Conexiones. Jardines de Hospitales
Este artículo está escrito por Helena Campuzano Iglesias, es una versión resumida de su Trabajo de Final de Grado, tutorizado por Rodrigo de la O Cabrera en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
Los centros de salud son lugares que resultan difíciles para las personas, debido al impacto físico y emocional que puede afectar tanto a los pacientes como a sus seres más cercanos. Existen varias opciones para poder mitigar estos sentimientos, una de ellas es la relación con la naturaleza como elemento de sanación.
A lo largo de la historia, los lugares dedicados a la salud se han vinculado con la naturaleza para ayudar a la recuperación de los pacientes. Los hospitales militares romanos ya utilizaban la ventilación cruzada para evitar el paso de infecciones. En la Edad Media, las plantas medicinales se cultivaban en los jardines de los monasterios. El diseño de los jardines en los hospitales aparece a finales del siglo XVIII, gracias a la gran mejoría que tenían sus pacientes cerca de un entorno natural. A finales del siglo XIX, los avances de la industrialización y la medicina convirtieron los centros de salud en máquinas para curar, ocupando los jardines con plazas de aparcamiento, provocando su desaparición. En el último tercio del siglo XX, la importancia de llevar un estilo de vida saludable pasó a ser muy importante, devolviendo el valor a la naturaleza que una vez le fue arrebatado.
Principios del diseño del jardín hospitalario:
- El jardín regulador de estrés: se basa en la proyección de ambientes eficientes y centrados en el paciente, con tal de ayudar a superar el estrés, la ansiedad o la depresión que pueden sufrir por el ingreso. Estudios han demostrado las múltiples ventajas que ofrecen los jardines terapéuticos a los pacientes: reducción de la ansiedad, la presión arterial, el dolor, y la reducción de la estancia de ingreso del paciente y de la medicación necesaria. Los jardines de apoyo favorecen la sensación de control de la situación, gracias a la privacidad y el apoyo social que ofrecen. Se trata de espacios por los que los pacientes pueden pasear y ejercitarse, acelerando su recuperación. Sus ventajas no son únicamente para las personas que se encuentran ingresadas, tanto trabajadores del centro como familiares pueden beneficiarse de los jardines vinculados al centro de salud.
- El jardín como metáfora: puede tratarse de un espacio tanto interior o exterior, proyectado para una población determinada, en un lugar específico, buscando unos resultados médicos concretos. Se puede introducir variedad de flora que se adecúe a los cambios de estaciones para proporcionar la sensación del paso del tiempo a los pacientes. Cuanto más lejos se sitúen de zonas con mucho ruido (calles muy transitadas, aparcamientos…) ofrecerán mejores resultados. El jardín no es considerado únicamente un espacio, sino un punto de encuentro entre la arquitectura, el diseño y la medicina. Gracias a las nuevas tecnologías, se ha podido observar la importancia de los lugares que frecuentan las personas en cuanto a sus recuerdos, por esa razón es importante transmitir un estado de ánimo favorecedor que ayuden a la curación de las enfermedades.
La naturaleza y el ser humano siempre han tenido un vínculo que mejora el estilo de vida de las personas. Durante décadas, esta unión pasó a un segundo plano por culpa de las nuevas tecnologías, pero en los últimos años ha vuelto a ser un punto importante en la arquitectura y la vida de las personas. La reaparición del jardín en los hospitales es un acercamiento del ser humano a la naturaleza, buscando incluir elementos beneficiosos para su recuperación.
Es importante que, después de la construcción de los hospitales y sus jardines, se invierta en el funcionamiento y la relación de los pacientes con la naturaleza, para poder reforzar su recuperación. El arquitecto no debe olvidar la relación entre el interior y el exterior de los espacios, sino fundir la arquitectura con el paisaje. La búsqueda del equilibrio entre el funcionalismo de los centros de salud y el uso de la naturaleza genera la fusión de ambos conocimientos para poder evolucionar en este ámbito. Las innovaciones tecnológicas y de la sociedad exigen un sistema flexible que sea capaz de adaptarse a los cambios, sin olvidar que la naturaleza y el ser humano, van de la mano.
Para leer las entrevistas a Alberto Pieltain y Alfonso Casares, junto a una revisión crítica de algunos centros de salud contemporáneos sobre Jardines de Hospitales, debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.
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