Este articulo fue primero publicado en la revista IFHE Digest 2023.

El Departamento de Medicina Reproductiva se encuentra en el Hospital Di Venere de Bari (Italia). Reúne dos especialidades: la medicina genética (MG) y la medicina materno-fetal (MFM), que no siempre han trabajado juntas a la perfección a pesar de compartir robustas interconexiones. Las dos especialidades han estado ubicadas en el mismo edificio. El personal estaba acostumbrado a trabajar codo con codo y a compartir espacios y equipos. Sin embargo, la distribución existente no permitía separar los flujos de pacientes con necesidades y expectativas diferentes.

La remodelación de otro edificio en el mismo lugar brindó la oportunidad de rediseñar la distribución, conservando tres áreas de especialización (medicina fetal, asesoramiento genético y laboratorios genéticos) para convertirse en el primer centro de pruebas prenatales no invasivas (NIPT) de la región de Puglia, con equipos de última generación y flujos de pacientes a medida.

La nueva disposición se ha diseñado en torno a las necesidades y expectativas de los pacientes, garantizando que el asesoramiento genético y el asesoramiento en medicina fetal se presten en un entorno moderno, seguro y no institucional, con el fin de reducir el estrés y la incomodidad de los pacientes en el proceso de comunicación, ayudando así a las personas, parejas y familias a comprender y adaptarse a las implicaciones médicas, psicológicas y reproductivas de los elementos genéticos de determinadas condiciones de salud.

Hospitales y sistema sanitario en la región de Puglia

En Italia, el 82% del conjunto de edificios hospitalarios existentes se construyó antes de 1990 y el 8% antes de 1970. La región de Apulia no es diferente, ya que el 31% de los edificios hospitalarios datan de antes de 1946, el 12% de entre 1947 y 1969, el 46% de entre 1970 y 1989 y el 11% de después de 1990¹. El sistema sanitario de Puglia es principalmente público, con algunas estructuras privadas que contribuyen a la prestación de asistencia junto con el sistema público.

El Hospital Di Venere está situado en las afueras de Bari y se inauguró en 1923. El hospital es un pabellón y consta de 11 edificios principales que han sido objeto de diversas reformas a lo largo de los años.

Los avances tecnológicos y los cambios en la sanidad han ejercido presión sobre los activos construidos en los que se presta la asistencia. Por ello, el mantenimiento y el reacondicionamiento desempeñan un papel clave junto con el nuevo diseño. La definición de mantenimiento implica dos procesos: conservar para evitar fallos y restaurar después de un fallo². La definición de rehabilitación incluye seis dimensiones: social, ecológica, económica, cultural, arquitectónica y técnica³.

Ambas definiciones engloban el concepto subyacente de sostenibilidad, clave en un momento en que las relaciones humanas son cada vez más efímeras, la producción de energía se enfrenta a problemas económicos y sociopolíticos, y el medio ambiente se ve socavado por diversos factores. 

En este contexto, el paciente y sus necesidades han adquirido un papel más crucial en la prestación de cuidados y también en lo que respecta al entorno en el que se prestan.

Cuestiones clave en el antiguo departamento

El antiguo departamento tenía una extensión de 555 m² con una entrada principal para el público. GM y MFM tenían que compartir la sala de espera, por lo que las pacientes que acudían para un examen general y las pacientes que acudían con embarazos de alto riesgo (por ejemplo, ya sometidas a exámenes de detección de enfermedades genéticas o congénitas) se cruzaban al entrar y salir. Esto afectaba gravemente al estado psicológico de las pacientes y a su interacción, socavando sus necesidades individuales. A una de las dos salas de recepción separadas sólo se podía acceder atravesando directamente uno de los departamentos, con el consiguiente estrés adicional para los pacientes. En el mismo departamento, los laboratorios de genética se alojaban en salas estrechas debido a la cantidad de equipos médicos necesarios para prestar el servicio.

Además de la falta de espacios dedicados, la superposición de vías planteaba un problema aún mayor en términos de privacidad, humanización y eficiencia de la prestación de la atención, ya que el asesoramiento genético tenía lugar en las salas de ultrasonidos o de diagnóstico. El personal de GM y MFM comparte una sala de reuniones, lo que también repercute negativamente en las estrategias organizativas.