persona o pareja dispone de su espacio privado, el cual tiene que ser especialmente confortable y acogedor, y disponer de un espacio exterior propio. Hay que tener en cuenta que una parte de los habitantes, con un elevado nivel de dependencia, pasarán la mayor parte del tiempo en este espacio y que, en el caso hipotético de pasar por situaciones de confinamiento, el espacio privado se convertiría en su hábitat durante un periodo de tiempo prolongado. Por estos motivos, hemos puesto mucho cuidado en el diseño de estas viviendas, compatibilizando la diversidad de ámbitos con la facilidad de control y gestión por parte del personal.

Sostenibilidad

El uso del edificio requiere unos niveles de confort térmico muy elevados y sostenidos de las 24 horas del día, todas las estaciones del año. Es fundamental poder conseguir este confort y hacerlo con un consumo energético mínimo.

La tipología del edificio con patios es, en nuestro clima, un modelo idóneo para maximizar el funcionamiento bioclimático, reduciendo la demanda energética e incrementando el confort climático. Por este motivo, proponemos un edificio articulado mediante cuatro patios de 12x12 metros que acogerán un arbolado y vegetación arbustiva, actuando como reguladores climáticos y garantizando unos buenos niveles de iluminación natural en todos los espacios de uso y circulaciones.

Ciclo de la energía

Principales propuestas de soluciones técnicas para reducir la demanda energética:

Todos los espacios de circulación tienen relación directa con los patios y podrán tener un funcionamiento bioclimático pasivo durante todo el año. Los espacios comunes tienen doble orientación norte-sur, facilitando su funcionamiento pasivo durante gran parte del año.
Las viviendas, situadas en el perímetro alrededor de zonas pasivas, disponen de doble abertura, y siempre tendrán la posibilidad de ventilar e intercambiar las ganancias energéticas con los espacios intermedios.
Se aumentan los niveles de aislamiento en cerramientos de fachada (oberturas incluidas) y cubierta para reducir las pérdidas de calor en invierno y amortiguar el efecto de la radiación solar directa en verano. Las cubiertas serán verdes en la primera planta y estarán cubiertas por un huerto solar de placas fotovoltaicas que están elevadas para dar sombra y generar una cámara ventilada. Este sistema reducirá significativamente la demanda de frio en los espacios comunes de la planta superior.
En las oberturas de las fachadas con exposición solar sur, este y oeste, se prevé disponer de protecciones solares exteriores.
También se potencia la ventilación natural directa aprovechando la inercia térmica con la ventilación nocturna como acumulador/disipador de la alta carga térmica del edificio (pavimentos y elementos estructurales de hormigón).
Como complemento a la optimización de la envolvente térmica (aislamiento, estanqueidad, calidad constructiva, protección solar), el objetivo es mejorar el balance térmico durante las diferentes estaciones del año, controlando y reduciendo las pérdidas y/o cargas asociadas a la renovación de aire por salubridad (aire primario) a partir del pretratamiento del aire de renovación.
En cuanto a la iluminación natural, la morfología del edificio, su condición exenta y la presencia de los patios facilitan la iluminación natural a todos los espacios. La estrategia del proyecto (en el marco de los objetivos nZEB) es la reducción del consumo de luz artificial, tanto a nivel de kWh eléctricos, como de carga a disipar por los sistemas de clima.
Se prevé una sectorización optima de los sistemas de iluminación para mejorar el control y la gestión por parte de los usuarios, con un sistema automático de encendido-apagado cruzando parámetros de horas de funcionamiento, sensores de presencia y sensores crepusculares.
Se propone generar un huerto solar en cubierta con 720 placas que aportaran una potencia de 342 kWp, suficiente para abastecer la demanda total del edificio y generar excedente que servirá para mejorar la eficiencia de los equipamientos más cercanos.
La alta demanda de ACS será uno de los factores que requiera una mayor demanda. Proponemos un sistema de generación eléctrica mediante bombas de calor de CO2 y una gran capacidad de acumulación, de modo que el agua se caliente en las horas de mayor rendimiento de las placas y se mantenga caliente el resto del tiempo.

