El sueño de los investigadores en medicina hecho realidad. Esto es lo que significa el recientemente inaugurado Centro Esther Koplowitz en Barcelona para el doctor Vicente Arroyo, director médico del centro e impulsor del mismo.

Todo comenzó cuando los médicos del Hospital Clínic de la Ciudad Condal, de carácter público, buscaban la fórmula para conseguir un edificio en el cual investigar en el ámbito médico de acuerdo con los criterios y las condiciones comunes a los principales centros de los países punteros mundiales, y no en los pisos y los sótanos donde realizaban estas tareas.

Tras comprar la Fundación Clínic un solar de 1.300 metros cuadrados adyacente al propio hospital, apareció el siguiente escollo: cómo conseguir la financiación para dar el salto a los planos y empezar la construcción. Y esa ayuda vino a través de Esther Koplowitz. Uno de los doctores conocía a la empresaria y le fue a pedir una ayuda de 15 millones de euros, que era en lo que se había valorado el centro inicialmente.

"En el encuentro se vio que Koplowitz podía apoyar siempre que el proyecto fuese ambicioso. Al final, decidió donar ese dinero a través de su fundación. Ésta es la primera vez que la empresaria se introduce en el mundo de la investigación, porque, hasta entonces, sus donaciones eran para acciones caritativas", resalta el doctor Arroyo.
El Centro Esther Koplowitz prima la competitividad
Esa donación de 15 millones se aportó mediante la construcción del edificio. "A partir de ahí, la intervención de Esther Koplowitz sirvió como espoleta para que el puzle de su puesta en marcha se concretase", añade Arroyo.

El Centro Esther Koplowitz de Investigación Biomédica cuenta con una superficie total de 14.000 metros cuadrados, está distribuido en siete plantas, plazas de aparcamiento y equipamientos en el subsuelo. Donado a la Fundación Clínic de Barcelona, su gestión corre a cargo del instituto Idibaps, del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (Cresib) y del propio Hospital Clínic. El centro, que albergará a un total de 400 investigadores, ha contado, además, con la aportación de fondos públicos (del Estado central y de la Generalitat de Cataluña) y de patrocinadores como la familia Esteve o la Fundación Cellex.

El doctor Raimon Belenes, consejero delegado del Hospital Clínic, incide en que la relevancia de este centro es que se podrá investigar cómo funcionan las células en una enfermedad específica que padece un enfermo que está en el hospital. "El centro busca la competitividad entre los investigadores, que tienen que encontrar la financiación para sus proyectos, con el fin de obtener resultados. Aquí los laboratorios están abiertos y el reparto del espacio dependerá en cada momento de los objetivos conseguidos. Además, pretendemos atraer a talentos que están fuera", dice Belenes.