El descuido en el mantenimiento de la tecnología médica sale caro a los hospitales. De hecho, se trata de un área que los gerentes deberían aprovechar para mejorar la eficiencia del uso de los recursos sin rebasar el presupuesto fijado para ello, de acuerdo con las declaraciones a Redacción Médica del gerente de La Fe de Valencia, Melchor Hoyos, uno de los directivos y ponentes en el X Congreso de la Sociedad Española de Electromedicina (Seeic), que se celebra esta semana en Barcelona.

Así lo ratifican cálculos remitidos a los medios por la compañía Dräger, según los cuales “la falta de mantenimiento o la no utilización de un servicio técnico oficial puede suponer, en muchos casos, un incremento real en la planificación financiera con aumentos de costes de hasta el 50 por ciento respecto a la previsión anual”.

Hoyos, por su parte, ha recordado la relevancia de los dispositivos de tecnología médica en los hospitales: “Los servicios de ingeniería, electromedicina… pueden colaborar a mejorar la eficiencia: no se trata de áreas en las que se deba recortar; por el contrario, se trata de racionalizar el gasto y evitar procesos que no aportan valor pero sí generan coste”.

El gerente de La Fe de Valencia también ha puntualizado que, en este centro, se aprovechó el traslado del antiguo al nuevo emplazamiento para rescatar el 40 por ciento del equipamiento de tecnología médica. El 60 por ciento restante –aclaró– es de nueva adquisición, y, en todo caso, en su momento fue posible “adquirir tecnología de muy alto nivel para el hospital a unos precios muy competitivos, ya que las empresas ajustaron mucho sus ofertas”.

En la primera jornada del Congreso, han intervenido, entre otros directivos sanitarios, el gerente del Hospital de la Santa Crei i Sant Pau de Barcelona, Xavier Corbella, y el director gerente del Hospital de Bellvitge de la misma ciudad, Alfredo García Díaz. Ambos han destacado la importancia del estudio de campo coste-efectivo en la evaluación e incorporación de las nuevas tecnologías hospitalarias; la importancia del mantenimiento de los aparatos y la anticipación a sus posibles averías (causa de importantes retrasos en intervenciones quirúrgicas, citas o exploraciones); y el necesario equilibrio entre la externalización y la planificación y posesión de equipos propios en cada centro hospitalario.
El gerente de La Fe de Valencia aboga por utilizarla con criterios de eficiencia