En esta ficha trataremos diferentes fibras minerales utilizadas en la construcción:
Comentarios

a.) Lanas minerales: Normalmente provienen de fibras vítreas que tienen origen en escorias de altos hornos o de fibras de roca provenientes de minerales y rocas (basalto, diabásicos, olivina, borosilicato, etc.).

Dentro de las fibras minerales se pueden encontrar los hilos continuos de fibra de vidrio y las lanas de aislamiento de escorias, rocas y vidrios.

La producción de lanas ha aumentado considerablemente desde hace 20 años ante la necesidad de ahorrar energía y, por lo tanto, de mejorar las prestaciones de aislamiento. Desde entonces se han realizado diferentes estudios sobre la peligrosidad de las fibras en los trabajadores de fábricas y en los operarios que trabajan con ellas. Las fibras pueden producir enfermedades en los ojos, irritaciones de la piel, problemas respiratorios y, ante un contacto prolongado (aproximadamente 30 años), cáncer de pulmón. Pero en cualquier caso, no es un problema que afecte directamente a la construcción, es una cuestión de seguridad en el trabajo.

Las fibras minerales más usadas en la construcción son las lanas de vidrio y de roca. Se presentan en forma de rollos o de mantas y en placas, y se utilizan básicamente como aislamiento de cubiertas, de fachadas, de tubos, etc.

b.) Fibras cerámicas: Tienen origen en los minerales de silicatos de aluminio como el caolín. Normalmente se presenta en estado amorfo, a pesar de que a altas temperaturas puede cristalizar. Estas fibras normalmente se usan en procesos industriales que necesitan altas temperaturas y, en cambio, tienen pocas aplicaciones en la construcción (en algunos países anglosajones se usan como placas de aislamiento).

Principios de diseño.

Las fibras minerales tienen un riesgo menor para la salud. Su sustitución por otros materiales no es estrictamente necesaria.

Aplicabilidad del principio

En general, donde encontramos más riesgo es en las operaciones de colocación, de mantenimiento, y en la rehabilitación y en el derribo, cuando hay contacto directo con el material. El peligro lo encontramos cuando las lanas se deshacen en fibras de reducidas dimensiones y pueden ser aspiradas y llegar a los pulmones. Este problema y el de la irritación de los ojos y de la piel se pueden solucionar fácilmente utilizando protecciones (guantes, gafas, máscaras, etc.). La floculación de la fibras en el aire no crea problemas medioambientales generales.

En definitiva, se trata de tener cuidado en romper el mínimo material necesario, sobre todo en la puesta en obra, y no buscar alternativas con otros materiales.