Nuevos espacios para hacer ciudad
Entre cambios de gobierno y crisis, se desconoce exactamente cuándo se trasladará el hospital a La Cadellada. Si la inauguración no se produce en 2013 será, como muy tarde, el siguiente año. Puede que tampoco sea de un día para otro, sino de forma paulatina. En un par de años, como dicen algunos facultativos. El escenario se sitúa en 2015, más o menos, como fecha límite para que la ciudad tenga claro qué hacer con los terrenos liberados. Junto a los sanitarios del Principado, se unieron los de la plaza de toros del Ayuntamiento y los de la Policía Nacional del Gobierno central en un mismo paquete que hoy sigue sin definirse. El alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, apremió el Martes de Campo al Ejecutivo autonómico a iniciar la reordenación. Las autoridades regionales acaban de desembarcar y consideran precipitado realizar ningún tipo de declaración, pero saben que tienen que hacerlo ya. El tiempo de esperar a que la situación amaine para pensar qué hacer en la parte alta de la ciudad se acaba; a no ser que estén dispuestos a dejar vacíos los 17 edificios del complejo sanitario.
La ciudad contará con cerca de 300.000 metros cuadrados liberados en una zona bastante próxima al centro. Eso debe suponer para los políticos una oportunidad de reordenar. Pero hacen falta más cosas: que la Universidad diga si necesita espacio y dónde; que se pongan de acuerdo sobre la llamada ciudad de la Justicia; y que estudien qué edificios del actual hospital pueden sobrevivir, para qué se pueden utilizar, y cuáles deben derribarse.
Del traslado se habló en los 90, y a finales de la primera década del nuevo siglo se produjo un momento clave: una reunión entre el entonces presidente del Principado Vicente Álvarez Areces y el exalcalde Gabino de Lorenzo. Anunciaron que convocarían un concurso de ideas y realizarían un estudio. Poco más se supo de lo pensado para un espacio donde se seguirá construyendo la ciudad.Lo primero es «analizar si los edificios que existen pueden ser reutilizables», subraya el arquitecto y urbanista Arturo Gutiérrez de Terán
La ciudad contará con cerca de 300.000 metros cuadrados liberados en una zona bastante próxima al centro. Eso debe suponer para los políticos una oportunidad de reordenar. Pero hacen falta más cosas: que la Universidad diga si necesita espacio y dónde; que se pongan de acuerdo sobre la llamada ciudad de la Justicia; y que estudien qué edificios del actual hospital pueden sobrevivir, para qué se pueden utilizar, y cuáles deben derribarse.
Del traslado se habló en los 90, y a finales de la primera década del nuevo siglo se produjo un momento clave: una reunión entre el entonces presidente del Principado Vicente Álvarez Areces y el exalcalde Gabino de Lorenzo. Anunciaron que convocarían un concurso de ideas y realizarían un estudio. Poco más se supo de lo pensado para un espacio donde se seguirá construyendo la ciudad.Lo primero es «analizar si los edificios que existen pueden ser reutilizables», subraya el arquitecto y urbanista Arturo Gutiérrez de Terán
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