La perforación de la galería del metro ha tenido muchas más consecuencia que un mero retraso en las obras del futuro pabellón de servicios generales del hospital. Las modificaciones necesarias para no afectar a la zona de afección del suburbano, que discurre justo por debajo, han obligado a alterar el proyecto.De entrada, el bloque ya no se sostendrá sobre las tradicionales zapatas fuertemente afianzadas a la roca. Para no correr ningún riesgo en caso de realizarse nuevas perforaciones, la solución pasará por construir una gran losa de hormigón que cubra todo el perímetro y la caverna. El edificio se apoyará en ella y en el muro perimetral que ya está construido y que no generó ningún problema, explicaron responsables de Osakidetza.La alternativa que ha buscado la ingeniería para recibir el visto bueno del Consorcio de Transportes tendrá otros efectos colaterales. Por ejemplo, la necesidad de eliminar una de las dos plantas de sótano inicialmente previstas. El pabellón, de 9.000 metros cuadrados de superficie, albergará los laboratorios de Investigación, Anatomía Patológica y Genética, Farmacia y Microbiología, Hematología, Inmunología y Extracciones, y Bioquímica. En la actualidad, todos ellos se encuentran dispersos por las instalaciones del primer complejo médico de Vizcaya. También se trasladará al nuevo inmueble el área de farmacia y otros servicios.Así se liberarán nuevos espacios en otras zonas del hospital, que afrontará una reorganización interna a la que se suma también la reforma de Urgencias. La actuación, la más importante que afronta el centro en sus últimos 30 años, le permitirá superar de nuevo la barrera de las mil camas disponibles.
La perforación de la galería del metro ha tenido muchas consecuencias.
(el correo digital)