Sinergia entre el arte de curar y el arte de proyectar. La habitación de hospital y su humanización.
Recomendamos este Trabajo de Fin de Grado de Oscar Alcaide Navarro, tutorizado por Ricardo Manuel Meri de la Maza en la Universidad Politécnica de Valencia
A lo largo de la historia, la percepción del concepto que en la actualidad se conoce como hospital ha evolucionado según los pensamientos y necesidades de cada época. Desde la antigua Grecia hasta el siglo XIX, encontramos arquitecturas que funcionaban como sanatorios, donde los enfermos acudían a curarse mediante la ayuda de sacerdotes, médicos, sanitarios y demás practicantes de la medicina. Durante ese largo periodo de tiempo, la hospitalización se centraba en el uso de recursos naturales y arquitectónicos con el fin de ayudar a la recuperación de los pacientes.
Nadie puede poner en duda que la llegada de la tecnología permitió enormes avances en el campo de la sanidad, pero también descuidó ese pensamiento que tanta importancia había tenido durante siglos, transformando los hospitales en grandes máquinas para curar y perdiendo por completo el concepto de humanización de los mismos.
El concepto de humanización en los centros de salud desaparece a medida que la industrialización en el campo de la medicina va creciendo. Los hospitales olvidan la esencia del contacto con la naturaleza y los sistemas arquitectónicos que generan confort en los usuarios. Se convierten en edificios aislados del entorno que les rodea, sin tener en cuenta las necesidades de los pacientes más allá de los tratamientos médicos necesarios para su recuperación.
Para entender la importancia del diseño de ambientes hospitalarios humanizados, el autor de este estudio se plantea tres preguntas:
¿Cuáles son los objetivos que persigue el proceso de humanización?
La humanización de los hospitales se basa en la proyección de espacios donde el paciente se encuentra en un primer plano, a través del cual se crean ambientes que ayudan a una recuperación más rápida debido a la sensación de seguridad, descanso y cuidado que le genera el espacio en el que se encuentra.
Los hospitales siempre han generado sensación de incertidumbre en el ser humano, debido a las etiquetas con las cuales se suele relacionar a estos centros: enfermedad, dolor, muerte, etc. Esto se debe a la sensación de aislamiento del exterior a la que se somete a los pacientes que permanecen ingresados durante largos períodos de tiempo. Dicha situación, genera en ellos una percepción de pérdida de autonomía y de intimidad que necesita ser enfrentada con una apropiación del espacio, y así lograr el confort y la comodidad del individuo a través de la customización del ambiente en el que se hospeda.
Es por ese motivo, que el autor señala la habitación de un hospital como el espacio principal en el que se deben aplicar los objetivos del proceso de humanización.
¿Qué factores afectan directamente a este proceso?
La humanización de los espacios focaliza más su atención en los pacientes que en la enfermedad. Aunque en el momento del diseño se debe tener en cuenta las distintas enfermedades por motivos obvios, es importante el estudio de los posibles pacientes para la correcta generación de espacios más acordes a las necesidades de cada individuo.
Las necesidades de cada habitación en las que se encuentren los pacientes pueden ser completamente diferentes, pues se deben tener en cuenta factores como la duración de la estancia, la edad y condición física, el motivo de ingreso, la probabilidad de contagio y los tratamientos asignados. Por tanto, para la ejecución de un proyecto adecuado es necesario y de gran importancia el conocimiento previo de las potenciales necesidades de cada paciente y el ofrecimiento de un ambiente de recuperación adaptado a sus circunstancias.
¿Cuáles son las herramientas relacionadas con la arquitectura que pueden ayudar en el proceso de humanización?
La arquitectura tiene una variedad de recursos que pueden intervenir en la mejora de los espacios hospitalarios, logrando así el confort de los individuos como resultado final. Algunos de estos recursos son La geometría del espacio, los acabados, la luz, el color, el contacto con la naturaleza, el sonido, la temperatura, la ventilación y el mobiliario son algunos de los puntos en los que el diseño puede - y debe- condicionar la impresión que los ambientes ofrecen al usuario.
Estas herramientas pueden utilizarse para establecer un nexo entre la arquitectura del lugar y el paciente que la habita, permitiendo una recuperación más eficiente sin necesidad de fármacos más agresivos.
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