Así ayudan las puertas automáticas a la accesibilidad cognitiva y la neuroarquitectura
En la actualidad, uno de los aspectos más importantes que convierte a cualquier edificio en un espacio abierto a todos es la accesibilidad. Contar con un acceso completo y plenamente funcional en un inmueble garantiza que todas las personas pueden entrar, salir y moverse por dentro de un edificio o local de forma fluida y sencilla.
Ello también se ve reflejado en el sector sanitario. De forma habitual, la accesibilidad es relacionada con personas que se desplazan en silla de ruedas o que tienen algún tipo de movilidad reducida. La mayoría de hospitales, clínicas y centros sanitarios ya cuenta con puertas automáticas que facilitan el tránsito de personas eliminando barreras arquitectónicas, tanto en los accesos desde el exterior del edificio como en sus estancias interiores.
Manusa, empresa líder en diseño, fabricación, instalación y mantenimiento de puertas automáticas, cuenta con un amplio catálogo de productos para el sector sanitario. Entre ellos destacan accesos inteligentes como la puerta automática corredera en sus modelos estándar y telescópica, las puertas automáticas batientes, las puertas automáticas herméticas o las emplomadas para salas de rayos x. Todos estos productos, además de facilitar el tránsito fluido de personas y material sanitario, mejoran la eficiencia energética del edificio a la vez que garantizan una optimización en materia de higiene ya que ayudan a reducir la posible propagación de virus y bacterias en espacios sensibles como los que se pueden encontrar en un centro de salud.
Además de la accesibilidad física hay que tener en cuenta la relevancia de la accesibilidad cognitiva en relación con la neuroarquitectura. Los centros sanitarios requieren la presencia de elementos que mejoren la vida de los pacientes que los visitan de forma temporal o prolongada. En este sentido, los arquitectos y diseñadores de interiores tienen muy presente la neuroarquitectura en sus proyectos y trabajan para dotar a las diferentes estancias de luz natural, techos altos, presencia de plantas, pintura con colores agradables en las paredes o indicativos que ayuden a las personas en su recorrido por el hospital o clínica.
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