La nueva Fe ya está en marcha. El edificio en cuya construcción se han invertido siete años y 383 millones abrió ayer sus puertas. 88 pacientes estaban citados en distintas áreas de visitas externas. Al cruzar el umbral del vestíbulo del nuevo centro sanitario se incribieron en la historia como la avanzadilla del proceso para alcanzar uno de los retos del hospital: atender a 3.000 pacientes cada día en el servicio de visitas externas.

Los accesos no están terminados, todavía se veían operarios por los alrededores del recinto. Pero el edificio sanitario relucía: cristales impecables y suelo reluciente. A su llegada los pacientes se mostraban asombrados por la estética al tiempo que eran recibidos por un equipo de celadores que les ofrecían información.
Las dimensiones de las instalaciones y una distribución todavía desconocida para casi todos aconsejaba disponer de estos guías que indicaban cómo llegar al destino buscado.

Estaban citados a partir de las 10, unos por carta y otros a través de llamada telefónica. Había servicio hasta las dos de la tarde. Antes, alrededor de las ocho de la fría mañana de ayer, habían llegado los médicos y profesionales sanitarios responsables de dermatología, alergología, medicina interna y enfermedades infecciosas. Son las primeras especialidades que han abandonado Campanar.
El personal asegura que el área de visitas externas estará al 100% después del puente de la Inmaculada
Hoy les seguirán las visitas externas de reumatología y día tras día se irán sumando otras hasta que después del puente festivo de la Inmaculada se alcance la totalidad de la actividad en visitas externas. La hoja de ruta del traslado, que la Conselleria de Sanidad presentó en octubre, señala el 23 de diciembre como fecha límite para la mudanza de este servicio.

Cuando estas áreas ya se encuentren a pleno rendimiento abandonarán Campanar otras unidades. Será después de Navidad. En enero llegarán los pacientes que se encuentren ingresados y así el centro estará en disposición de atender cada día a 4.000 pacientes, según las previsiones de atención facilitadas por Sanidad. Esta cifra incluye las visitas externas -3.000- la actividad quirúrgica y las Urgencias que previsiblemente atenderá La Fe.

A la espera de que el calendario alcance esas fechas, ayer las consultas se sucedieron con normalidad. Ese fue el mensaje que transmitió el doctor Conrad Pujol, jefe de dermatología. Este especialista destacó que el cambio había salido «bastante bien para ser el primer día, aunque siempre hay cosas que ajustar, como las máquinas que están en rodaje y los circuitos de acceso y salida de los usuarios». El doctor Pujol dijo que los pacientes le transmitieron la sensación de estar «deslumbrados y muy contentos».

Uno de los primeros en llegar, incluso antes de la hora de su cita, fue José Canalías. Ante el nuevo edificio aseguró que Valencia «se merecía este hospital». Consuelo Pascual y María Mora no tenían prevista consulta, pero no quisieron perderse la oportunidad de ver un hospital que les pareció «fabuloso».
Pese a que la mayoría de los pacientes destacaban las bondades del centro, no faltaron críticas. Amparo Prieto aseguró que la atención fue «muy buena», pero antes tenía el hospital más cerca de su domicilio en Primado Reig.