Imaginemos un futuro de atención médica donde la tecnología no solo sea una herramienta, sino el corazón de un sistema de salud más efectivo y accesible. El proyecto "Octava área sanitaria" en Galicia es el ejemplo perfecto para mostrar cómo la digitalización puede cambiar nuestra experiencia en el cuidado de la salud.

En este viaje hacia la digitalización, descubrimos que la clave no solo está en adoptar nuevas tecnologías, sino en repensar cómo ofrecemos servicios de salud. Nos enfrentamos a la necesidad de dejar atrás respuestas reactivas y ofrecer a las pacientes estrategias más eficientes que agreguen valor real a sus vidas.

La transformación no solo radica en producir más servicios, sino en entender las necesidades a las que se enfrenta el sistema sanitario, desde los profesionales hasta los pacientes. La digitalización, más que un fin en sí misma, se presenta como una herramienta poderosa para mejorar la salud de la población y acercar la atención médica a cada individuo.

Gracias a la tecnología, podemos cambiar la forma en la que hacemos frente a los diferentes desafíos de salud, desde la prevención o la optimización del diagnóstico, hasta el seguimiento de los tratamientos. Para ello, es esencial que los diferentes actores del sistema sanitario aúnan fuerzas y colaboren para construir soluciones integrales y eficientes.

La digitalización de la atención médica, que aumentó durante el confinamiento por la Covid-19, sigue progresando, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer. A pesar de que varias herramientas digitales pueden mejorar los procesos de atención médica, tener éxito en la digitalización no solo implica adoptar nuevas técnicas o aplicaciones. Se trata de cambiar la forma de pensar, reconocer oportunidades y, sobre todo, estar dispuestos a aprender y formarse en este ámbito.

Foco en aportar valor

En ocasiones, los sistemas de atención médica reaccionan ante la demanda de servicios asistenciales de manera pasiva. Esta respuesta reactiva resulta en un aumento en la actividad asistencial, lo que conlleva un incremento en el número de intervenciones y en la actividad convencional. No obstante, estas estrategias enfocadas en satisfacer la demanda de atención han llevado a los sistemas de salud al límite de su capacidad. Este efecto puede agravarse debido a la tendencia inherente de los sistemas de producción a generar más de lo mismo para hacer frente a un aumento en la demanda. Cuando se presentan mayores listas de espera, puede parecer lógico que la solución sea producir más de lo que ya sabemos hacer para atender mejor al paciente.

Los ciudadanos, como consumidores, estamos experimentando una creciente familiaridad con la inmediatez y la comodidad que ofrecen otros sectores, como el entretenimiento y el transporte. Esto nos lleva a proyectar expectativas similares en términos de calidad del servicio, acceso y conveniencia digital cuando necesitamos servicios sanitarios.

La implementación de la digitalización en el campo de la atención médica conlleva una inversión inicial significativa, pero los resultados a largo plazo superan con creces estos costos iniciales. Al incorporar un enfoque digital, se logra una optimización de los procedimientos operativos y una mejora drástica en la calidad de los servicios ofrecidos. Esto se traduce en la capacidad de proporcionar un seguimiento personalizado que enriquece la experiencia de cada paciente.

Asimismo, la digitalización no solo agiliza la gestión de datos y la comunicación entre profesionales de la salud, sino que también permite una mayor accesibilidad para los pacientes a través de herramientas en línea, telemedicina y registros médicos electrónicos. Esta transformación digital en la atención médica no solo impulsa la eficiencia, sino que también aumenta la calidad de la atención, mejorando la precisión de los diagnósticos y la coordinación de la atención. Esto también se traduce en una atención más efectiva y una experiencia de paciente más satisfactoria, lo que a su vez tiene un impacto positivo en los resultados de salud a largo plazo.

Si bien la inversión inicial puede ser sustancial, los beneficios en términos de mejoras en la calidad de vida de los pacientes y una atención médica más efectiva hacen que la digitalización en la atención médica sea una inversión esencial para el futuro de la salud.

La colaboración, clave para digitalizar con sentido

Es crucial optimizar al máximo los sistemas de salud para que puedan prever y responder eficazmente a situaciones específicas, y la digitalización desempeña un papel fundamental en este proceso.

La digitalización no solo se enfoca en la mejora de los sistemas de salud, sino que también busca acercar más la atención médica a las personas que requieren cuidados. La idea subyacente es abordar los desafíos de salud como un esfuerzo colaborativo destinado a beneficiar a toda la población, garantizando que cada individuo tenga acceso a servicios de salud mejorados y adaptados a sus necesidades específicas. En este contexto, la digitalización es crucial al permitir la expansión de la atención médica de manera más accesible y efectiva, lo que contribuye a mejorar la salud y el bienestar de la sociedad en su conjunto.

Para que funcione correctamente, es esencial que todos los eslabones del sistema sanitario colaboren estrechamente, compartan una visión integral del problema y de cómo abordarlo, y trabajen en conjunto. La colaboración activa es fundamental para garantizar que las soluciones implementadas estén alineadas con las necesidades reales de los pacientes y que se brinde atención médica de alta calidad de manera coordinada y eficiente. Esta colaboración integral entre diversos actores, incluyendo profesionales de la salud, instituciones médicas, gobiernos y tecnología digital, es clave para mejorar la atención médica, promover la salud de la población en su conjunto y dar respuesta a las necesidades de los profesionales.