Los edificios que utilizamos contribuyen con un 40% al total de emisiones de efecto invernadero en nuestro planeta. Aunque los inmuebles de nueva construcción deberán tener emisiones GEI cero a partir de 2030, contamos con un nutrido parque inmobiliario que seguirá operativo, pero que tendrá que renovarse para mitigar el cambio climático. En este contexto, la descarbonización de los inmuebles es prioritaria.

La implantación de procesos de commissioning en edificios existentes es la mejor herramienta para conocer el estado del parque inmobiliario, algo imprescindible para concederle una “segunda oportunidad” y abordar la reducción del carbono operativo, mejorando su eficiencia energética.

Muchos edificios, incluso aparentemente bien construidos, comparten patrones similares: una puesta en marcha deficiente o no realizada; consumos energéticos y costes de explotación excesivos; un mantenimiento y funcionamiento poco efectivo y fiable; un número elevado de reparaciones y sustituciones de componentes y equipos, o incluso una degradación del rendimiento de los equipos -pérdidas de calibración en los sensores o cambios en la parametrización del sistema de control-. Son elementos que conllevan una multiplicación de las quejas de usuarios en las condiciones de confort, salud y seguridad.

Se suman también otros condicionantes externos que afectan al rendimiento, como cambios –de uso o propiedad- en los requisitos funcionales originales, en la reglamentación de instalaciones o en los códigos de edificación. Y se añade la aparición de “buenas prácticas” actualizadas para la gestión de edificios, tecnologías más fiables y eficientes, y, finalmente, la implementación de nuevos criterios de sostenibilidad y bienestar, orientados al ESG y la descarbonización.

El proceso de commissioning en edificios en funcionamiento permite adecuarlos a las necesidades operativas demandadas; mejorar las condiciones de salud, confort, seguridad y productividad de sus usuarios, e incrementar la eficiencia, fiabilidad y resiliencia de sus instalaciones. Una terna ganadora que garantiza una competencia exitosa, frente a activos de nueva construcción, en la carrera por la sostenibilidad.