A lo largo de los años todos hemos recorrido, de alguna manera, un hospital o unidades sanitarias. La mayoría de las veces, estos lugares no nos traen los mejores recuerdos.

Hoy me toca el otro lado, estar como residente de arquitectura hospitalaria formándome para hacer de estos centros sanitarios espacios más amigables, humanizados, con un entorno óptimo para la atención médica y el bienestar de los pacientes. Los hospitales deben ser diseñados de manera que faciliten el desempeño y la seguridad del paciente. Esto implica la disposición de las áreas de atención médica, la logística de flujo de pacientes y la accesibilidad para el personal de salud y los visitantes.

Es por lo que en esta oportunidad quiero destacar las circulaciones, los accesos y la cartelería, ya que juegan un papel crucial en la primera impresión que tienen los pacientes, visitantes y personal asistencial o técnico al ingresar a un centro sanitario. Un diseño claro, acogedor y fácil de entender puede contribuir significativamente a una experiencia positiva desde el principio.