Ciclo del agua

El agua de lluvia es el recurso hídrico de mayor calidad del que disponemos. Se propone tratarlo de la misma manera que lo hace la biosfera: evaporar una parte directamente a través de las zonas verdes exteriores, otra parte almacenarla para reutilizarla para el riego, la limpieza y los indoors, y el resto para infiltrarla al subsuelo.

En cuanto al consumo de agua de la vegetación prevista, se propone un diseño de los espacios verdes interiores muy estrictos respecto al consumo de agua: se plantean especies autóctonas de consumo mínimo (un 80% menor respecto a un escenario convencional) con sistemas de riego eficientes (elementos y programación).

Materialidad

Atendiendo a las exigencias del consumo casi nulo de energía de los edificios en su fase de uso y explotación, la mayor parte del consumo de energía provendrá de la extracción y fabricación de los materiales. La reducción substancial del impacto viene dada por la reducción de los impactos asociados a los materiales utilizados en la construcción. Además de conseguir un edificio nZEB, la intención del proyecto es la de aproximarse al edificio nZIB (nearly Zero Impact Buildincs).

El proyecto propone el uso predominante de soluciones industrializadas prefabricadas para la estructura y el uso intensivo de materiales de origen biosférico como la madera. La construcción prefabricada e industrializada representa una reducción del coste ambiental de la construcción, dado que se minimizan los residuos y el consumo de agua in situ.

La construcción con madera de gran parte de los elementos estructurales (forjados) y carpinterías del edificio sobre rasante, representa una reducción muy importante del conste ambiental, dado que la madera es un material sostenible por su capacidad de fijar carbono. Se propone el uso de madera que provenga de entornos cercanos para mejorar la energía gris incorporada en su transporte.

Para los cerramientos y divisorias, se propone el uso de un bloque prefabricado de hormigón de cal con un árido reciclado e hidrofugado en masa. El cemento de cal natural presenta una reducción de un 50% de emisiones de CO2 en su producción respecto a un cemento convencional. La cal es un producto natural de la tradición constructiva local que presenta grandes ventajas. Es un producto inerte, que aporta grandes beneficios para la salud, tanto por la ausencia de componentes químicos, como por sus propiedades desinfectantes (es fungicida y antibacteriana). Además, es altamente transpirable y permite la autorregulación de la humedad de los espacios. La hidrofugación protege el bloque y hace que sea más fácil de limpiar, de modo que aporta un importante ahorro de recursos al solucionar con un único elemento los cerramientos y divisorias tanto exteriores como interiores sin la necesidad de ningún tipo de revestimiento o pintura.

La generación de residuos

En la fase de construcción, gracias al uso de materiales prefabricados e industrializados se reducirá un 75%. Adicionalmente, el uso de materiales reciclados/reciclables y renovables, y la adopción de un modelo de gestión de recursos a lo largo del ciclo de vida del edificio, permitirían llegar a unos niveles de generación y separación selectiva, en los que solo los materiales de unos pocos elementos no se lleguen a reciclar en las condiciones actuales del mercado.

Calidad ambiental en el proceso del proyecto básico y ejecutivo, y en obra

Se prevé desarrollar, a lo largo del proceso del proyecto y en el seguimiento de obra, el análisis de impacto ambiental y la propuesta de soluciones de mejora justificadas técnica, económica y normativamente, incluyendo:

El impacto ambiental de los materiales de construcción en peso, energía y emisiones de CO2.
La minimización y gestión de residuos, de fabricación, de obra y del uso del edificio.
La demanda de energía de climatización e iluminación, con simulación energética: se prevé la validación de estrategias bioclimáticas que faciliten el funcionamiento pasivo del edificio mediante simulación dinámica, utilizando el programario especializado de análisis CFD (Computational Fluid Dynamics) así como los métodos paramétricos con herramientas como jEPLUS.
El consumo de agua del edificio y de la viabilidad de las opciones de ahorro y aprovechamiento del agua de lluvia.

