Fecha: 2018
Idioma: Castellano
Autor: Francesc Mateu, Director de Telemedicina en Costaisa
Web: Ver aquí   

La atención sanitaria prestada en servicios de proximidad donde el paciente acude a su centro de referencia o más cercano, dejará de ser una variable sustancial en el proceso decisor. La transformación digital elimina barreras geográficas y temporales, y trae nuevos modelos de cobertura sanitaria y de prestación de servicios asistenciales y de atención al paciente, que van a configurar un nuevo sistema de salud con nuevos actores y distintas reglas del juego.

La telemedicina ha venido a instaurarse como una capa de servicio que rompe el modelo tradicional de práctica asistencial. Facilita a los pacientes, por un lado, el acceso a facultativos y el poder conocer qué sucede de forma inmediata y ágil en todo el proceso asistencial en el que se encuentra, desde su solicitud de consulta pasando por las pruebas y la obtención de resultados. Incluso produce un cambio en los resultados de los pacientes ya que se reduce drásticamente los tiempos de respuesta, puede reducir las re-hospitalizaciones y acelera la recuperación, ya que se puede controlar más fácilmente el progreso del paciente e identificar aquellas áreas en las que podría producirse una recaída.

Además, fomenta la autogestión en el caso de pacientes crónicos y su adherencia al plan de acción pautado. Los profesionales, por su parte, pueden ajustar su flexibilidad horaria y mejorar su productividad. Cualquier centro de salud puede ampliar su cobertura asistencial conectándose con especialistas de referencia de otros centros o, incluso, con otros profesionales no asistenciales como trabajadores sociales o traductores, para acompañarles en el proceso. Facilita el trabajo colaborativo entre profesionales de diferentes niveles asistenciales (médicos, enfermeras y especialistas) y la comunicación interdepartamental desde un único punto de contacto. Además, pueden aprender las mejores prácticas independientemente de dónde se realicen tratamientos nuevos e innovadores y trabajar en comunidad para resolver ciertos casos.  

Rompiendo barreras

Pero la revolución no está restringida al ámbito mobile. Las tecnologías de la información y comunicación permiten mejorar los servicios sanitarios en sus diferentes actividades (prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento). El “contiuum” asistencial dispone hoy de mecanismos como jamás antes se han dispuesto. La tecnología ha permitido derribar barreras como la falta de recursos técnicos o de financiación. Hemos llegado a un punto de madurez tecnológica que la limitación es más cultural que de viabilidad económica, porque los resultados nos acompañan. Phemium es la plataforma pionera de los servicios de telemedicina en España.

Desde 2010 disponemos de 22 servicios de telemedicina activos, más de 320 centros de salud conectados y realizamos más de 20.000 consultas mensuales de promedio. Sanitas, Asepeyo, Cigna, Clínica Universidad de Navarra o Dorsia, en España, son algunas de nuestras implantaciones más destacadas, pero en mercados internacionales somos igual de bien valorados. Costaisa y Phemium, además, han participado en cerca de una decena de proyectos europeos de innovación en tecnologías de la salud como el proyecto Hipermed, galardonado con el Eureka Award 2014 y el Innova eVia 2015.

Y seguimos… A diferencia de la mayoría de iniciativas de telemedicina que están basadas en soluciones adhoc, muy costosas de mantener, Phemium es una tecnología base que permite crear y desplegar cualquier iniciativa de telemedicina y con garantías de disponibilidad, rendimiento, seguridad y compliance. Nuestro reto ahora es poder ofrecer y desplegar nuevos modelos de atención sanitaria e incluyendo, además, el ámbito más social de la prestación del servicio donde el papel de otros perfiles profesionales y el entorno familiar, es clave para conseguir la adherencia a tratamientos.  

De la teoría a la práctica

Pero todo esto no deja de ser mera teoría si no somos capaces de ofrecer resultados. Las organizaciones sanitarias deben hacer un esfuerzo para crear evidencia del cambio que supone la implantación de cualquier iniciativa de telemedicina. Los proveedores, por nuestra parte, tenemos el reto de saber llevar a los profesionales y pacientes, esta nueva tecnología y que sea aceptada como un canal normalizado de relación con el prestador de servicio de salud.

Para ello es imprescindible conocer las reglas de negocio y los factores diferenciales que aportan valor a cada organización, y diseñar soluciones pensadas que “movilicen” la práctica asistencial, y continúen garantizando el rendimiento de los sistemas y la estabilidad, la consistencia y seguridad de los datos. Y todo esto, sin perder el sello identitario de cada centro o red asistencial. La mejora de la experiencia del paciente ha de reforzar el vínculo existente entre el hospital y el paciente, o tender puentes nuevos. El ecosistema mobile actual (smartphone, smartwatch, weareables o tablets), incorporan en la práctica asistencial los canales de comunicación (audio, voz e imagen) del paciente, la geolocalización, la monitorización de actividad y de signos vitales, la personalización o la explotación de información de contexto, y abren un infinito mundo de posibilidades que deben incorporarse en el roadmap de evolución de los sistemas de información sanitaria.

Por otro lado, en este entorno hiperconectado es realmente vital la adopción de estándares de comunicación para la integración de diferentes sistemas y equipos de tecnología médica y medical devices. Tanto los de “producto sanitario” con un estricto marco regulatorio y acceso restringido, como los de amplia comercialización. Queda mucho camino por delante pero tenemos claro hacia dónde queremos ir y hemos de preparar el camino para poder llegar.