Estructuras de madera en entornos sanitarios
La indústria de la construcción es uno de los más contaminantes debido a la alta emisión de CO2, y uno de los principales causantes del aumento de la temperatura global. Optar por materiales y técnicas sostenibles resulta urgente en la arquitectura.
En este contexto, la madera surge como una de las principales alternativas al ser un material natural y renovable al que la sencillez de su trabajo permite prescindir de otros procesos energéticos o productos químicos, reduciendo el impacto ambiental.
Este material ha sido ampliamente investigado y ha demostrado ser sostenible por sus parámetros que incluyen la renovabilidad, la no contaminación del aire, del agua y la huella de carbono. Pero también se desempeña bien en áreas esenciales para las personas como son el confort y el rendimiento de los ocupantes, lo que resulta en espacios donde los usuarios se sienten bien durante largos períodos de tiempo.
- La madera es un material biofílico.
- Puede actuar como material estructural y de acabado.
- La madera, y en concreto la madera en masa, es un material resistente con buenos resultados seguridad contra incendios, sismos y vientos fuertes.
- Se trata de un material fácilmente renovable.
- Las estructuras de madera pueden ser más sencillas y rápidas de montar que el acero o el hormigón.
- Menor tiempo de ejecución, menor huella de carbono.
A medida que el sector de la construcción avanza hacia una arquitectura más sostenible, arquitectos y diseñadores recurren cada vez más a la utilización de madera en masa para sus edificios.
La madera en masa es un sistema de entramado que utiliza grandes paneles de madera maciza para construir muros, suelos y techos a menudo combinado con vigas y pilares de madera laminada. Si bien la construcción en madera ya lleva años haciéndose lugar en el mundo, es el sistema CLT que está cobrando mayor protagonismo.
¿Qué es el CLT?
El CLT (Cross Laminated Timber) es un sistema estructural que utiliza paneles de madera macizos formado por tablas encoladas en capas superpuestas y cruzadas entre sí (diferente a la madera laminada, cuyas capas van siempre en la misma dirección).
Los paneles de CLT están formados por mínimo tres capas, lo que les confiere rigidez como material estructural, además de poder utilizarse como muros, piso o cubierta. Este comenzó a utilizarse en la década de 1990 y es adecuado para cualquier tipología de edificios (viviendas, oficinas, escuelas, centros sanitarios).
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