Tras cinco años de obras, por fin se está acabando. El día 1 de febrero el tan deseado hospital comarcal de Sant Joan Despí, el Moisès Broggi, comenzará a funcionar. Las obras se encuentran en su recta final y de puertas a fuera ya es visible un centro diferente. En su interior destacan los grandes espacios, habitaciones amplias, muchas de ellas individuales, y unos boxes de urgencias que respetan la intimidad y no dan la imagen de provisio- nalidad. En definitiva, un hospital que no parece un hospital, donde prima la luz natural, que llega a través de unas enormes claraboyas que aportan claridad al interior.

El hospital, de 46.000 m2, atenderá a una población de referencia de 350.000 personas y empleará a 600 trabajadores. Su construcción ha supuesto una inversión de 120 millones de euros. "Siempre fue una promesa electoral de CiU aunque no se materializó hasta el gobierno de Maragall y con Marina Geli de consellera", subraya el alcalde de Sant Joan Despí, Antoni Poveda, y presidente del Consorci Sanitari Integral del Baix Llobregat. El futuro centro sanitario será una pieza clave en el mapa sanitario del área metropolitana, al que se suman otras importantes actuaciones como los nuevos hospitales de Sant Boi, Martorell, el de la Creu Roja de l`Hospitalet y las ampliaciones de los centros sanitarios de Viladecans y Sant Joan de Déu en Esplugues.

Sant Joan Despí fue elegido desde un primer momento para albergar este centro en el que el 23% de las habitaciones serán individuales. "Bellvitge siempre ha sido el hospital de referencia para esta zona. El ciudadano que desee continuar utilizando su servicio lo podrá hacer, pero el Moisès Broggi será un hospital de primera, con todas las especializaciones y unas instalaciones cómodas y modernas", añade Poveda.

La entrada en funcionamiento del Moisès Broggi servirá para descongestionar el siempre atestado hospital de Bellvitge de l`Hospitalet, que también está a punto de acabar su ampliación iniciada en los últimos años. Permitirá una mejor atención, de más calidad, reducir el tiempo de las listas de espera y, quizá, que se acabe con la imagen de pacientes esperando en los pasillos. El futuro centro dará servicio, además de a los ciudadanos de Sant Joan Despí, a vecinos de Cornellà de Llobregat, Esplugues, Sant Just Desvern, Sant Feliu de Llobregat, Molins de Rei, El Papiol, Vallirana, Corbera de Llobregat, Cervelló y La Palma de Cervelló.

La entrada en funcionamiento hospital servirá para descongestionar el siempre atestado hospital de Bellvitge de l`Hospitalet, que también está acabando su ampliación
El Moisès Broggi, según fuentes de la Conselleria de Salut, contará con 310 camas convencionales, 18 camas de críticos y semicríticos, doce salas de operaciones, 18 plazas de recuperación, 24 plazas de cirugía mayor ambulatoria, 53 consultorios, 21 gabinetes de prueba, 40 boxes de urgencias y trece plazas de observación. También tendrá 46 plazas de hospital de día, 27 plazas de hemodiálisis y una cámara hiperbárica. La actividad será alta, la propia de un hospital de primera, con una estimación de 24.200 altas anuales y unas 7.000 intervenciones quirúrgicas con ingreso, además de unas 8.500 intervenciones de cirugía mayor ambulatoria. Las visitas externas se estiman sobre las 250.000 anuales y el nombre de urgencias previstas es de más de 110.000 cada año.

El nuevo hospital también permitirá una redistribución de pacientes del hospital Dos de Maig, también gestionado por el Consorci Sanitari Integral, y en donde se creará un nuevo centro de asistencia. Los pacientes del área de influencia del Moisès Broggi podrán acceder a médicos de su especialidad en el nuevo hospital, ahorrándose el viaje a Barcelona si así lo desean. La historia clínica de los pacientes estará compartida entre los dos centros al estar gestionados por el mismo consorcio. De hecho, parte de las plazas del nuevo equipamiento se cubrirán con con profesionales del Dos de Maig, que viven en la zona, y han pedido el traslado.

La ubicación también será clave, según señala Poveda, ya que su emplazamiento está junto a la B-23. "Con todo, el objetivo es conseguir que la gente acuda en transporte público. Todos los autobuses de los municipios donde es referencia tendrán parada –manifiesta Poveda–. También está el Trambaix y la estación de cercanías de Sant Joan Despí". Además, se modificará el recorrido de las diferentes líneas, su frecuencia, y contará también con dos autobuses nocturnos. Los que se desplacen en vehículo privado dispondrán de un parking con capacidad para 700 vehículos y para los pacientes que acudan a urgencias el aparcamiento será gratuito durante las horas que permanezcan en el servicio. "En el barrio preservaremos plazas para los vecinos creando zonas verdes gratuitas. Hay un plan al respecto que hemos trabajado con la Asociación de Vecinos del barrio Residencial de TV3", añade el alcalde de Sant Joan Despí.

Ahora sólo cabe esperar a que el Moisès Broggi abra sus puertas. (...)

(lavanguardia.es)