Las placas solares del nuevo Hospital la Fe de Valencia evitarán la emisión a la atmósfera de CO2
El nuevo Hospital La Fe de Valencia cuenta con los "últimos avances" no sólo en tecnología sanitaria sino también en edificación sostenible. Gracias a una "moderna" instalación de energía solar térmica, de más de 350 metros cuadrados de superficie de captación, será capaz de autoabastecerse de 56.000 litros de agua caliente sanitaria al día, el equivalente al consumo medio de 260 viviendas.
El consumo diario de agua caliente del hospital se cifra en 80.000 litros diarios, de los cuales el 70 por ciento se obtendrá a través de la energía solar. El 30 por ciento restante se completa mediante un sistema de recuperación del calor residual de la instalación de climatización del hospital y cinco calderas de 4.100 kw de potencia, cuyo funcionamiento será necesario los días especialmente nubosos o en los que las temperaturas sean muy bajas.
Gracias a la utilización de este proceso ecológico, el nuevo hospital evitará la emisión a la atmósfera de 87 toneladas de CO2 anuales, lo que equivale a las emisiones que produce un vehículo en un recorrido de 543.000 kilómetros.
Los 160 captadores solares, instalados en la cubierta del hospital, transmiten el calor del sol a un circuito cerrado de agua que a su vez intercambia su calor con el agua destinada al consumo del hospital. Ésta se almacena para su posterior distribución en cinco acumuladores, de 8.000 litros de capacidad cada uno, situados en la central de instalaciones.
Este tipo de energía solar térmica se denomina pasivo, ya que no necesita utilizar ningún medio mecánico y es la energía renovable con menor impacto en el medio ambiente. Se trata de uno de los pilares de la Arquitectura Bioclimática, donde se utilizan los recursos solares combinados con parámetros de diseño y determinados materiales para conseguir el máximo confort ambiental con el menor consumo de energía.
Además, el nuevo hospital también dispone de sistemas de climatización y alumbrado de eficiencia energética, cuya gestión se ha informatizado para conseguir un uso racional y reducir el consumo. La climatización del nuevo edificio sanitario es capaz de controlar de manera individualizada la temperatura de cerca de 7.000 espacios e incluso permite fijar temperaturas individuales para cada local en diferentes intervalos horarios.Las placas solares con las que cuenta el nuevo Hospital Universitari i Politècnic la Fe de Valencia evitarán la emisión a la atmósfera de 87 toneladas de CO2 al año, según ha informado la Generalitat en un comunicadoCENTRAL DE INSTALACIONES
La Central de Instalaciones es un edificio independiente desde el que se bombea al resto del hospital, tanto la climatización como el agua y los gases medicinales. Todos estos suministros se distribuyen a través de más de 300.000 metros de tuberías, lo que equivale a la longitud de 1.000 Torres Eiffel.
Este edificio consta de tres plantas que suman 6.000 m* de superficie. En la planta sótano se encuentran los aljibes de agua, los acumuladores de agua caliente y las 4 bombas eléctricas de las que consta el grupo de protección contra incendios.
La planta baja alberga los depósitos de gases medicinales, una instalación eléctrica capaz de generar una potencia similar a la que utiliza una ciudad de 30.000 habitantes, 75 bombas para la climatización, la instalación de gas y la sala de calderas.
Por último, los sistemas de climatización se encuentran en la planta primera. Se trata de nueve enfriadoras de cerca de 2.000 kW potencia, que junto a las calderas podrían climatizar hasta 5.000 viviendas.
El consumo diario de agua caliente del hospital se cifra en 80.000 litros diarios, de los cuales el 70 por ciento se obtendrá a través de la energía solar. El 30 por ciento restante se completa mediante un sistema de recuperación del calor residual de la instalación de climatización del hospital y cinco calderas de 4.100 kw de potencia, cuyo funcionamiento será necesario los días especialmente nubosos o en los que las temperaturas sean muy bajas.
Gracias a la utilización de este proceso ecológico, el nuevo hospital evitará la emisión a la atmósfera de 87 toneladas de CO2 anuales, lo que equivale a las emisiones que produce un vehículo en un recorrido de 543.000 kilómetros.
Los 160 captadores solares, instalados en la cubierta del hospital, transmiten el calor del sol a un circuito cerrado de agua que a su vez intercambia su calor con el agua destinada al consumo del hospital. Ésta se almacena para su posterior distribución en cinco acumuladores, de 8.000 litros de capacidad cada uno, situados en la central de instalaciones.
Este tipo de energía solar térmica se denomina pasivo, ya que no necesita utilizar ningún medio mecánico y es la energía renovable con menor impacto en el medio ambiente. Se trata de uno de los pilares de la Arquitectura Bioclimática, donde se utilizan los recursos solares combinados con parámetros de diseño y determinados materiales para conseguir el máximo confort ambiental con el menor consumo de energía.
Además, el nuevo hospital también dispone de sistemas de climatización y alumbrado de eficiencia energética, cuya gestión se ha informatizado para conseguir un uso racional y reducir el consumo. La climatización del nuevo edificio sanitario es capaz de controlar de manera individualizada la temperatura de cerca de 7.000 espacios e incluso permite fijar temperaturas individuales para cada local en diferentes intervalos horarios.Las placas solares con las que cuenta el nuevo Hospital Universitari i Politècnic la Fe de Valencia evitarán la emisión a la atmósfera de 87 toneladas de CO2 al año, según ha informado la Generalitat en un comunicadoCENTRAL DE INSTALACIONES
La Central de Instalaciones es un edificio independiente desde el que se bombea al resto del hospital, tanto la climatización como el agua y los gases medicinales. Todos estos suministros se distribuyen a través de más de 300.000 metros de tuberías, lo que equivale a la longitud de 1.000 Torres Eiffel.
Este edificio consta de tres plantas que suman 6.000 m* de superficie. En la planta sótano se encuentran los aljibes de agua, los acumuladores de agua caliente y las 4 bombas eléctricas de las que consta el grupo de protección contra incendios.
La planta baja alberga los depósitos de gases medicinales, una instalación eléctrica capaz de generar una potencia similar a la que utiliza una ciudad de 30.000 habitantes, 75 bombas para la climatización, la instalación de gas y la sala de calderas.
Por último, los sistemas de climatización se encuentran en la planta primera. Se trata de nueve enfriadoras de cerca de 2.000 kW potencia, que junto a las calderas podrían climatizar hasta 5.000 viviendas.
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