El Hospital Infanta Cristina de Badajoz crece. Y más concretamente lo hace el servicio de consultas externas, que contará a partir de mayo con un nuevo edificio de ocho plantas, anexo al ya existente, para atender el aumento de las necesidades que se ha detectado en los últimos años.

El edificio se ha levantado con una inversión de más de 21 millones de euros y las obras se terminará a finales de marzo. Una vez que terminen los trabajos se iniciará la equipación y el traslado de los servicios que se van a prestar, por lo que empezaría a funcionar plenamente a finales de mayo, según los cálculos que hizo ayer Francisca Lourdes Márquez Pérez, directora médica del Infanta Cristina. Con estas ochos planta se gana espacio para cubrir todas las especialidades, algo que según precisó ayer la propia directora médica era más que necesario. «El hospital se había quedado muy pequeño en algunos aspectos, sobre todo en tema de laboratorio general». Además del laboratorio, también se centralizarán algunas especialidades que estaban hasta ahora repartidas entre el Infanta y el Perpetuo Socorro. «Va a permitir una atención más lógica a los pacientes», según Francisca Lourdes Márquez. El laboratorio ocupará las dos primeras plantas. La tercera permanecerá diáfana hasta que se equipe para dedicarla en un futuro a la investigación.

La cuarta, quinta y sexta serán consultas y en la séptima se ubicará el hospital de día, un servicio donde se atenderá a pacientes que reciben tratamientos o se les practica alguna prueba diagnóstica que no requieren hospitalización. Esta nueva organización supone, por ejemplo, el traslado de los pacientes oncológicos, que hasta ahora recibían la quimioterapia en el Perpetuo Socorro. También hay camas destinadas al resto de enfermos de otras especialidades que requieren igualmente permanecer en observación durante varias horas.
Cuenta con un hospital de día, donde se atiende a pacientes con tratamiento que no requieren hospitalización
En el semisótano está previsto que se traslade el servicio de hemodiálisis en un futuro, aunque todavía no se conoce la fecha concreta para la nueva ubicación.
Además de la reorganización, objetivo que se cumple a corto plazo, el edificio permite al Infanta Cristina contar con margen de maniobra de cara al aumento de la demanda. Con la ampliación gana 101 locales de consultas y hay asignados 89. Las doce restantes suponen un colchón con el que contar en el caso de que haya que incrementar los servicios.

El nuevo inmueble se ha integrado plenamente en el conjunto del complejo hospitalario, funcionando como un único edificio que mantiene conexiones en todas las plantas con lo ya existente antes de las obras. En total, el Infanta ha ganado más de 21.000 metros cuadrados en instalaciones de consultas y laboratorio que en poco más de tres meses empezarán a funcionar.