Tres modelos para un solo Hospital Universitario Central de Asturias
Tres conceptos de la atención hospitalaria asturiana que marcan el pasado, el presente y el futuro del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El primero y el más antiguo es el actual, repartido en 17 edificios diferentes en El Cristo, con pasillos kilométricos, infraestructuras caducas y tecnología que se está quedando obsoleta. El segundo se corresponde con el proyecto que, ampliación tras ampliación (con su sobrecoste), había proyectado el PSOE: un hospital moderno, funcional, con la asistencia más puntera y con la informatización de todos los procesos, con un párking y accesos acordes al tráfico que se va a generar en el entorno de La Cadellada. El tercero es, en resumen, el diseño socialista podado con la tijera de Foro, con retrasos en la inauguración y ajustes importantes en el equipamiento.
El problema, al final, no es tanto político, de disputas partidistas, como de mejora de la atención sanitaria y racionalización del gasto, que el Principado disponga de un equipamiento hospitalario que cubra las necesidades y que garantice la calidad del servicio.
Un complejo caduco ¿Esa filosofía de calidad asistencial es compatible con el actual HUCA? Se trata de un macrocomplejo obsoleto, repartido en 17 edificios. Algunos están conectados por pasarelas elevadas. En otros es necesario trasladar a los pacientes con ambulancias. Ascensores que sufren averías constantes, sótanos claustrofóbicos, almacenes reducidos, salas y habitaciones con baños anticuados, material acumulado en los rinciones... En total, tal y como consta en la última actualización de la página web del propio hospital, tiene capacidad para casi 1.300 camas, 25 quirófanos y 180 salas de consulta. El equipamiento consta de TACs convencionales y otros helicoidales, más modernos y precisos; angiógrafos, aceleradores lineales, ecógrafos, ecocardiógrafos, … Es hospital de referencia del Servicio de Salud del Principado (Sespa) y el del área sanitaria IV, con cabecera en Oviedo. Engloba, además al Instituto Nacional de Silicosis, que es una unidad de referencia nacional en enfermedades respiratorias de origen laboral.
El actual complejo está obsoleto y el previsto por el PSOE ya ha pasado por el tijeretazo de ForoEl complejo, como tal, se creó en diciembre de 1989, tras la firma de un convenio entre el Principado y el Insalud. Mediante ese acuerdo se integró la gestión del Hospital Nuestra Señora de Covadonga y del Instituto Nacional de Silicisosis, ambos de la Seguridad Social, con la del Hospital General, propiedad de la Administración autonómica.
Profesionales, pacientes y hasta los partidos en pleno coinciden en que el centro hospitalario nunca fue muy funcional y ahora menos. Responde a un concepto superado que encarna el nuevo HUCA. Los mil y un parches que se han ido superponiendo en los 17 edificios ya no son suficientes y los problemas de tráfico y de aparcamiento representan un obstáculo añadido.
El complejo estrella Con un presupuesto de casi 300 millones, el proyecto del nuevo HUCA se había convertido en un referente nacional y europeo de cómo deben ser los hospitales del futuro y, junto con el de Toledo, el más ambicioso de los que se están ejecutando. Consta de una superficie de 189.345 metros cuadrados, en una parcela de 364.867. Dispondrá de 36 quirófanos, 120 salas de exploración, 1.039 camas, 175 plazas de hospital de día, 200 consultas externas y 2.212 plazas de aparcamiento.
Con 40.000 ingresos anuales de pacientes previstos, en principio tendrá capacidad para 1.258 en períodos de máxima ocupación, según consta en el proyecto. Las habitaciones serán confortables, con orientación al sur y dotadas de equipos punteros de comunicación. Urgencias tendrá capacidad para atender unos 150.000 casos anuales y dispondrá de un acceso directo a los quirófanos y a la UCI. Rehabilitación contará con gimnasio, piscinas, salas de masa y las últimas tecnologías. Por último, Silicosis aglutinará el área clínico-quirúrgica de las enfermedades del tórax.
El problema, al final, no es tanto político, de disputas partidistas, como de mejora de la atención sanitaria y racionalización del gasto, que el Principado disponga de un equipamiento hospitalario que cubra las necesidades y que garantice la calidad del servicio.
Un complejo caduco ¿Esa filosofía de calidad asistencial es compatible con el actual HUCA? Se trata de un macrocomplejo obsoleto, repartido en 17 edificios. Algunos están conectados por pasarelas elevadas. En otros es necesario trasladar a los pacientes con ambulancias. Ascensores que sufren averías constantes, sótanos claustrofóbicos, almacenes reducidos, salas y habitaciones con baños anticuados, material acumulado en los rinciones... En total, tal y como consta en la última actualización de la página web del propio hospital, tiene capacidad para casi 1.300 camas, 25 quirófanos y 180 salas de consulta. El equipamiento consta de TACs convencionales y otros helicoidales, más modernos y precisos; angiógrafos, aceleradores lineales, ecógrafos, ecocardiógrafos, … Es hospital de referencia del Servicio de Salud del Principado (Sespa) y el del área sanitaria IV, con cabecera en Oviedo. Engloba, además al Instituto Nacional de Silicosis, que es una unidad de referencia nacional en enfermedades respiratorias de origen laboral.
El actual complejo está obsoleto y el previsto por el PSOE ya ha pasado por el tijeretazo de ForoEl complejo, como tal, se creó en diciembre de 1989, tras la firma de un convenio entre el Principado y el Insalud. Mediante ese acuerdo se integró la gestión del Hospital Nuestra Señora de Covadonga y del Instituto Nacional de Silicisosis, ambos de la Seguridad Social, con la del Hospital General, propiedad de la Administración autonómica.
Profesionales, pacientes y hasta los partidos en pleno coinciden en que el centro hospitalario nunca fue muy funcional y ahora menos. Responde a un concepto superado que encarna el nuevo HUCA. Los mil y un parches que se han ido superponiendo en los 17 edificios ya no son suficientes y los problemas de tráfico y de aparcamiento representan un obstáculo añadido.
El complejo estrella Con un presupuesto de casi 300 millones, el proyecto del nuevo HUCA se había convertido en un referente nacional y europeo de cómo deben ser los hospitales del futuro y, junto con el de Toledo, el más ambicioso de los que se están ejecutando. Consta de una superficie de 189.345 metros cuadrados, en una parcela de 364.867. Dispondrá de 36 quirófanos, 120 salas de exploración, 1.039 camas, 175 plazas de hospital de día, 200 consultas externas y 2.212 plazas de aparcamiento.
Con 40.000 ingresos anuales de pacientes previstos, en principio tendrá capacidad para 1.258 en períodos de máxima ocupación, según consta en el proyecto. Las habitaciones serán confortables, con orientación al sur y dotadas de equipos punteros de comunicación. Urgencias tendrá capacidad para atender unos 150.000 casos anuales y dispondrá de un acceso directo a los quirófanos y a la UCI. Rehabilitación contará con gimnasio, piscinas, salas de masa y las últimas tecnologías. Por último, Silicosis aglutinará el área clínico-quirúrgica de las enfermedades del tórax.
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