El proyecto SAVE, creado por la universidad técnica de Braunschweig, elabora recomendaciones de prevención de infecciones mediante técnicas constructivas y de procedimientos. Tras estudiar de manera interdisciplinaria distintas infraestructuras, se ha seleccionado el edificio sociosanitario del parque hospitalario Martí i Julià, diseñado por PINEARQ y Brullet de Luna, como un edificio referente por su construcción y sus instalaciones.

Las residencias son lugares donde se juntan grandes grupos de personas de edad avanzada, con lo cual, el riesgo de contagio aumenta considerablemente, no solamente entre ellos sino también con los trabajadores del lugar, con quienes suelen tener un contacto estrecho, o con los familiares visitantes. Es por ello que estas infraestructuras deben diseñarse meticulosamente para evitar estos contagios masivos sin llegar a aislar a los ancianos.

En el caso de Martí i Julià, los tres pabellones de una sola planta se conectan a los túneles existentes y a los sistemas mecánicos y eléctricos de todo el complejo, teniendo así una ventilación eficiente que disminuye el riesgo de contagios y quedando unido con el Complejo hospitalario de Salt. Mediante la ventilación no solo se aumenta la protección contra infecciones, sino que esta resulta altamente positiva para la salud general de los usuarios.