Las infecciones relacionadas con la asistencia hospitalaria, conocidas por sus siglas IRAS, constituyen en la actualidad uno de los principales retos de los centros asistenciales debido al enorme impacto que generan tanto en la salud de los pacientes como en la utilización de recursos en los centros sanitarios. Algunos estudios cifran los casos de IRAS evitables en el 56,6% del total y estiman que suponen cada año un gasto de unos 800 millones de euros al Sistema Nacional de Salud.

 

En este escenario, los expertos insisten en la importancia de la innovación tecnológica, como medida complementaria a los métodos tradicionales y manuales de limpieza en el ámbito de la higiene sanitaria. Ésta es una de las principales conclusiones extraídas del Libro Blanco de la Higiene Hospitalaria. Presentado esta semana en Barcelona y Madrid, este estudio ha sido elaborado por la consultora Antares Consulting y ha contado con la colaboración de más de 30 expertos nacionales e internacionales y el patrocinio de la empresa multiservicios Clece.

 

En España, según el último informe EPINE disponible (Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales en España), la prevalencia de las IRAS producidas en el propio ingreso alcanza el 5,6%. Ante esta problemática "la higiene hospitalaria se presenta como elemento crucial e imprescindible" afirma Bernardo Ubago, Director de Antares Consulting.

 

El abordaje de las IRAS consta de dos dimensiones complementarias y sinérgicas, la higiene personal de los profesionales y la higiene ambiental, "en lo que respecta a esta última, referida a la limpieza y desinfección en las superficies y estancias hospitalarias, el margen de mejora es de hasta el 40%. Esto se debe a que tradicionalmente la higiene y limpieza hospitalaria se ha caracterizado por su aspecto manual, por un estancamiento tecnológico y un escaso nivel de innovación, por lo que la innovación tecnológica será un elemento nuclear y dinamizador" añade Bernardo Ubago.

El uso de nuevos métodos de desinfección automatizados son capaces de eliminar microorganismos con una eficacia del 99, 9%, minimizando la probabilidad de contraer IRAS

Sinergia de nuevas tecnologías y métodos tradicionales La combinación de métodos de desinfección automatizados unido a una limpieza manual más tradicional arroja unos resultados de desinfección notablemente mejores, reduciendo el número de microorganismos presentes en las superficies hasta un 99,9% y minimizando, por tanto, la probabilidad de contraer IRAS.

La incorporación de una metodología automatizada en la higiene hospitalaria, junto a acciones de sensibilización de los profesionales y la monitorización de los resultados, contribuiría a la obtención de importantes beneficios:

• Consolidación de la cultura de la seguridad del paciente: la adquisición de unos hábitos y conductas adecuados, así como la formación y sensibilización de todo el personal es fundamental para promover el papel activo de los profesionales sanitarios y no sanitarios en la prevención de las IRAS y seguridad del paciente.


• Reducción de las IRAS: algunos estudios cifran los casos de IRAS evitables en el 56,6% del total, teniendo un 20% origen ambiental. La mejora de los resultados de higiene, repercutirán, por tanto, en minimizar la probabilidad de adquirir una infección.


• Eficiencia económica: Actualmente los hospitales consumen entre el 2% y el 3% de su presupuesto anual en casos de IRAS evitables. La mejora de la higiene hospitalaria podría suponer un notable ahorro.


• Mejora de la calidad percibida: la higiene hospitalaria tiene un impacto positivo directo sobre la imagen del centro que perciben los pacientes y familiares.


• Impacto social: la disminución de bajas laborales debidas a IRAS, la formación continuada del personal involucrado, el aumento de la calidad de vida y la sostenibilidad medioambiental, entre otros.


• Prevención de Riesgos Laborales: la adopción de medidas preventivas en el entorno sanitario es necesaria para evaluar y eliminar los riesgos asociados a las prácticas laborales. El uso de productos químicos en la higiene hospitalaria puede tener efectos adversos sobre los profesionales. La formación y planes de acción correctivos son fundamentales.