El programa funcional

El personal del centro tiene que poder atender a los habitantes con la máxima eficiencia y comodidad, y los residentes tienen que disfrutar de unos espacios que sientan como su hogar y que fomenten las relaciones de convivencia positiva, facilitando la orientación. La organización del programa tiene que ser muy racional, diferente y, a su vez, garantizar que todos los espacios sean muy confortables y acogedores.

Con el fin de conseguir estos objetivos, proponemos un esquema organizativo muy claro, con dos alas situadas a ambos lados del acceso, con los núcleos de comunicación muy visibles y cercanos al vestíbulo. Cada núcleo conecta con dos de las unidades de convivencia (superpuestas, dos en cada ala). El vestíbulo pasante, conecta directamente con el jardín de manera muy directa y visible.

La planta baja

En planta baja se concentran todos los servicios y espacios comunes (sala polivalente, fisioterapia, área de tratamiento médico), espacios de los trabajadores, cocina y zona de logística (lavandería, almacenes, espacios de instalaciones, gestión de residuos). Hemos puesto especial cuidado en simplificar los recorridos, centrándonos en los de uso público para ponerlos siempre en relación con los patios, con el fin de garantizar buenos niveles de ventilación e iluminación natural. Los espacios de uso común (salas polivalentes, espacios de fisioterapia, sala de reunión con las familias) se sitúan en el perímetro de los jardines, mientras que los espacios de servicio se sitúan relacionados con la calle (cocina, lavandería, residuos), con la zona de aparcamiento (almacenes y mantenimiento) o en zonas del jardín más apartadas (zonas de los trabajadores y tratamiento médico. Los otros programas, externos a la residencia, se sitúan dando respuesta a las plazas o a la calle. El centro de día se relaciona directamente con la plaza lúdica, para promover la interacción entre mayores e infantes. Los locales para entidades y la peluquería, accesible desde la residencia, se sitúan hacia la plaza de levante. Finalmente, la cafetería es un volumen exento, relacionado con el resto del edificio mediante un porche-pérgola), en el lindar entre los jardines y la plaza lúdica. Esta posición le otorga un amplio abanico de posibilidades: puede funcionar como un espacio-mirador sobre la plaza, solo accesible desde la residencia y el centro de día, o como un espacio puente entre la plaza, la residencia y el centro de día. El porche-pérgola tiene una fachada practicable que limita el jardín y la plaza, de modo que también se puede gestionar de forma flexible.

Las unidades de convivencia

En estos espacios, hemos puesto especial énfasis en conseguir una distribución muy clara para generar múltiples espacios de relación, medidas, funciones y orientaciones diversas. También hemos buscado la máxima eficiencia en la disposición de los espacios de servicio (punto de control, baños y geriátricos adaptados, almacén de limpieza…). Cada unidad se organiza como un doble claustro, desplazados entre si para maximizar el perímetro de la fachada. Esta configuración facilita la deambulación por el interior del edificio y genera dos ámbitos de vecindario cercanos, llamados subunidades, que ayudan a incrementar la sensación de hogar. Esta subdivisión permite sectorizar las unidades de manera muy sencilla, una partición necesaria para la seguridad en caso de incendio y muy útil para gestionar confinamientos en una hipotética situación de pandemia.

Las habitaciones/viviendas, son los espacios domésticos de intimidad. Se han planteado para poder compatibilizar su eficiencia y la posibilidad de apropiación del espacio para transformarlo en un hogar. Son espacios muy confortables y funcionales que responden a las diferentes necesidades de movilidad de cada residente. Todas están orientadas a este, sur u oeste, permitiendo el asoleamiento directo gran parte del día, disponen de una ventana en la parte interior, dando al patio a través del pasillo que facilita la ventilación cruzada y la iluminación natural de la zona office.

Los espacios de relación son todos pasantes, relacionados directamente con la fachada y los patios. Todos tienen vistas lejanas sobre el Parque dels Pinetons (los orientados a norte-sur), o a los jardines (los orientados a este-oeste). Casa unidad de convivencia dispone de tres espacios de estada de medidas y funciones diferentes que se articulan de manera fluida a través de los recorridos, que se colocan perimetralmente alrededor de los patios. Los recorridos tienen una sección variable, generando pequeños rincones delante de las habitaciones con vistas a los patios. Esta configuración facilita la gestión de las unidades por parte de los trabajadores, optimiza los recorridos y la visibilidad de los espacios. Los baños adaptados se sitúan anexos a las zonas de estada y el punto de control se encuentra al lado de un núcleo principal de cada unidad, facilitando el control de las personas que llegan. Cada unidad dispone de dos terrazas sobre cada uno de los patios.

En la planta primera, hay una gran terraza que relaciona las unidades de convivencia, un espacio ajardinado de estada y de relación donde los vecinos de diferentes unidades se pueden encontrar al aire libre.

El paisaje

La actividad al aire libre es esencial para la salud de las personas, y aún más para las personas mayores. Hemos planteado una gran diversidad de espacios exteriores, con el fin de generar un paisaje diverso tanto por su tratamiento como para fomentar múltiples dinámicas de relación de los usuarios y la necesidad de diferenciar entre espacios de acceso controlado y espacios públicos. La morfología del edificio nos ayuda a definir los diferentes ámbitos, en función de su orientación y relación con la calle y los programas.

Hemos planteado dos plazas, una en levante, en relación con la calle, el acceso a la residencia y los locales para entidades, y otra con un carácter más lúdico en relación con el centro de día, la cafetería, la fachada de los jardines interiores y entre generaciones diversas.

Dentro de los jardines, hemos planteado diferentes microclimas, un jardín de invierno, más soleado y uno de verano, más frío. Cada uno de estos espacios tendrá un tratamiento de la vegetación adaptado a sus necesidades (arbolado, arbustivas, vivaces, plantas aromáticas, plantas medicinales…). Además, creemos que es muy importante fomentar la jardinería como una actividad terapéutica para los usuarios.

La jardinería es una actividad que se realiza en el exterior y permite ejercitarse de forma suave, ideal para las personas mayores. Gran parte del trabajo son ejercicios cardiovasculares que ayudan a mantenerse en forma, a conservar las articulaciones y la musculatura para no perder agilidad. Es importante mantener una cierta actividad para evitar la aparición de la osteoporosis y de prevenir los riesgos de la diabetes y la obesidad. Mantener actividad al aire libre ayuda a hacer ejercicio y a combatir la pérdida de autonomía. La jardinería es una buena actividad para la moral. La acción de plantar y hacer crecer frutos y legumbres es fuente de orgullo, de haber cumplido con un cometido, se genera un sentimiento importante que mejora el amor propio. Son acciones útiles, que aportan beneficios, ayudan a distraerse, a llenar la cabeza con otras cosas. Rebaja el estrés y mejora el humor. Ocuparse, en cierto modo, del espacio exterior ayuda a la lucha contra la depresión. Además, participar en una actividad compartida es un buen ejercicio donde la gente pasa buenos momentos y encuentra afinidades entre los nuevos compañeros, compartiendo sus conocimientos. Es una magnífica manera de romper con la cotidianidad de solitud. También lo pueden compartir con las visitas, incluso con los nietos.

La propuesta plantea una zona importante del jardín como huerto, con hortalizas y cultivo de flor de manera que se puedan hacer ramos para las habitaciones, zona de cultivo de aromáticas y medicinales y presencia de arboles con frutos, que permiten hacer actividades diversas y variadas, con intensidades diferentes para que todos puedan disfrutar durante todo el año. En definitiva, un jardín productivo. Todo esto se tiene que diseñar adaptado a las capacidades de las personas mayores: mesas de cultivo elevadas, espacios de mantenimiento con dimensiones reducidas, asequibles, distribuir entre hortícolas, flores, aromáticas y medicinales para ajustar el volumen de trabajo. Se tendrá en cuenta la proyección de estos espacios con mucho cuidado.